sábado, 6 de febrero de 2016

Kühr, Eric Carl


Kühr, Eric Carl 

Kühr, Erich Carl, nacido el 13.5.1899 a las 14h16m32s CET en Berlín; fallecido el 18.02.1951 a las 07h30, Gmain. 


Kühr a los 33 años, en el Congreso Astrológico de Stettiner, en 1932 

Erich Carl Kühr empezó el volumen I de su Psychologische Horoskopdeutung (Interpretación psicológica de horóscopos) con las siguientes palabras de Hans Künkel: «El ser humano y su destino son uno». 

De este modo se incluía a sí mismo en una serie de astrólogos que ejercían su práctica desde un punto de vista determinista. Desde el punto de vista del pensamiento psicológico de nuestros días, esta orientación de validez dudosa puesto que parte de la base de que el ser humano no tiene una voluntad libre. Desde esta óptica, el horóscopo muestra de forma exacta el destino de la persona. En esta línea, Kühr intentó determinar mejor el destino de la persona desde el punto de vista psicológico mediante el desarrollo de refinadas reglas de interpretación. La psicología a la que tuvo acceso en ese momento era la de los años 30 y 40, que todavía tenía fuertes rasgos del conductismo de la era victoriana, mezclada con la psicología moralizadora de Klages y sus contemporáneos, y con algunas alusiones al pensamiento freudiano y junguiano. 


Debe reconocerse que Kühr intentó avanzar en la dimensión psicológica de la astrología, lo cual irritó a algunos de sus contemporáneos. No fue el primero en intentarlo pero, en su época, fue sin duda el más consecuente. En sus libros, reelaboró de nuevo una gran cantidad de material de trabajo astrológico sin descubrir nada esencial. Su máxima era la precisión y el refinamiento de los métodos y las técnicas para, de esta forma, alcanzar «resultados de interpretación de elevado contenido individual y de gran exactitud...». 

No se cuestionó las técnicas astrológicas tradicionales aunque la formulación de estos métodos procedieran de la forma de pensar anticuada de la Edad Media y el Renacimiento (p.e.: casas angulares, casas sucedentes, casas cadentes, o también: signos comunes); este tipo de formulaciones contienen valoraciones que las convierten en no válidas desde la óptica psicológica. 

Por otra parte, propagó algunos puntos de vista muy interesantes que, no obstante, resultaron bastante impopulares. Por ejemplo, postuló (según nuestro conocimiento por primera vez en este siglo) una curva de intensidad dentro de las casas, con el valor máximo en la cúspide y el mínimo a 5º antes de la cúspide siguiente. 

Curva de intensidad en el sistema de casas. Propuesta de E.C. Kühr en Psychologische Horoskopdeutung Vol. II. 

De este modo, seguía una antigua regla, según la cual, los planetas situados en la cúspide de una casa estaban más fuertes que en cualquier otro punto de la casa. En 1550, Gerolamo Cardano había establecido en sus aforismos un orbe al respecto: «Si un planeta se encuentra a 5º de una cúspide, tiene su efecto en ella aunque se encuentre antes de la cúspide, es decir, en la casa anterior». (Gerolamo Cardano 1501- 1576, Los siete segmentos de Cardano). Según esto, Kühr preparó un gráfico en el que mostraba la intensidad del efecto de las casas. 

Esta curva no surgió como resultado de un proceso de investigación sino que es el producto de una especulación intelectual basada en la regla antes mencionada que aceptó sin ningún tipo de reparo. Mucho de lo que Kühr presentó provenía de un reconocimiento intuitivo genial que él captaba a partir del intenso deseo de crear una obra didáctica metódica única y completa. 

Kühr debió ser un gran trabajador que siguió su camino de forma muy consecuente. Por eso, muchos colegas lo describen como fanático. No obstante, se le debe considerar una de las figuras principales de la astrología en la zona de habla germánica de la primera mitad del siglo. 

En su libro de carácter más bien de ciencia popular Dein Sternbild, Dein Schicksal (Tu constelación, tu destino) que no cabría esperar de él, tras leer otras de sus obras como Aspektanalyse (Análisis de aspectos) o Psychologische Horoskopdeutung (Interpretación astrológica de horóscopos), desarrolló una profundidad y una exactitud de interpretación asombrosa. Si se omiten sus valoraciones morales en términos de «blanco o negro», se puede aprender mucho de Kühr. Toda su obra tiene un intenso carácter noble y filantrópico. 

Bibliografía: Psychologische Horoskopdeutung, Vol. I y II, 1948-51; Aspektanalyse, 1929; Primär-Direktionstabellen; AO-Tabellen; Berechnung der Ereigniszeiten, 1936; Dein Sternbild, Dein Schicksal, 1952; todos en Rudolf Cerry Verlag, Viena. 


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