sábado, 13 de febrero de 2016

Lilly, William


Lilly, William 

Astrólogo inglés. «El padre de la astrología inglesa». Nacido el 30 de abril de 1602 a las 02h00 LT/CJ en Disenworth/Leicestershire, GB. Fallecido el 09.06.1681, ca. 03h00 en Hersham/Surrey. 



Fue el hijo de un campesino pero no quiso continuar con la granja de su padre porque, ya de pequeño, aspiraba a alcanzar una posición más alta. 

Como su padre era muy pobre para enviarlo a una escuela cara, a la edad de 11 años le enviaron a formarse con un hombre instruido en un pueblo cercano. Éste le enseñó a leer y escribir en latín, griego y hebreo, y le familiarizó con los clásicos de la literatura griega y romana. 

Siete años más tarde, el clero retiró el permiso de enseñanza al maestro. Entretanto, el padre se había empobrecido mucho por haber descuidado la granja y acabó en prisión. 

En estas condiciones, a los 18 años, William se encaminó hacia Londres, realizando un recorrido de más de 200 km a pie. Allí, empezó a trabajar de limpiabotas al servicio de un hombre rico que estaba muy contento con sus servicios. 

Al cabo de pocos años, el hombre rico murió y William se casó con la viuda, convirtiéndose en un hombre rico. A los 30 años empezó a estudiar astrología con un maestro de «conocimientos dudosos». Por eso empezó a buscar fuentes antiguas y, en pocos años, se hizo con una colección de más de 200 libros en idioma original. que estudió con gran celo. Según sus palabras: «A menudo, hasta 18 horas al día, porque tenía la curiosidad de averiguar si este antiguo arte encerraba alguna verdad». 

A los 38 años se había convertido en un especialista en astrología horaria y se había establecido en Strand, donde había comprado una línea de 13 casas. Hizo imprimir y distribuir algunos panfletos de predicciones mundanas; predicciones que siempre se cumplieron. 

Esto hizo que, muy pronto, se convirtiera en asesor de ricos y nobles. Incluso llegó a informar dos veces al rey Carlos I que se vería envuelto en dificultades considerables (Cromwell) y que debía buscar un lugar seguro para esconderse. Desafortunadamente, no se atuvo a los consejos de Lilly y finalmente éste fue llevado a los tribunales. 

Pero su historia más conocida es la de la predicción realizada en 1651 de que, en 1666, Londres se incendiaría. Lilly había llegado a este fecha mediante cálculos astronómicos de la precesión. (Por cierto, Nostradamus ya había pronosticado el incendio del 1666 con una antelación de 111 años.) 

Facsímil del jeroglífico astrológico del gran incendio de 
Londres de 2.9.1666, publicado por Lilly en 1651 

Antes de cumplir los 40 años empezó a escribir un libro de astrología que apareció en 1647 con el nombre de Christian Astrology (Astrología cristiana) que causó furor en todas las capas sociales instruidas porque, a diferencia de lo que ocurría con los libros de literatura, no estaba escrito en latín sino en un inglés muy cuidado. 

Christian Astrology es una obra de tres volúmenes, cuyo original contenía 854 páginas. Dos terceras partes de la obra están dedicadas a la astrología horaria, que Lilly hizo resplandecer con gran rigor científico y que demostró ampliamente con casos prácticos. Además, los casos están ilustrados con 90 muchos dibujos de horóscopos. Llama la atención que para cada horóscopo desarrollaba un nuevo «formulario». El dibujo que más utilizaba era el redondo, que era bastante infrecuente en su época. 


Facsímil de Christian Astrology con grabado de Lilly 

Lilly decía de sí mismo que no aportaba nada nuevo sino que sólo pretendía poner de actualidad el saber de los antiguos que tanto admiraba. Durante siglos antes y después de él, casi nadie tuvo un conocimiento tan amplio como el suyo. Su fuente preferida y también la más citada era Ptolomeo. Pero en sus obras también cita a celebridades como Ibn Ezra, d´Abano, Cardan, Campanella, Bonatus, Junctino, Brahe, etc., así como a una gran cantidad de autores menos conocidos que habían interpretado a Ptolomeo o habían escrito sobre astrología horaria. En el apéndice de su obra aparece una lista de más de 200 autores, entre los cuales hay algunos árabes (de los cuales no tenía una gran opinión porque según sus palabras «no presentan ningún sistema reconocible». 



Facsímil de Christian Astrology con grabado de Lilly 

William Lilly fue una persona muy religiosa (durante algunos años incluso fue ministro presbiteriano). Pero su obra no contiene argumentos religiosos ni filosóficos. Christian Astrology es una obra didáctica escrita de forma muy objetiva, una extensa colección de reglas astrológicas en forma de aforismo. Hizo esto de forma consciente puesto que, de esta forma, quería mostrar que la astrología era una ámbito de competencia distinto al de la religión y que, por lo tanto, no representaba ningún peligro para la misma. 

Si bien fue citado varias veces por los tribunales, siempre fue dejado en libertad. Una vez fue debido a una predicción política en la que pronosticaba la toma del parlamento por un poder negro (no citaba el nombre de Cromwell) que se cumplió durante el período de celebración del juicio. Otra vez, debido al incendio de Londres. Corrió el rumor de que Lilly había provocado el incendio para que se cumpliera su profecía. Pero no se encontró ninguna evidencia ni el tribunal estuvo a la altura de las declaraciones extraordinariamente hábiles de Lilly. Nunca fue condenado. 

