jueves, 25 de abril de 2013

EL DISEÑO



CAPÍTULO IV


EL DISEÑO

En el primer artículo de esta serie nosotros discutimos sobre el punto, la línea y el
círculo como los tres fundamentos del arte simbólico. El punto es subjetividad infinita; el
puede ser, por correspondencia, lo incognoscible, el Padre-Madre Dios; la potencialidad de
la Divinidad del ser humano individual. La línea horizontal hacia la izquierda desde el
punto, es el proceso de quimicalización de las potencialidades del punto. El final de la línea
simboliza el estado de extrema “quimicalidad” correspondiente a la mayor densidad de la
materia en el Universo, nuestro sistema solar o el cuerpo físico total del ser humano, la
totalidad de sus potencialidades manifestadas. El círculo es el símbolo de la perfección
infinita de la objetividad. Recuerde que la línea horizontal tiene polaridad; sus extremos son
dos puntos de los cuales se puede producir la emanación. En el símbolo astrológico, el
primer Punto (el Centro) inicia la emanación por el proceso de quimicalización; el segundo
punto (el extremo izquierdo de la línea) inicia la emanación por el proceso de realización de
las potencialidades del centro. El trazado de la línea horizontal hacia la izquierda desde el
centro simboliza la involución; el trazado del círculo usando esa línea como radio,
simboliza la evolución; un círculo completo simboliza las perfecciones inherentes de todas
las potencialidades del punto central en manifestaciones cumplidas; simboliza la esencia de
la idealidad que el hombre trata de realizar en todas sus experiencias evolutivas; el círculo,
en su belleza perfecta, simboliza la manifestación realizada de un arquetipo - en el caso de
nuestro tema, ese arquetipo es la humanidad -. Estos tres símbolos son (como símbolos)
arquetipos; de ellos son derivados todos los otros símbolos arquetípicos.
El diseño es la cósmica Ley del Orden aplicada a la forma y estructura de las
manifestaciones. La figura es la apariencia externa, la condensación de la forma del molde;
la Estructura es las relaciones mutuas de las partes y factores etéricos y físicos de una
manifestación. La Estructura es el resultado total de las emanaciones del centro de la matriz
y la forma es lo que se percibe visualmente de la estructura.
Todos los factores de una manifestación son diseñados porque cada factor es
significativo para los propósitos de la manifestación total. En otras palabras, el diseño de
todas las partes está en concordancia con las leyes de la naturaleza esencial de la
manifestación; el diseño de la manifestación terminada es la apariencia externa objetivada
del arquetipo subjetivo. Piense sobre el “diseño de las partes” y el “diseño externo” del
mamífero (el ser humano, el caballo, la ballena, siendo el “mamífero” un arquetipo). ¿En
qué forma son sus diseños internos y externos semejantes? Piense sobre el cuadrúpedo
(leopardo, castor, antílope, yak); los pájaros (águila, pato, avestruz, zumbador); el reptil,
insecto, pez, etcétera. Considere la tremenda significación del diseño en el mundo natural.
Las flores son un tema excelente para esta clase de estudio porque la belleza de su diseño
incluye la de la forma, el color y la fragancia; la fragancia de la flor es parte de su diseño
tanto como lo son su forma y su color. Toda vida animal tiene un diseño en su tiempo de
reproducción y de gestación; la vida humana tiene diseños de relación y de actividades de
trabajo, desarrollo intelectual e iluminaciones espirituales. Piense gozosamente sobre los
múltiples diseños mediante los cuales la vida expresa sus poderes.
Como quiera que nuestro tema principal de estudio es la astrología, nosotros
limitaremos por medio del arte pictórico (gráfico) nuestras observaciones concernientes al
diseño de aquellas analogías entre la astrología y el arte de pintar que tiene, como su
abstracción, el arte de dibujo de líneas. El diseño está evidente por doquiera en las artes - la
música, el baile, la poesía, el drama, etcétera - pero nosotros para ser breves, debemos
limitarnos a estas dos artes que corresponden más directamente con la astrología.
