miércoles, 29 de febrero de 2012

LA PURIFICACION DE LA CIUDAD





LA PURIFICACION DE LA CIUDAD

            Los antiguos romanos consagraban el mes de Febrero, el último de su calendario, al Dios Febreuus. El año se iniciaba con la primavera (en el hemisferio norte), en Marzo, en el Signo de Aries.

            Como cerramiento del año natural, se realizaban las Februalias, fiestas en las que ser purificaba a la ciudad, mediante el sacrificio de los muertos. Mas tarde, Februus fue identificado al Dios Pater, dios del reino de los muertos entre los latinos.

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  Si estudiamos los mitos, en ellos encontramos siempre un mensaje oculto. En astrología, el 12 Signo es Piscis que rige las extremidades o la terminación del cuerpo, los pies. Igualmente se refiere a todo aquello que traemos de vidas anteriores, como destino y que debe ser purificado mediante sacrificios. Etimológicamente, la palabra sacrificio quiere decir: ejecutar algo en forma sagrada, hacer con sacralizad. Por lo tanto, indica la transmutación de tendencias viciosas, mediante la formación de nuevos y correctos hábitos de pensar, de sentir, de hablar y de actuar.

            Dios Pater – el dios del Olimpo – era Júpiter, que, juntamente con Neptuno, rige a Piscis y la casa 12. El movimiento de traslación de Júpiter (giro completo alrededor del Sol) es de cerca de doce años, durante los cuales el estimula todos nuestros departamentos, en especial nuestras nobles tendencias, para guiarnos a un destino mejor. El permanece en cada Casa alrededor de un año, infundiéndonos su benevolencia, el amor a las causas elevadas, la filosofía de la vida, la filantropía, la religación con el Divino Interno. Al mismo tiempo, por medio de los malos aspectos, nos compele a recapacitar, en un esfuerzo de revelar las fallas que aún mantenemos en nuestros aspectos; averiguando si evolucionamos en tales asuntos, en relación con el año anterior.

            Los muertos son las tendencias que permanecen en el inconciente humano, que como vicios se reflejan en esta vida, cuando aprendemos el arte de la observación y el conocimiento de nosotros mismos. Nuestro carácter es una mezcla de tendencias antiguas junto a las nuevas influencias de la presente vida. Por ello es que la ciudad representa a nuestra personalidad actual, la que debe ser purificada, mediante una toma de conciencia y transmutación de las tendencias viciosas.

            Esta corrección no requiere lucha. No es aconsejable agredir o procurar vencer al mal, tal como lo intentó Anfortas. Por tal motivo fue herido y aún perdió la lanza sagrada del poder interno. El Cristo dijo: “No resistais al mal”. No el mal externo, sino el interno. Si resistimos el mal externo, quien reacciona así, en nosotros, es el mal interno, que se identifica y reaviva el mal semejante, desde afuera, que el atrajo.

            Comprendamos, pues, que la única reforma es la interna. Si no hay mal dentro de nosotros, no podemos atraer el mal de afuera.

            ¿Y como podemos vencer al mal interno sin luchar?

La Fraternidad Rosacruz nos lo enseña muy bien: es por medio del cuerpo vital. Este es el vehículo de los hábitos. Los hábitos se forman por medio de la repetición. El hábito formado reclama repetición, porque la repetición es su alimento y su refuerzo.
Cuando tomamos conciencia de algunos aspectos indeseables en nuestro carácter, cuyo hábito nos obliga a repetirlos automáticamente, con una velocidad que mucho dificulta el poder evitarlo, la única cosa que podemos hacer es tomar conciencia y no dejar que continúen manifestándose automáticamente en nuestro inconsciente.

Tomemos un ejemplo común: el hábito de fumar. Enseguida reconocemos cuanto nos perjudica. No solo porque se convierte en un hábito muy desagradable, con manchas amarillas en los dientes por efecto del alquitrán. Más que el aspecto estético, el fumar perjudica enormemente a la salud. Ya tomamos conciencia de todo eso, ya que tan a menudo contribuye al desarrollo del cáncer en la boca y los pulmones.

Febrero nos invita a la regeneración, antes que esto se convierta en vicio cristalizado y el destino maduro nos cobre el abuso, en el  vehículo físico del futuro renacimiento. ¿Qué hacer entonces?

Cada vez que, inconscientemente, arrojemos lejos el cigarrillo, dependerá de nosotros, si en vez de ello, sacamos de la cartera el cigarro y lo encendemos.

DEBEMOS QUEBRAR LA MAGIA DE ESE RITUAL AUTOMATICO POR MEDIO DE LA TOMA DE CONSCIENCIA.

Podemos tomar por sorpresa a este proceso y acompañarlo de una manera bien consciente manifestando: Ahora voy a tirar el cigarrillo, para luego cambiar de idea y estar dispuesto a fumar, pero: NO; NO DESEO FUMAR AHORA, LO HARE DESPUES.

Siempre tomando consciencia, fumando una que otra vez, siempre disminuyendo el hacerlo, hasta que acabemos de una vez por todas con ese hábito malsano. Es como estar dirigiendo un auto a gran velocidad y luego ir disminuyendo la misma poco a poco.