 Tras cambiar su domicilio al barrio de Hersham (sudoeste de Londres) en el año de la gran peste (1665), a la edad de 63 años empezó a estudiar medicina y en 1670 obtuvo la licencia para empezar a ejercer de médico, profesión a la que se dedicó durante el resto de su vida sin cobrar nada a sus pacientes. Poco a poco, su vista fue empeorando hasta que acabó completamente ciego. El 30 de mayo de 1681 le sobrevino una fuerte parálisis que le llevó a una muerte tranquila y sin dolor el 9 de junio del mismo año. 

La figura de William Lilly es un fenómeno bastante aislado que sólo es comparable al que produjo 250 más tarde con la figura de Alan Leo. Lilly fue un auténtico pionero aunque en su técnica estaba orientado hacia el pasado. Invirtió su creatividad en conseguir el restablecimiento de la astrología en Inglaterra y su aceptación pública. Sus actuales seguidores se lo pagan con el calificativo de «Padre de al astrología inglesa». 

Bibliografía 
Christian Astrology, reimpresión en facsímil, Regulus Publishing Co. Ltd., Inglaterra, 1985. 

An Introduction to Astrology, ¡Atención!, esta es la edición de 1852 acortada y alterada por Zadkiel. Newcastle Publishing Com- pany Inc. Hollywood, California, 1972.

Traducción: Joan Solé, 2009 


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viernes, 12 de febrero de 2016

Leovitius, Cyprian


Leovitius, Cyprian 

Leovitius (Lwowsky), Cyprian (Cipriano de Leowitz), astrólogo nacido el 8 de julio de 1524 (hora desconocida) en Loebschitz, Bohemia, y fallecido en 1578 en Lauingen an der Donau, donde pasó la mayor parte de su vida. 



Fue asesor del príncipe elector Otto Henrich von der Pfalz y del kaiser Maximiliano II en Viena, con quien mantuvo una relación de confianza, a pesar de no ser su astrólogo de la corte. 

Publicó las tablas de direcciones de Regiomontano con amplias indicaciones de uso y horóscopos ejemplo, también publicó efemérides y otras obras de tablas así como el libro De judiciis nativitatum doctrina

Su colección de aforismos es de las más significativas junto con las de Ptolomeo y Cardano. 

Leovitius también fue un profesor de astrología muy solicitado. Por ejemplo, con él aprendió astrología nada menos que Tycho Brahe. 


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miércoles, 10 de febrero de 2016

Leo, Alan



Leo, Alan 

Alan Leo (seudónimo); astrólogo inglés/escocés cuyo verdadero nombre era William Frederick Allan. Nacido el 7.8.1860 a las 04h59 en Londres, Westminster y fallecido el 30.08.1917, a las 10h00 en Bude/Cornwall. 


Alan Leo 
Alan Leo es considerado el fundador de la astrología moderna. Este hombre se merece verdaderamente un monumento pues le dio la vuelta a la astrología medieval y la puso de pie sobre unos pies modernos. 

Antes de él, a finales del siglo XIX, en Europa y América, la astrología era una mezcolanza de aforismos anticuados (que eran seleccionados, clasificados y citados por los astrólogos como partes separadas). 

Cuando Alan Leo empezó su actividad en el campo de la astrología, había muy pocos astrólogos y, además, vivían aislados y dispersos. Entonces, Leo todavía era representante comercial y viajaba mucho, lo cual le permitía aprovechar cualquier oportunidad para visitar a los astrólogos de los que había oído hablar. De esta forma, con el tiempo, estableció una cierta conexión entre ellos. 

Aparentemente, su profesión de representante comercial le dio la capacidad y el ímpetu para defender la astrología de forma activa. Pero, con vender los viejos aforismos, no tenía suficiente; también quería poner orden en el caos existente. Muy pronto tuvo alumnos a los que enseñó a formular los símbolos individuales como partes de la estructura del horóscopo para después integrarlos en una imagen global siguiendo un método de interpretación desarrollado  por él mismo. También dejó de dibujar el horóscopo de forma cuadrada y empezó a dibujarlo de forma redonda. Creó un formulario en el que las casas estaban representadas por segmentos de 30º y que denominó «La rueda de la vida». En la zona de habla alemana, Karl Brandler-Pracht desempeñó un papel similar inspirado en Leo y adoptó el mismo modelo de dibujo. Con pequeñas modificaciones, este formulario todavía se utiliza en EUA. 

Uno de sus colegas astrológicos, Sepharial (GornOld, W.) lo puso en contacto con la Sociedad Teosófica de Londres en la que ingresó en 1890. Allí conoció personalmente a Helena Petrovna Blavatsky con la que mantuvo contacto durante varios años. Esta relación ejerció una influencia decisiva en la construcción de su modelo conceptual astrológico que reflejó en 30 libros. 