Si pudiéramos imaginarnos que estamos ejerciendo la facultad de la vista por
primera vez y que estuviéramos totalmente inconcientes de las identificaciones y propósitos
de las cosas materiales en este planeta, veríamos parches de color en cuanto a nuestra
percepción concierne. Nosotros vemos “tridimensionalmente” sólo porque hemos
ejercitado la vista por muchas encarnaciones y exceptuando el breve período de la infancia
cuando nos estamos reorientando a este plano, estamos acostumbrados a la perspectiva.
Pero, hipotéticamente por el momento, si no estuviéramos acostumbrados a la perspectiva,
veríamos todo en término de dos dimensiones. Mirando a su cuarto usted ve lo que usted
reconoce como “grande o pequeño” del cristal, las telas, la madera, etcétera. Olvidando la
identidad y perspectiva, la única “sustancia” que usted ve es el color manifestado por las
formas designadas de las cosas que usted percibe. El color está inherente en la sustancia,
pero el diseño de la sustancia le da forma al color.
Ahora vamos a tratar sobre el diseño en la astrología, que por cierto es un tema
encantador.
Como factor en la esencia pictórica del simbolismo astrológico, el círculo del
mándala astrológico es la armazón de aquello que el astrólogo estudia. Recuerde que la
armazón de nuestras percepciones visuales es la extensión circular de la esfera de acción de
nuestros ojos. Nosotros no vemos a través de una estructura cuadrada o rectangular, el
diseño de nuestros ojos hace posible verlo todo a través de un círculo.
El “ver” se efectúa de dos maneras - o en dos “octavas” -. Una es “visión física”, la
percepción de cosas físicas por el ejercicio de una facultad física que es el foco de dos
órganos similares sobre una cosa o un “punto”. La otra es visión “intuitiva” o “espiritual”
que se efectúa por el enfoque de la “bipolaridad”, y el círculo de la rueda astrológica es
también el símbolo de la “armazón” de esta facultad de “ver”. El astrólogo mira el
horóscopo con el foco de sus dos elementos genéricos - este foco es el ojo único de la
comprensión -; él hace uso de sus recursos intelectuales para calcular el mapa y estudiar sus
elementos desde un punto de vista técnico, pero también hace uso de los recursos de su
memoria de experiencias en encarnaciones pasadas como varón y como hembra para
percibir los valores espirituales de los factores contenidos en el mapa. El astrólogo funciona
como una combinación de ambas polaridades cuando sus percepciones intuitivas son
encendidas por la concentración en un mapa; él comprende la conciencia de ambos sexos y
está capacitado para evaluar las indicaciones astrológicas en conformidad. Este-oeste,
norte-sur deben ser estudiados en todo mapa de cualquier ser humano. Todos nosotros
somos causantes y reactores a los efectos de causas - y siempre lo hemos sido -. El
astrólogo, enfocando la bipolaridad, el Punto Central de su conciencia, puede percibir las
evaluaciones objetivas y subjetivas de las ubicaciones astrológicas y las formaciones de
patrones; en otras palabras, él percibe a través del círculo de su percepción espiritual, las
tendencias de la persona cuyo mapa se está estudiando desde el punto de vista de la
persona, como “Causante, y como Reactor a los efectos de las causas”. El astrólogo debe
conocer la vida del Espíritu al igual que la vida del cuerpo (Conciencia y Acción) - la “vida
subjetiva” y la “vida objetiva”.
