Reglas para la interpretación de las casas
En la interpretación nunca debemos considerar las diferentes
casas de manera aislada. Cada casa está relacionada
con todas las demás del sistema de casas, es decir, con
todo el sistema de referencia.
Muchas personas analizan las casas una tras otra, de forma
separada. Esto es precisamente lo que queremos evitar
pues conduce a realizar valoraciones unilaterales. En
lugar de esto, lo que debemos hacer es tener en cuenta la
distribución global de los planetas y los aspectos en la
estructura espacial del horóscopo.
Toda persona siente interés por unas áreas de la vida e
indiferencia por otras. Esto se debe a que, en el horóscopo,
unas casas tienen planetas (interés) mientras que otras
están vacías (indiferencia). El hecho de que una persona
no tenga planetas en una casa indica que durante la
juventud no recibió ningún estímulo que la acercara a los
temas de esa casa y, al no haberlos tratado, los considera
como algo ajeno.
En todos los horóscopos hay una o varias casas sin planetas.
Esto indica que no participamos a fondo en todo lo
que la vida nos ofrece. De vez en cuando el entorno nos
demanda que nos ocupemos de cuestiones relacionadas
con casas en las que no tenemos planetas y muchas veces,
aunque nos cueste esfuerzo, nos vemos obligados a atenderlas.
Esto nos exige ir más allá del interés personal y
empezar a mostrar interés por metas de tipo suprapersonal
(que no sólo sirven al individuo sino que persiguen
el bien de todos). Avanzar en esta línea de desarrollo
puede influir considerablemente en los estudios, la elección
de la profesión y en la actitud básica ante la vida.
Los distintos tamaños de las casas son otro elemento de
diferenciación en la interpretación. Cuando en un
horóscopo hay casas de tamaño grande, puede suceder
que algún signo no tenga ninguna cúspide. En ese caso,
las energías (las cualidades) de este signo no encuentran
salida hacia el entorno. Las cúspides de las casas (esto es,
los ejes) son los canales a través de los cuales las energías
y las fuerzas fluyen hacia el entorno y producen un
efecto en el mundo. Cuando un signo no tiene ninguna
cúspide de casa se dice que está interceptado (es como si
estuviera encerrado).Al no tener ningún canal de salida,
las energías del signo no pueden producir un efecto
directo en el entorno y los planetas que se encuentran
en el signo no pueden utilizarse bien como capacidades
o instrumentos.
Los signos interceptados son como “una piedra en el
zapato”. Son una preocupación constante (muchas veces
inconsciente). No acabamos de encontrar una buena
solución para los problemas que se nos plantean en el eje
de casas correspondiente.
Siempre que en un horóscopo haya signos interceptados,
también habrá signos con dos cúspides. En los signos con
dos cúspides ocurre todo lo contrario que en los signos
interceptados. En esa área de la vida suele haber una gran
actividad. Con determinados planetas incluso puede producirse
hiperactividad. Entonces, la persona cae en el “hacer por hacer”, derrocha las energías y es incapaz de ver otras posibilidades.
En el sistema de casas también se pueden identificar las
áreas de la vida donde hay más posibilidades de éxito en
el desarrollo profesional. En gran medida, esto depende
de la dirección dinámica de la estructura de aspectos.
Normalmente, la figura de aspectos apunta hacia un área
de la vida situada arriba, abajo, a la izquierda o a la derecha
del horóscopo. Esto suele quedar claro en la misma
orientación espacial de la figura de aspectos en el sistema
de casas. Además, esta orientación espacial también proporciona
indicaciones sobre la dirección en la que debe
producirse el desarrollo individual, cuestión que tiene
una enorme importancia en la interpretación del horóscopo
y en la consulta.
Supongamos que una casa contiene varios planetas y
que, además, el Sol está en la cúspide de la misma. Esto
produce un gran efecto en el entorno: aquí la persona
tiene más posibilidades de ganar que de perder. En cambio,
por ejemplo, si la Luna está suelta o tiene aspectos
débiles y se encuentra en el punto de reposo de la casa (más
adelante se explicará su significado), en esta área de la
vida la persona sufre y su capacidad de producción es
muy baja.