Pero primero se dedicó a la comunicación dentro de la astrología. Con este objetivo, conjuntamente con otros astrólogos, en agosto de 1890 fundó la revista Astrologers Magazine (que 5 años más tarde cambió de nombre y se convirtió en Modern Astrology). Esta revista circuló por todo el mundo y supuso un gran impulso moderno. Aparentemente, quería enseñar más astrología. Para interesar a los legos, en los periódicos publicaba los denominados «horóscopos de chelín» (interpretaciones limitadas a la posición del Sol) que despertaban el interés de nuevos alumnos (entre los cuales se encontraba Bessie Leo, con quien se casó en 1895). Entre ambos levantaron un pequeño imperio que hizo un enérgico trabajo de publicidad, formó a muchos estudiantes y publicó una revista y muchos libros nuevos. En los siguientes 20 años publicaron 30 libros de la Oficina de Astrología Moderna de Alan y Bessie Leo, crearon un curso por correspondencia y un servicio de cálculo de horóscopos bajo pedido para astrólogos. 


La participación activa de Alan y Bessie Leo en la Sociedad Teosófica, en la que Leo introdujo su astrología, condujo a la fundación el 15.10.1915 del Astrological Lodge que, al principio bajo la presidencia de Bessie Leo, funcionó durante 33 años como sección de la Sociedad Teosófica. Finalmente, en 1948, de ella surgió la Faculty of Astrological Studies (Facultad de Estudios Astrológicos) como organización independiente. Hoy en día es la escuela de astrología por correspondencia más grande del mundo (sólo en inglés). 

Una figura muy importante en este proceso fue Charles E. O. Carter. Con 23 años entró en contacto con la astrología (gracias a uno de los anuncios de horóscopos de chelín de Leo), pronto ingresó en el Astrological Lodge y se convirtió en un defensor convencido de la astrología. 

Tras la muerte del fundador Alan Leo en 1917, la organización se fue marchitando hasta que, en 1920, Carter fue elegido presidente. Le dio un nuevo impulso y continuó siendo el presidente hasta 1952. Desde 1923 fue un figura muy importante en la escena astrológica inglesa y trabajó mucho para mantener la comunicación entre los astrólogos dispersos por Inglaterra, lo cual, finalmente, se materializó en la fundación de la Astrological Association (AA) de Gran Bretaña. 

Los esfuerzos de Alan Leo por modernizar y popularizar la astrología atrajeron círculos cada vez más amplios (incluso hasta una década después de su muerte). No cabe duda de que estaba dotado de un talento de genio. Dio muchos impulsos en los que él mismo no pudo profundizar pero que fueron recogidos y desarrollados de forma metódica por otros astrólogos. 

Por ejemplo, en 1900 constató de forma breve y objetiva que, ocasionalmente, los planetas progresados o en tránsito podían producir efectos cuando pasaban por el punto medio entre dos planetas. A finales de los años 20, Witte y posteriormente Ebertin desarrollaron sus propios métodos en base a los puntos medios. Y, en la actualidad, sobre todo en la zona de habla inglesa, existen movimientos como Uranian Astrology y Cosmobiology que han flocerido notablemente. 

Pero los genios, en sus altos vuelos, ocasionalmente también pueden sobrepasar su meta. Así, por ejemplo, en 1910, Alan Leo estaba convencido (aunque no de forma absoluta) de que además de los planetas conocidos hasta el momento Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, debían existir dos planetas más y daba datos de posición (cuyo origen es desconocido) para dos planetas transneptunianos que nombró como Isis y Osiris. Pero los datos de posición tenían una desviación aproximada de 90º (véase tabla, ejemplo: Isis/Plutón). 

* Alan Leo en el anexo de 1001 Natividades notables 

Pero esto no pone en tela de juicio la gran contribución de Alan Leo a la astrología moderna. 

Algunos de sus libros: Alan Leo: Astrología para todos. El cálculo del horóscopo. La interpretación del horóscopo. El arte de la síntesis. La clave del propio horóscopo. El horóscopo progresado. Astrología esotérica Bessie Leo 
Rayos de verdad. El romance de las estrellas. 


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Lee, Dal

Lee, Dal 

Dal Lee, (seudónimo); astrólogo y parapsicólogo estadounidense, cuyo verdadero nombre era Adalbert Nebel, nacido el 7.12.1895 a las 01h00 EST en New York y fallecido el 7.71973 en Fort Lee, NJ/USA. 


Dal Lee fue autor de un diccionario de astrología*, redactor de varias revistas astrológicas (Astrology Guide, Your Personal Astrology Magazine, etc.) y un hombre muy leído que conocía a fondo muchas áreas, especialmente en el ámbito de las ciencias. 

Fue uno de los diversos astrólogos que avisaron al presidente Kennedy para que no hiciera su viaje en noviembre de 1963 «debido a una eventual amenaza de muerte»

Conoció y fue admirador de Louis De Wohl. En sus revistas realizó muchas predicciones de astrología mundana pero filosóficamente se rebeló enérgicamente contra todo tipo de determinismo. 

* Dal Lee, A Dictionary of Astrology, Coronet Communications, 1968; y Sphere Books, London, 1969. 


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lunes, 8 de febrero de 2016

Landscheit, Theodor


Landscheit, Theodor 

Dr. Theodor Landscheit, nacido el 10.03.1927 a las 17h16 CET en Bremen. Juez retirado, aficionado a la astronomía y astrólogo. 