Por ser el horóscopo lo que es (una representación simbólica de la interpretación de
los principios de vida por una conciencia individualizada encarnada), nosotros no hacemos
horóscopos de personas desencarnadas ni de arquetipos subhumanos. Grabe este
pensamiento en su mente: el círculo no es el diseño básico del horóscopo; lo es la cruz de
los diámetros vertical y horizontal. El círculo es sólo porque el radio del ascendente es, y el
radio del ascendente es, sólo porque el punto es. El círculo es, en verdad, el último factor en
el simbolismo astrológico porque él es las perfecciones manifestadas inherentes en las
potencialidades del punto. Un círculo en blanco no demuestra la acción de la bipolaridad;
por lo tanto no puede considerarse como el diseño básico. El diseño básico debe cumplir el
propósito dé indicar la acción de la bipolaridad porque esa acción es lo que la vida es. Con
todos los otros factores asequibles, se puede hacer un horóscopo sin dibujar un círculo; pero
para tener un horóscopo cualquiera, es imperativo tener el grado del ascendente - si tiene el
grado ascendente usted tiene automáticamente la cúspide de la séptima casa -. El tener estos
dos factores presenta el cuadro de la complementación básica, y ese factor, más que ningún
otro, es el diseño de la bipolaridad esencial de la conciencia individualizada - la esencia
vital de la vida misma.
Debido a que el diámetro horizontal es una línea, no es en sí ni puede ser un diseño;
pero debido a que sus extremidades tocan la circunferencia del círculo, sirve para crear un
diseño dentro de la rueda. Este diseño de dos semicírculos es el gran símbolo de la simetría
y la simetría es la bipolaridad del diseño; “varón-hembra” es la simetría del sexo y
“masculino-femenino” o “dinámico-receptivo” o “expresivo-reflexivo” son las simetrías del
Género. Esta línea horizontal que sirve para “activar” las potencialidades contenidas dentro
del círculo es el símbolo de todas las diferencias entre las expresiones polares del universo,
o correspondientemente de la naturaleza humana. El diámetro de un círculo no “divide” el
círculo en dos “cosas”; pero sí activa la polaridad de todo lo representado por los
contenidos del círculo que son a su vez, emanaciones del punto central. Además, el
diámetro, que es el aspecto doble del radio del ascendente, es la representación de la
bipolaridad del punto central, desplegado en la forma más simple y directa posible. Los
semicírculos superior e inferior son por lo tanto la expresión cumplida de cada polaridad -
los dos, reunidos, forman el círculo completo - que es el compuesto total de la polaridad.
“Varón y Hembra” son las palabras que simbolizan la quimicalización de las diferencias de
polaridad en el plano generador, del ser. Ahora consideremos el diseño de la bipolaridad de
cada polaridad teniendo en mente siempre que todo, lo representado en un horóscopo es
emanación del punto central:
La relación entre los planetas que nosotros identificamos por el ángulo de noventa
grados es la cuadratura - gran símbolo de la congestión de las potencialidades -. En su
apariencia, como nosotros la usamos, descansa sobre una base horizontal y sus dos lados
son verticales - variaciones del símbolo arquetípico de la Cruz - “comprimidos” dentro de
limitaciones denotadas por la circunferencia del círculo. Este registro del diseño de la
cuadratura es llamado “el mal” por algunos porque representa una tendencia de permanecer
“inexpresivo”, por lo tanto “muerto” que es “anti-Vida”. El “dolor” entrañado en este
registro es la ignición de potencialidades, por fuerzas evolutivas operantes a través de la
conciencia humana a fin de que las potencialidades de vida puedan ser liberadas contra una
inercia interna. Esta cuadratura, aplicada a los contenidos de un círculo, toca el círculo en
cuatro puntos (los correspondientes a los puntos medios de la segunda, quinta, octava y
undécimas casas), los signos fijos del zodíaco, los recursos potenciales del amor al deseo.
