sábado, 31 de diciembre de 2011

“Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios”



ESCORPIO 

El día 2 de Enero y el mes solar de Noviembre (desde el 24 de octubre 
hasta el 23 de Noviembre) están dedicados a la Jerarquía de Escorpio. El 
modelo cósmico que esta Jerarquía trabaja por establecer en la tierra es la 
consecución, mediante la transmutación de la materia en espíritu. 

Por ese 
proceso, las esencias sublimadas de la mente y del cuerpo, se funden con 
las fuerzas del espíritu. 

Juan el amado es el discípulo correlacionado con Escorpio. 

Transmutación 
fue la nota clave de su vida. Progresó tanto en la ciencia divina de 
transmutar la materia en espíritu, que nunca conoció la muerte. 
El centro físico correlacionado con Escorpio es el sistema reproductor. En 
un aspirante formal, éste se convierte en un centro de transmutación. Como 
se ha dicho, hay una íntima relación entre Judas (personalidad) y Juan 
(espíritu). Judas debe morir para que Juan reine. 

Hay también una fuerte conexión entre el corazón (Leo) y el aparato 
reproductor (Escorpio). Mientras domina la personalidad, el primero está 
dominado por el segundo. Cuando la personalidad ha sido exaltada a la 
categoría de individualidad espiritualizada, es el corazón quien gobierna. 
En el cuerpo del hombre, la porción  humana se ha transmutado en amor 
divino. 

“Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios”.  
(Mateo 5:8). 

 Este es el pensamiento bíblico simiente para la meditación del 2 de Enero y 
para el mes solar de Noviembre. El  aspirante debe concentrarse en su 
profundo significado el segundo día de  cada año y mientras los ritmos 
vibratorios de Escorpio inundan la Tierra.

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