Representó la rama de astrología científica, cuya validez intentó argumentar con demostraciones físicas. Fue el primero (1959) en hacer referencia al centro galáctico como punto significativo en el horóscopo individual. Desafortunadamente, hay muy pocos astrólogos que empleen este factor en su práctica. También es mérito suyo la introducción de los nodos planetarios heliocéntricos que, no obstante, sólo tienen en cuenta algunos astrólogos (los que trabajan con el sistema heliocéntrico). De forma especulativa pero con gran tenacidad y ambición, calculó dos veces unas efemérides de Transplutón. Sin duda puede estar orgulloso de su trabajo; aunque hoy se disculparía por escrito con buenas razones pues, de las casi dos docenas de cuerpos que la astronomía ha descubierto en los últimos años con sus aparatos extremadamente sensibles en la zona de Plutón y fuera de su órbita, ninguno corresponde a su Transplutón (véase planetas hipotéticos). 

El primer libro de Landscheit en alemán fue Fixsterne, Aspekte und galaktische Strukturen (Estrellas fijas, aspectos y estructuras galácticas), publicado en 1965 por Ebertin Verlag. Su libro más importante hasta el momento apareció en 1989 en inglés: SunEarth-Man (Sol-Tierra-Hombre) (Urania Trust, London). El subtítulo de esta obra es: «Una red de oscilaciones cósmicas», frase que puede describirse como «de la época». El segundo subtítulo reza: «Cómo los planetas, las erupciones solares y las tormentas geomagnéticas regulan las condiciones de la vida y los ciclos económicos». 

El autor explica de forma clara como un gigantesco tejido de fuerzas gravitacionales en constante movimiento determina los movimientos y los estados cambiantes de todos los cuerpos del sistema solar (incluido el Sol). Al leer este libro, poco a poco, queda claro que no es solamente el Sol el que determina la órbita de los demás cuerpos del sistema solar sino que todos los planetas participan en este juego de fuerzas en el sistema planetario. En otras palabras, en este libro, el campo energético planetario se experimenta como un todo vivo. Para entender bien este libro se requiere estar mínimamente familiarizado con la forma de pensar astronómico-matemática. 

Los hallazgos de Landscheit tienen una aplicación directa en el trabajo astrológico pero, con el tiempo, un libro como Sun-Earth-Man tiene la oportunidad de ampliar o disolver muchos de los modelos de pensamiento ligados a la tradición (y, en parte, calcificados) de la astrología. 

En la actualidad, Theodor Landscheit vive en Nueva Escocia (Canadá). Es el director del Instituto Schroeter para la Investigación de los Ciclos de la Actividad Solar. En el pasado ha hecho múltiples predicciones de erupciones solares (manchas solares y flares) y tormentas magnéticas que han sido valoradas con una precisión del 90% por el Space Environtment Services Centre de Boulder, Colorado. 

(NT: Landscheit falleció el 20.4.2004).


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domingo, 7 de febrero de 2016

Kündig, Henrich


Kündig, Henrich 

Kündig, Heinrich; nacido el 23.4.1909, 19h46 CET, Thalwil, CH (hora corregida por él mismo). 

Heinrich Kündig era ingeniero de profesión. Eso explica el hecho de que su trabajo astrológico sea tan extremadamente tecnófilo. Todo lo que Kündig hacía, lo hacía con una gran precisión. Sus pocas apariciones públicas (pues era más bien huraño) resultaban aburridas debido a las largas explicaciones y aclaraciones técnicas. 

Publicó dos libros con un gran rigor científico que fueron muy bien considerados por la comunidad astrológica: Das Horoskop (El horóscopo), un libro de introducción a la astrología para principiantes y Astrologische Prognose (Prognosis astrológica), que es muy exigente con los astrólogos. 

Ambos libros forman parte de la serie Astrologica publicada por Metz Verlag en Zurich, entre 1950 y 1955, en la que también intervenían otros autores (Alfons Rosenberg, vol. I y Nicola SementovskyKurilo, vol. IV y V) y que también contenía unas efemérides (1890-1950) ampliamente utilizadas (vol. III). 

Su obra Astrologische Prognose fue ampliamente discutida en los círculos astrológicos. Sobre todo, el método de corrección de la hora de nacimiento que propone, que parte del convencimiento de que para el nacimiento de una persona deben darse unas regularidades que determinan cuándo puede producirse un nacimiento y cuándo no. Para ello se emplea un método denominado método del punto de corte que se basa en una filosofía de carácter un tanto medieval. 

Este método fue propuesto por primera vez por Antonio Francesco Bonatti (Universa Astrosophia Naturalis, 1687) (método Bonatti). Kündig rescató este método de su sueño de bella durmiente a mediados de este siglo, lo modificó y lo presentó con una base de argumentación puramente lógica. Su hipótesis: «Un nacimiento sólo puede producirse cuando el meridiano tiene una relación proporcional con su par de planetas» (Astrologische Prognose, p. 78). El par de planetas son los regentes de los signos que se encuentran en el meridiano (MC/IC) de un horóscopo. Por ejemplo, en su horóscopo, son el Sol y Saturno. 

El método es muy costoso y hace muy poca referencia a la realidad de la persona en cuestión. No se hacen comprobaciones con sucesos acaecidos hasta el momento. Puede suponer correcciones grandes de la hora de nacimiento. Hacia el final de su vida, el mismo Kündig cuestionó esta manipulación. 

Resulta interesante su deducción de los signos zodiacales a partir de la relación de distancias de los 110 planetas con respecto al Sol, con la que, al mismo tiempo, podía argumentar los domicilios de los planetas en los signos. En la literatura astrológica de todo el mundo no hay nada parecido. 