La regeneración de estos recursos es la gran magia “integral” de la alquimia, el vértice del
esfuerzo espiritual. Pero estos puntos siendo “puntos medios”, no coinciden con las
cúspides, que a su vez son emanaciones del “Yo Soy” del radio del ascendente. Hay una
sola representación del símbolo de la cuadratura que no sólo coincide con las cúspides de
las casas, sino que es estructuralmente simétrica y equilibrada: la cuadratura cuyos puntos
angulares son las cúspides de la primera, cuarta, séptima y décima casas, los signos
cardinales del Gran Mándala, que son los puntos estructurales de la relación humana básica
y la “inercia” y lo “contrario a la inercia” (la polaridad de los procesos de la vida) están
representadas en esta cuadratura en forma notablemente iluminadora puesto que tratan
directamente sobre la «humanidad de relación».
Coloque un punto en el centro exacto de un pedazo de papel. Desde el punto trace
una línea horizontalmente hacia la izquierda de alrededor de dos pulgadas de largo;
retroceda al punto y trace otra línea de la misma longitud verticalmente hacia arriba;
retroceda al punto. En el lado superior de la horizontal y al lado izquierdo de la vertical
escriba la palabra “varón”. Ahora, desde el punto, trace una línea de dos pulgadas hacia la
derecha, vuelva al punto, una vertical de dos pulgadas hacia abajo, vuelva al punto; usted
ha creado las “líneas de fuerza” en el diseño de la relación humana básica. Coloque
apropiadamente los símbolos de los signos cardinales de acuerdo con el Gran Mándala.
Ahora, el ángulo formado por cada par de líneas sucesivas desde el punto es un ángulo
recto, igual al que se encuentra en los puntos estructurales de la cuadratura de signos fijos.
Aries y Capricornio representan la “inercia” y la “acción” en esta forma: Aries es el “varón
engendrado”; Capricornio es el varón engendrador.
Déle consideración cuidadosa a esto: la “tendencia al mal” que está simbolizada por
el diseño de la cuadratura significa esto: la tendencia de continuar expresándose desde un
nivel de inercia espiritual prolongado. Cuando nosotros no crecemos ni nos desenvolvemos,
retrocedemos; la retrogresión es la blasfemia suprema porque representa la oposición a los
cumplimientos de la vida. Las potencialidades estáticas de la inmadurez deben ser liberadas
y cumplidas, y la “inmadurez” es el “IN-cumplimiento” relativo en cualquier nivel, octava
o ciclo. Volvamos nuevamente a nuestro diseño, los ángulos y las líneas de fuerza en la
figura cardinal y la cuadratura de signos fijos:
En la figura cardinal, trace un pequeño arco cerca del punto que conecta las líneas
representando a Aries y a Capricornio; trace otro pequeño arco conectando la horizontal
superior y la vertical izquierda de la cuadratura fija. Estos dos arcos encierran dos
expresiones de “ángulo recto”; el cardinal está “abierto”, el fijo está “cerrado” - por lo
menos hasta donde las relaciones con los diseños enteros están conectadas -. El ángulo
recto de Aries-Capricornio despliega el cuadrante superior izquierdo de su rueda: el ángulo
recto de la cuadratura fija enfoca el cuadrante superior izquierdo de la rueda. ¿Ve usted
cómo el diseño del aspecto de cuadratura, en su naturaleza esencial representa
potencialidad para el desenvolvimiento y potencialidad para la congestión? Trace arcos en
ambas figuras, análogos a estos dos, relacionando a Capricornio-Libra con el cuadrante
superior derecho de la cuadratura fija, Libra-Cáncer con el cuadrante inferior derecho y
Cáncer-Aries con el cuadrante inferior izquierdo; cada ángulo recto central abierto de la
“cruz” cardinal tiene su potencialidad para la congestión demostrada en los ángulos
correspondientes de la cuadratura fija arquetípica. Estos dos aspectos (polaridades) del
diseño de cuadratura demuestran el “contraataque” recíproco de las tendencias dinámicas y
las de inercia de la conciencia humana. Toda “inmadurez” (puerilidad) de conciencia debe
trascender la tendencia de inercia para su propia realización en el simbolismo del círculo.