Por otra parte, si en la figura de aspectos hay huecos
(zonas abiertas), las influencias del entorno penetran
por estos agujeros hasta lo más profundo de la persona.
La persona se siente afectada profundamente por la problemática
de las casas en cuestión: se siente desprotegida
ante las influencias que provienen de esa zona del
entorno. Le falta la protección de la capa de aspectos.
Cuando el punto de la edad pasa por estos huecos o
fisuras de la estructura de aspectos, pueden desencadenarse
crisis decisivas para el proceso de desarrollo del
individuo.
Los aspectos son una protección para el centro (que es
extremadamente sensible) y actúan modificando y transformando
las influencias del entorno. Pero, en determinados
casos, la protección puede ser excesiva: por ejemplo, dos
cuadraturas que se crucen formando un ángulo abierto
pueden formar un muro frente al entorno que impida a
las energías del centro salir al exterior. Normalmente,
una casa que está bloqueada por dos cuadraturas permanece
cerrada a la conciencia. Si detrás del muro hay planetas,
éstos suelen ser partes de la psique separadas o no
vividas que, con frecuencia, originan perturbaciones
psíquicas.
Las diferencias existentes entre las posibilidades vitales de
individuos distintos no se deben solamente a que unos
tengan menos energía o vitalidad que otros sino también
al hecho de que, en determinados casos, estas energías no
pueden fluir libremente o están parcialmente bloqueadas
por el propio sistema en su camino hacia el exterior.Hay
muchas formas de retener o anular parcialmente las energías
que irradian del centro antes de que produzcan efecto
en el entorno.
Nota
Al realizar la interpretación de las casas, no debe olvidarse
que el sistema de casas es efectivo como una totalidad.
Y, desde una perspectiva global, no puede darse más
importancia a algunos puntos determinados como, por
ejemplo, el AC o el MC.Algunos astrólogos incluso otorgan
al AC una importancia similar a la del Sol.
Como veremos más adelante, el AC y el MC no son
más importantes que el resto de cúspides del sistema
de casas. El hecho de que el AC tenga que ver con el
yo y el MC con la individualidad no significa que se
les deba atribuir más importancia que al resto de las
cúspides.
El AC y el MC no son partes del yo (como lo son, por
ejemplo, el Sol y la Luna) sino imágenes del yo. Mejor
dicho: son lugares que la persona ocupa en el mundo
según sus criterios subjetivos. El Sol es el principio vital
de la autoconciencia, es una función (muy importante)
del yo, mientras que el AC es el lugar del yo. Esta diferencia
debe tenerse siempre presente a la hora de interpretar
el horóscopo.
Por lo tanto, el AC y el MC siempre deben verse en relación
con la estructura espacial y, especialmente, en relación
con los puntos opuestos. El yo sin el tú (con quien
busca contacto) o el individuo sin el colectivo (con el
cual se compara) son conceptos estériles que no tienen
ninguna conexión con la realidad.
No dibujamos los aspectos con el AC ni con el MC
porque la figura de aspectos tiene un significado distinto
al del sistema de casas.
La figura de aspectos muestra la estructura interna (la
causalidad) de la conciencia, mientras que el sistema de
casas (del que el AC y el MC son parte) representa el
entorno exterior de la persona. Son dos sistemas de referencia
distintos entre los cuales sólo hay una relación
indirecta (véase el capítulo 1).
Si dibujáramos los aspectos con el AC y el MC, la figura
de aspectos quedaría falseada y no representaría la verdadera
estructura de la conciencia de la persona.
Los aspectos con el AC, con el MC y con otras cúspides
de casas sólo se tienen en cuenta en la comparación de
parejas y en determinadas progresiones (la progresión de
la edad, direcciones y tránsitos).
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del libro: Las casas astrológicas - Bruno y Louise Huber
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