En deducción lógica, Kündig era un artista casi único aunque, ocasionalmente, sus axiomas se sostuvieran sobre una base tambaleante. Lo mismo en cuanto a la preparación de gráficos y especialmente en la preparación de aparatos de trabajo gráfico. Así, desarrolló un aparato de trabajo de campo que hacía innecesario el uso de las tablas de casas y la realización de cálculos. En su época todavía no había ordenadores. Por eso, este aparato supuso un gran beneficio para todos los astrólogos que trabajaban con el sistema de casas de Placidus. 

Así como Kündig era extraordinario en la vertiente técnica y de cálculos, en la interpretación de horóscopos era bastante mediocre. Claramente, le faltaban referencias con la realidad humana. Y, sin duda, la psicología no era su fuerte. A veces, en este ámbito, invertía los valores o, como en el ejemplo adjunto, les daba un giro de 90º. 


Es muy significativo el hecho de que en su libro Das Horoskop cuatro quintas partes estén dedicadas a contenidos astronómicos y técnicos y sólo una quinta parte lo esté al método de interpretación. 



Si bien Heinrich Kündig estaba bien considerado en los círculos de expertos en astrología, no consiguió vivir de la astrología. Para ganarse la vida hacía cálculos para arquitectos y contratistas de obras. 





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sábado, 6 de febrero de 2016

Kühr, Eric Carl


Kühr, Eric Carl 

Kühr, Erich Carl, nacido el 13.5.1899 a las 14h16m32s CET en Berlín; fallecido el 18.02.1951 a las 07h30, Gmain. 


Kühr a los 33 años, en el Congreso Astrológico de Stettiner, en 1932 

Erich Carl Kühr empezó el volumen I de su Psychologische Horoskopdeutung (Interpretación psicológica de horóscopos) con las siguientes palabras de Hans Künkel: «El ser humano y su destino son uno». 

De este modo se incluía a sí mismo en una serie de astrólogos que ejercían su práctica desde un punto de vista determinista. Desde el punto de vista del pensamiento psicológico de nuestros días, esta orientación de validez dudosa puesto que parte de la base de que el ser humano no tiene una voluntad libre. Desde esta óptica, el horóscopo muestra de forma exacta el destino de la persona. En esta línea, Kühr intentó determinar mejor el destino de la persona desde el punto de vista psicológico mediante el desarrollo de refinadas reglas de interpretación. La psicología a la que tuvo acceso en ese momento era la de los años 30 y 40, que todavía tenía fuertes rasgos del conductismo de la era victoriana, mezclada con la psicología moralizadora de Klages y sus contemporáneos, y con algunas alusiones al pensamiento freudiano y junguiano. 


Debe reconocerse que Kühr intentó avanzar en la dimensión psicológica de la astrología, lo cual irritó a algunos de sus contemporáneos. No fue el primero en intentarlo pero, en su época, fue sin duda el más consecuente. En sus libros, reelaboró de nuevo una gran cantidad de material de trabajo astrológico sin descubrir nada esencial. Su máxima era la precisión y el refinamiento de los métodos y las técnicas para, de esta forma, alcanzar «resultados de interpretación de elevado contenido individual y de gran exactitud...». 

No se cuestionó las técnicas astrológicas tradicionales aunque la formulación de estos métodos procedieran de la forma de pensar anticuada de la Edad Media y el Renacimiento (p.e.: casas angulares, casas sucedentes, casas cadentes, o también: signos comunes); este tipo de formulaciones contienen valoraciones que las convierten en no válidas desde la óptica psicológica. 

Por otra parte, propagó algunos puntos de vista muy interesantes que, no obstante, resultaron bastante impopulares. Por ejemplo, postuló (según nuestro conocimiento por primera vez en este siglo) una curva de intensidad dentro de las casas, con el valor máximo en la cúspide y el mínimo a 5º antes de la cúspide siguiente. 

Curva de intensidad en el sistema de casas. Propuesta de E.C. Kühr en Psychologische Horoskopdeutung Vol. II. 

De este modo, seguía una antigua regla, según la cual, los planetas situados en la cúspide de una casa estaban más fuertes que en cualquier otro punto de la casa. En 1550, Gerolamo Cardano había establecido en sus aforismos un orbe al respecto: «Si un planeta se encuentra a 5º de una cúspide, tiene su efecto en ella aunque se encuentre antes de la cúspide, es decir, en la casa anterior». (Gerolamo Cardano 1501- 1576, Los siete segmentos de Cardano). Según esto, Kühr preparó un gráfico en el que mostraba la intensidad del efecto de las casas. 

Esta curva no surgió como resultado de un proceso de investigación sino que es el producto de una especulación intelectual basada en la regla antes mencionada que aceptó sin ningún tipo de reparo. Mucho de lo que Kühr presentó provenía de un reconocimiento intuitivo genial que él captaba a partir del intenso deseo de crear una obra didáctica metódica única y completa. 

Kühr debió ser un gran trabajador que siguió su camino de forma muy consecuente. Por eso, muchos colegas lo describen como fanático. No obstante, se le debe considerar una de las figuras principales de la astrología en la zona de habla germánica de la primera mitad del siglo. 

