INFLUENCIAS ESTELARES
(Astrología Oculta)
Saturno y los demás planetas llamados “maléficos” son los responsables de la mayor parte de los azotes dados por el destino, más es cierto también que ellos no nos pueden dar nada que no hayamos merecido, siendo su propósito no la venganza sino la educación. Cuando lleguemos a comprender esto en nuestro ser interno cesaremos de murmurar y preguntar: ¿Por qué me sucede esto? ¿Qué es lo que hice para merecerlo? Debemos procurar entonces averiguar las causas de nuestros errores, piadosa y resignadamente, de modo que en el futuro podamos evitar los caminos peligrosos, así como los efectos idénticos que sufrimos, aproximándonos cada vez más a nuestro Padre, hasta aprender a besar la cruz. De esta manera, los encuentros con los planetas “maléficos”, no nos dan nada más que oportunidades para corregir nuestros errores y también la sabiduría.
Por lo tanto, un horóscopo no es necesariamente afortunado por tener la mayoría de los aspectos formando trígonos y sextiles. Al contrario de lo que ocurre algunas veces, ya que en la lucha por la vida donde desenvolvemos fuerzas, son bien pocos lo suficientemente fuertes para soportar la prosperidad. Hay probabilidades de que un horóscopo pleno de buenos aspectos proporcione una centella de indolencia, haciendo que el nativo no se esfuerce suficientemente y termine naufragando en el océano de la existencia, mientras que otro teniendo un mapa natal llamado “desafortunado” se levante por encima de las condiciones adversas generadas por cuadraturas y oposiciones, mediante la fuerza de voluntad, conquiste sus estrellas y disponga de su destino.
En tales casos (y existen muchos) el horóscopo “malo” es seguramente una bendición mayor que el otro que es “bueno”. ¿De que nos sirve un automóvil si la indolencia nos hace descuidar tanto su lubricación como mantenimiento? Es muy cierto que con esa conducta nos puede causar solo grandes disgustos. De esa manera, de nada nos servirá un horóscopo que sea “bueno” o “afortunado” que sea, a menos que procuremos engrasar las ruedas de la fortuna prestando toda nuestra atención a las oportunidades que nos depare la vida. Más si realmente hemos sido dotados con ese horóscopo afortunado y hacemos lo mejor de nuestra parte, entonces podremos compararlo a un soberbio y espléndido auto triunfal con el que podremos recorrer los caminos de la vida. Y cuanto más lo aliviemos de pesos inútiles, mayor y mejor será su desempeño.
Las estrellas son llamadas “EL RELOJ DEL DESTINO”. Los doce Signos del Zodíaco corresponden al mostrador; el Sol y los Planetas los punteros de las horas, que indican los años y meses y la Luna es la manecilla de los minutos, que indica los días en que los diversos acontecimientos del destino maduro se deben cumplir.
Aún si consideramos a las delineaciones astrológicas como predestinaciones fatales, entonces el horóscopo representa una maldición más bien que una bendición. Debemos notar que siempre tenemos una alternativa diferente a todas aquellas señaladas por algunos aspectos, por lo que no debemos considerar a nuestro destino como absoluta y fatalmente prefijado, aunque haya algunos casos en que no pueden ser evitados, siempre el hombre tiene el poder de modificar en cierta medida, algunas causas ya puestas en movimiento:
“Un barco zarpa hacia el Este y otro al Oeste
Con el mismo viento como única dirección.
Es la posición de las velas y no el viento,
Lo que determina la ruta que debe seguir.
Como los vientos del mar así es el destino,
Conforme viajamos por la vida:
Es la acción del alma la que conduce hacia la meta,
Y no la indiferencia o lucha desmedida.
En resumen, el horóscopo no crea nada para nosotros. Los planetas no hacen nada más que poner de manifiesto las tendencias que existen en lo íntimo de nuestro ser. Ellos nos señalan una cierta dirección, pero no nos obligan a seguirla. Es siempre la voluntad del hombre, lo que la Astrología no puede determinar, por lo que es imposible ser determinada con anticipación.
Por consiguiente, jamás podemos tener la certeza de que las influencias astrológicas se manifestarán completamente de acuerdo con las delineaciones del horóscopo, ya que no podemos preveer en que medida la voluntad del individuo puede interferir en ellas.
LA VOLUNTAD HUMANA ES PUES
SIEMPRE SUPERIOR A LA INFLUENCIA ASTROLÓGICA. Gracias a Dios que así es en efecto.
Joel J. Monteiro
“CUANTO MAS CRECEMOS ESPIRITUALMENTE, MENOS LAS LLAMADAS INFLUENCIAS MALEFICAS O MALOS ASPECTOS NOS AFECTARAN, ELLOS SON TRANSMUTADOS EN BIEN.”
Max Heindel
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Agradecemos este aporte del Sr. Raúl Sasia
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