La toma de conciencia es la clave. Al dejar de repetir el hábito se va debilitando en forma gradual.

Pero hay quienes deciden dejar de fumar de una sola vez totalmente y lo consiguen. Ellos son los estoicos. Lo importante es que luego no se conviertan en intolerantes con los que fuman y comiencen a criticarlos, ya que de ese modo, dejarán un vicio y adquirirán otro, lo que representa una simple transferencia.

Purifiquemos la “CIUDAD” de nuestra personalidad, para así comenzar un nuevo ciclo por medio de espirales más altas. De esa manera vamos a disolver las tendencias escondidas en la Casa 12 o en Piscis, por medio de la concientización y superación racional.-

Maravilloso Artículo traducido de la Revista “SERVICIO ROSACRUZ”, Nº 277, que publicaba años atrás el CENTRO DE LA FRATERNIDAD ROSACRUZ DE SAN PABLO, BRASIL.-  
             
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Agradecemos a Raúl Sasia, por este artículo.

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Saludos afectuosos, Edgardo

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miércoles, 22 de febrero de 2012

Reflexión para la Luna Nueva del 21 de Febrero de 2012




Reflexión para la Luna Nueva del 21 de Febrero de 2012
Sucede en  42’ de Piscis.

Si existe un signo que exprese una de las polaridades de la manifestación, ése es Piscis. La introspección, la vida sentida por dentro, lo femenino, la generación, las fuerzas poderosas que disuelven el mundo sólido en el caos, lo invisible, lo que subyace, lo que escapa a la mente, la noche y la retirada del mundo físico… Todo esto es también el yin del taoísmo, otro concepto para la misma realidad.  Piscis resulta una fuente de sorpresas para la humanidad común. A semejanza de las aguas, en este signo no hay barreras ni límites rígidos. Piscis nos enseña cómo debiéramos tratarnos las personas unas a otras, considerando toda diferencia como aparente y banal. Bajo el principio hermético del ritmo, es conveniente que de cuando en cuando sintamos con intensidad la vibración que Piscis regala a la especie humana. Tenemos esta oportunidad en la lunación de febrero.
Sólo por influjo cultural podemos llegar a pensar que lo no manifestado es débil e irreal. Para culturas volcadas en logros materiales este juicio desfavorable y distorsionado contra el lado yin puede resultar natural y útil en alguna manera.
¿Alguien realmente cree que el silencio es menos poderoso que la palabra, o que la noche tiene menos relevancia que el día? ¿Es el silencio entre las notas de una melodía algo secundario, o por el contrario el silencio permite que exista la propia melodía? Todo salto pide un repliegue anterior, y toda actividad nueva compleja requiere un periodo de reflexión e introspección en el que se madure la acción. Cuando alguien medita o cuando alguien escucha con atención no está inactivo, no es improductivo, no pierde el tiempo,sino que genera un tiempo nuevo.
Siguiendo esta línea de razonamiento, una modificación en lo externo será realmente armónica si procede de una búsqueda interna centrada en qué somos, cuál es la realidad que vivimos, qué queremos crear. Tenemosla libertad de crear. Incluso somos libres de pensar que no podemos crear, tanta elasticidad emana de nuestro interior. Los autómatas reaccionan a impulsos; las personas tenemos contacto directo con la fuente de los impulsos. Cuanto mayores se presenten los retos, mayor ha de ser el impulso de mirar dentro para encontrar respuestas, nuestras respuestas. Incluso respuestas muy concretas y operativas pueden aflorar a lamente lógica tras este ejercicio, pues todo está interconectado. De esta fuente de los impulsos surgen periódicamente fuerzas que cambian la sociedad en sus creencias y en su estructuración, después de encontrar a personas dispuestas a vibrar con ellas. Con esa seguridad Jesús salía a pescar los simbólicos peces con sus discípulos.
Al profundizar en lo que este signo ofrece, encontraremos un vacío; un gran vacío que angustia a la personalidad, deseosa de perdurar mediante el orden y los logros estables. Solemos dotar al concepto de loespiritual” de una solidez y una materialidad propias de las formas físicas, o de la sustancia mental. Nada más lejos de su naturaleza. Esto lo constatamos al trascender, aunque sea en grado pequeño, el mundo ilusorio de las formas, maya. En ese vacío está todo, pero el todo escapa a la comprensión mental y le atribuimos negatividad. Nos resistimos, y la resistencia nos aleja de la realidad última. Las habilidades de los vehículos de los mundos de la forma (mental, de deseos y etérico) no nos ayudarán en este trance. Los mundos de la forma llegan aquí a su fin, carecen ya de entidad porque su ser es irreal y sólo desde una dimensión más allá de las formas podemos entrar en lo que se aparece como el vacío del no ser. Lo alcanzamos abandonándonos a nuestra naturaleza íntima, que participa del no ser y es totalmente afín con ese estado de la manifestación.


Proponemos meditar en esta luna nueva sobre dos serpientes enlazadas, entre las cuales vemos manar la fuente de la vida Una.

Que la luz sea contigo.
El equipo de Luz interna.
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Agradecemos al Hermano en Cristo César Lillo Arellano, por acercarnos este enlace.

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