En su libro de carácter más bien de ciencia popular Dein Sternbild, Dein Schicksal (Tu constelación, tu destino) que no cabría esperar de él, tras leer otras de sus obras como Aspektanalyse (Análisis de aspectos) o Psychologische Horoskopdeutung (Interpretación astrológica de horóscopos), desarrolló una profundidad y una exactitud de interpretación asombrosa. Si se omiten sus valoraciones morales en términos de «blanco o negro», se puede aprender mucho de Kühr. Toda su obra tiene un intenso carácter noble y filantrópico. 

Bibliografía: Psychologische Horoskopdeutung, Vol. I y II, 1948-51; Aspektanalyse, 1929; Primär-Direktionstabellen; AO-Tabellen; Berechnung der Ereigniszeiten, 1936; Dein Sternbild, Dein Schicksal, 1952; todos en Rudolf Cerry Verlag, Viena. 


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viernes, 5 de febrero de 2016

Krafft, Karl Ernst


Krafft, Karl Ernst 

Krafft, Karl Ernst, actuario suizo, nacido el 10 de mayo de 1900 a las 12h45 en Basilea (CH). Como astrólogo, estuvo influenciado por los trabajos de Choisnard. Por eso emprendió una amplia serie de investigaciones estadísticas basadas en más de 70.000 observaciones individuales. Intentó mantenerse lo más al margen posible del pensamiento astrológico clásico; sin embargo cometió el clásico error determinista de considerar las predicciones como una prueba importante de la astrología. 

Sus investigaciones estadísticas no aportaron nada verdaderamente sólido en cuanto a la demostración científica (Traité d´astrobiologie (Tratado de astrobiología), 1935). Actuales investigadores astrológicos estadísticos afirman que cometió graves errores. En cambio, sus predicciones le pusieron en contacto con la élite nacional-socialista y se dice que incluso llegó a tener relaciones con el «führer». Según esto, habría prevenido varias veces a Hitler sobre determinadas operaciones militares peligrosas, lo cual parece que fue funesto para él puesto que falleció en el campo de concentración de Buchenwald el 8 de enero de 1945. 



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jueves, 4 de febrero de 2016

Koch, Walter


Koch, Walter 

Koch, Dr. Walter A.; nacido el 18 de setiembre de 1895 a las 06h25 en Esslingen/A; fallecido el 25 de febrero de 1970 a las 15h20 en Göppingen. 


 Walter Koch fue historiador y maestro de profesión. Empezó a estudiar astrología en 1924. Ya en el período entre las dos guerras escribió dos libros: Psychologische Farbenlehre (Teoría psicológica del color) (1934) y Die Seele der Edelsteine (El alma de las piedras preciosas) (1934). 

En la guerra fue herido varias veces y fue uno de los supervivientes del campo de concentración de Dachau (1941-1945). Como autor y profesor de la primera generación de astrólogos tras la Segunda Guerra Mundial perteneció a varios grupos y asociaciones astrológicas. Fundó la Editorial Sirius en la que ya en los años 50 publicó unas tablas de casas según el sistema de Plácido. Sin embargo, lo que más le hizo conocido fue el cálculo y la publicación (1962) de las tablas del sistema de casas desarrollado por Heinz Specht y Friedrich Zanzinger, denominado Sistema de casas del lugar de nacimiento (GOHS) (Geburts Ort Häuser System), que hoy en día se conoce sobre todo con el nombre de «casas de Koch». 

Koch escribió una gran cantidad de tratados y artículos, sobre todo en revistas especializadas. Tras su muerte, Elisabeth Schäck, su compañera de trabajo en la editorial publicó una serie de estos trabajos en forma de libro con el título: Gesammelte Aufsätze, Gestalthoroskopie (Recolección de artículos, horoscopía de forma) Editorial Rohm, Beitigheim, 1980. Las indicaciones que se hacen en este libro son un primer comienzo de la interpretación de figuras de aspectos como globalidad. 


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miércoles, 3 de febrero de 2016

Knappich, Wilhelm


Knappich, Wilhelm 

Knappich, Wilhelm; nacido el 9 de octubre de 1880 a las 7h 29’ LT en Viena/A. 


Wilhelm Knappich 

Fue conocido como astrólogo, sobre todo, por ser el autor de Geschichte der Astrologie (Historia de la astrología)*. Esta obra es de una claridad, precisión y fidelidad histórica como ninguna en toda la literatura astrológica del mundo. Es una obra que debe formar parte de la biblioteca de todo astrólogo. Proporciona una visión general completa del desarrollo de la astrología desde la Antigüedad. Explica multitud de técnicas y métodos desarrolladas a lo largo del tiempo, las presenta en el marco del correspondiente espíritu de la época, cita los autores más importantes y discute su filosofía astrológica. A pesar de todo el esmero científico, se trata de un libro escrito de forma muy clara y, en consecuencia, es de fácil lectura para todo tipo de público. 

Si bien se trata de un libro escrito a mediados de siglo, sus comentarios y valoraciones están más allá de su tiempo. En realidad, es como si fueran de nuestra época. De todas formas, debe hacerse una observación: las interpretaciones de los primeros tiempos astrológicos (sumerios, babilonios, egipcios, etc.) no están en correspondencia con los nuevos conocimientos de los años ochenta y noventa. De todos modos, esto no reduce en absoluto el valor de esta obra fundamental. 

* (Klostermann, Frankfurt a. M. 1967). 


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martes, 2 de febrero de 2016

Klöckler, Herbert Freiherr (=Barón) von


Klöckler, Herbert Freiherr (=Barón) von 

Doctor en medicina nacido el 26 de abril de 1896 a las 9h 43’ CET en Dresden. 

Astrólogo alemán del período entre las dos guerras muy conocido en los años 30, especialmente gracias a su obra Kursus der astrologie una obra didáctica de tres volúmenes. En esta obra, Klöckler presenta la astrología desde el punto de vista técnico y de interpretación sobre la amplia base de los métodos del momento.

Pero parece que lo suyo no era la implantación de un nuevo método astrológico. Incluso criticó la «inventiva» de los astrólogos de la época. Fue un hombre de amplísima formación que se dedicó a la enseñanza de la astrología de una forma seria y con muy buenos fundamentos técnicos. Sin ninguna duda puede compararse con el astrólogo inglés Charles E.O. Carter, que tuvo un papel similar en la astrología anglosajona. 


Herbert Freiherr (= Barón) von Klöcker 

En el primer volumen de su obra, dedicado a la técnica, explica de manera muy clara y con todo detalle los elementos metódicos esenciales que pueden emplearse en el trabajo con horóscopos. Si bien hace una presentación objetiva y neutral del manejo práctico de los distintos cálculos y operaciones, también hace referencia a las posibles limitaciones, puntos débiles y peligros de las mismas. 

En el segundo tomo, dedicado a la interpretación, hace una interpretación paso a paso y sistemática de posiciones individuales en el horóscopo, constituyendo un completo catálogo en el que se puede buscar el significado de planetas, signos, casas, planetas en signos, en casas o con sus posibles aspectos. Lo mismo hace con distintos métodos de progresión. Por último, propone una clave de interpretación, un tanto complicada, con la que sostiene que se pueden deducir las características principales y el perfil de un carácter. No obstante, por los medios que utiliza, este método queda en el ámbito de la astrología tradicional. 

En Klöcker debe destacarse su intento de incorporar el pensamiento psicológico en las interpretaciones astrológicas, algo que no es nada evidente en un médico. Con ello se perfiló como un precursor de la astrología psicológica. Un ejemplo: si bien casi la  práctica totalidad de astrólogos de su época habrían descrito una conjunción Sol-Mercurio como un «Mercurio combusto», Klöckler hace una clara diferenciación: «La conjunción no debe ser demasiado estrecha porque entonces, la mayoría de veces, conlleva un pensamiento con matices intensamente subjetivos». (1) 

No obstante, si se compara su psicología con la de su contemporáneo Thomas Ring (que utilizaba verdaderos argumentos de psicología profunda), se constata que, en lo esencial, el pensamiento de Klöcker coincidía con la línea de pensamiento intensamente conductista de fin de siglo. Sin embargo, a través de su forma de pensar victoriana, se percibe la madurez y la humanidad de un experto observador del ser humano que va más allá de lo que su equipo intelectual le permite. 

Los tres volúmenes de Kursus der astrologie fueron publicados por primera vez en 1927-1929 por Astra Verlag, Berlín. Las ediciones segunda y tercera se realizaron en 1952-1956. Klöckler falleció en 1950. La edición más reciente de esta obra la realizó Ebertin Verlag, Freiburg, en 1984. 

(1) Volumen 2: «Deutung» (Interpretación), Astra Verlag, 3ª edición, 1952.


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lunes, 1 de febrero de 2016

Kepler, Johannes


Kepler, Johannes 

Kepler, Johannes, destacado matemático, astrónomo y astrólogo; nacido el 17 de diciembre de 1571 (CJ), a las 14h30 LT en Weil der Stadt (Alemania); fallecido el 15 de noviembre de 1630 (CG) en Regensburg. 

Johannes Kepler fue una de las figuras más importantes de la época de la irrupción de las ciencias en los inicios de la Edad Moderna. En su especialidad, la astronomía, este proceso ya se había iniciado esencialmente con Copérnico que, con su nuevo modelo del movimiento de los planetas, había sacudido el concepto escolástico del mundo que se tenía hasta la fecha y que mantenía que la Tierra era el centro del universo. 


Johannes Kepler Kepler vivió en la época en la que la lucha contra el modelo heliocéntrico (planetas girando alrededor del Sol) alcanzó su punto más álgido. Fue él quién pudo demostrar que los planetas giraban en órbitas elípticas alrededor del Sol. Sus tres leyes de las órbitas planetarias constituyeron una base matemática fiable para el cálculo de las órbitas de los planetas. El hecho de que hoy nuestros ordenadores nos proporcionen horóscopos en segundos y que los telescopios de los astrónomos que observan el cielo puedan orientarse hacia el objeto deseado, debe agradecerse ante todo a Kepler, sin cuyas aportaciones no habrían podido producirse las posteriores ampliaciones (p.e. la ley de gravitación de Newton) y precisiones (p.e. teoría de la perturbación). 

El trabajo científico de Kepler se basó en dos pilares esenciales. El principal impulso se debió a Copérnico, con su revolucionario modelo de explicación del movimiento de los planetas del sistema solar. El otro pilar fundamental fue el riguroso trabajo de observación de su antecesor en la corte de Rudolph II en Praga: el astrónomo danés Tycho Brahe. Brahe había observado durante años las posiciones y la luminosidad diaria de Marte y lo había documentado detalladamente. 

Tycho Brahe no consiguió formular ninguna conclusión científica de su voluminoso trabajo. En cambio, a partir de estos datos, Kepler consiguió determinar la órbita de Marte. Y con mediciones propias del resto de planetas, finalmente elaboró las leyes de los planetas. 

Pero Kepler fue también un eminente astrólogo. Por ejemplo, en su sistema de cuerpos ptolemaicos, además de los aspectos clásicos (conjunción, oposición, sextil, cuadratura, trígono y sesquicuadratura), propuso dos aspectos nuevos: el quintil (72º) y el biquintil (144º). En cambio, no empleó otros aspectos clásicos, ya propuestos por Ptolomeo: el semisextil (30º) y el quincuncio (150º). Con sus argumentos, estos aspectos tampoco podían sostenerse. 


Curiosamente, en casi todas las biografías de Kepler se falta a la verdad en lo referente al tema de la astrología, bien sea ocultando el hecho de que Kepler practicó la astrología o bien intentando matizarlo para dar la impresión de que sólo había trabajado con horóscopos y predicciones de manera puntual y de mala gana porque permanentemente andaba mal de dinero. 

Que atravesó dificultades económicas muy a menudo es cierto, pero ésa era la situación de la mayoría de científicos de su época puesto que dependían de mecenas nobles o clérigos. De forma oficial, en esa época no existían institutos estatales de investigación. Por eso, en esa época, se producía el hecho de que las profesiones de matemático, astrónomo y frecuentemente también la de médico se consideraran conjuntamente con la de astrólogo como una sola profesión y fueran ejercidas por una misma persona. 

Kepler aparece como una figura realmente discrepante pues tuvo que mantener una lucha en dos frentes: como científico tuvo que luchar contra los oponentes eclesiásticos-escloásticos por el nuevo concepto del mundo. Kepler provenía y vivía en un entorno protestante y por suerte no fue atacado por Roma (a diferencia de Galileo Galilei, que era católico y sufrió penosamente bajo el veredicto de la iglesia por sus descubrimientos (p.e. las lunas de Júpiter). O su antecesor Copérnico, un canónigo que tuvo que esperar a publicar sus conocimientos hasta el final de su vida para evitar estar en una situación de apuros (publicación póstuma, 1543). 

Por otra parte, tuvo que enfrentarse al punto de vista científico del momento y sus, a menudo, fanáticos representantes. Kepler era astrólogo. Para él se trataba de algo tan evidente y estaba tan convencido, que se tomó el trabajo de defender la astrología en extensos escritos: por ejemplo, en el polémico texto de 160 páginas publicado en 1610: «Advertencia a algunos teólogos, médicos y filósofos.... , que con su rechazo de la superstición astrológica no arrojen al niño con el balde y, de esta forma, sin saberlo, contravengan su profesión». 

De este texto, hasta hoy en día, los adversarios de la astrología han utilizado una cita para librar a Kepler de la grave sospecha de ser un «astrólogo supersticioso»: «... Esta astrología es una hija necia. Pero buen Dios, dónde estaría su madre, la razonable astronomía, si no tuviese esta hija necia» ... «Y de lo contrario, el salario de los matemáticos sería tan parco y tan insignificante que seguramente la madre debería pasar hambre si la hija no ganara nada». Sin embargo, las dos siguientes frases no se citan intencionadamente: «Si en el pasado nadie hubiera sido tan estúpido para tener esperanzas de poder aprender del cielo cosas sobre el futuro, usted, señor astrónomo no habría usted llegado a ser tan inteligente como para pensar que era preciso dar a conocer el curso de los cielos para honor y gloria de Dios. De hecho, no habría usted conocido nada del curso de los cielos ». 



Según el mismo Kepler, su obra más importante es el libro Hamonices Mundi (Las armonías del mundo), en el que pretende proporcionar una imagen sintética del mundo. 

En ella presenta de forma detallada las distintas esferas del concepto del mundo de la época en una imagen global cerrada. Con una gran precisión matemática se sirve de los cuerpos cristalinos geométricos (los denominados cuerpos platónicos) y de armonías musicales y a partir de ellos representa las distancias y las dimensiones del movimiento de los planetas y de ellas deduce los aspectos. Y de forma casi elegíaca, filosofa sobre la esencia interior de las cosas y el efecto del alma del mundo. En este marco, en tres puntos formula las famosas «leyes de Kepler».

Hasta la fecha, las ciencias naturales atribuyen el significado científico y la gloria de Kepler, exclusivamente a estos tres cortos párrafos. El resto de su trabajo ya no se discute. Para ello se utilizan toda clase de argumentos; sin embargo, su obra contiene argumentaciones y aclaraciones esenciales también sobre el fenómeno de la astrología que son un tanto molestas para los académicos. Aunque al abordar el estudio de su obra deba realizarse un cierto esfuerzo para comprender la forma de pensar y de argumentar de la época, el estudio detallado de este libro me- rece la pena para los astrólogos. Por cierto, existen algunas teorías astrológicas modernas de la música, construidas en base al pensamiento de Kepler (Behrent, Custo, Marko, etc.). 

El método astrológico de los armónicos del inglés John Addey tiene también, en última instancia, sus raíces en las argumentaciones de los aspectos de Kepler. 


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