Los “ángulos” dinámicos y congestivos en estas dos figuras - puesto que cada ángulo es
una relación de dos factores de las potencialidades del punto-es el impulso eterno de la
polaridad cósmica a través de la conciencia de relación humana de realizar las
potencialidades del arquetipo “humanidad”.
El estudio de los símbolos astrológicos como cuadros es un fascinante ejercicio
mental y estético. Estos símbolos, en su mayor parte han sido usados desde tiempos
antiguos como delineaciones de cumplimientos de principios de vida. Este tratado
pertenece a la esencia geométrica de estos símbolos conforme ellos puedan ser
correlacionados con los valores geométricos del Arte Gráfico del Dibujo, la abstracción del
Arte de la Pintura.
Después de haber experimentado encarnaciones durante muchas épocas, nosotros
tenemos una reacción sub-conciente o instintiva a los diseños geométricos como
representaciones de los principios, acciones y procesos Cósmicos y sus quimicalizaciones
en la Forma. Los diseños esenciales que el artista usa para presentar sus conceptos de los
arquetipos son en sí mismos arquetípicos. Como arte gráfico, la astrología representa la
conciencia del arquetipo “humanidad” - el recurso básico de todo conceptualismo humano-.
La cualidad arquetípica del simbolismo astrológico (“simplismo”) es tal que las
significaciones de los principios representados por ellos se hace básicamente más
comprensible según la conciencia del ser humano sea esclarecida por las alquimias de la
regeneración. Este esclarecimiento resulta en una destilación de poder que sirve, a través de
la manifestación o interpretación artísticas, para estimular, vivificar e iluminar la
conciencia de personas menos evolucionadas. Del mismo modo que la conciencia del
artista es “impregnada” por la armonización de las fuerzas inspiradoras, así mismo el poder
de su conciencia liberado a través de su obra artística “impregna” la conciencia
(conocimiento interno) de los individuos; el resultado, en ambas octavas, es el “nacimiento”
de un nuevo nivel de realización. La respuesta del artista y de los individuos al impacto de
las fuerzas inspirativas es alquimia de una clase sutil; pero muy poderosa. Es magia que
está íntimamente emparentada con la magia del amor porque en ambas se perciben los
arquetipos hasta cierto punto. La inercia del autoaislamiento se disuelve y se vislumbra lo
divino. Cada experiencia semejante, de una persona respondiendo al poder inspirador de la
belleza manifestada es un grado de “Bodas Herméticas” - realización de la “re-unión con el
Yo Superior” -.
Ya que los diseños son emanados de la línea, consideremos el género de las líneas
rectas, que son las abstracciones de las líneas curvas. La vertical es dinámica y estimulante;
la horizontal es quieta y receptiva. Como tales, estas dos simbolizan la causa y reactor a, o
efecto de causa, respectivamente. La diagonal que conecta una vertical con una horizontal
es la reflexión genérica dual de ambas. (El género de las líneas curvas es determinado por
la cualidad de la línea recta que conecta las dos extremidades.) ¿Qué es lo que estimula la
vertical por sí misma? ¿A qué reacciona o por qué es afectada la horizontal por sí misma?
Cuando los lados de un triángulo recto son una vertical y una horizontal la hipotenusa
diagonal está opuesta al ángulo recto y refleja aquello que es generado por la unión de las
dos líneas. Como tal es análoga a la relación de un niño con sus padres, que refleja, hasta
cierto grado, las cualidades del padre y de la madre. Toda línea recta encerrada por un
círculo enciende las potencialidades de los contenidos del círculo; por lo tanto, los
diámetros vertical y horizontal juntos encienden los contenidos del círculo de manera
cuádruple los cuadrantes iniciados por los signos cardinales; cada semicírculo es
“encendido” por lo tanto en forma doble, lo cual resulta en el cuadro de la vibración
simpática la cual une a Padre-Madre-Hijo-Hija para formar el “círculo” del patrón de la
familia humana. Están cualificadas dos clases de vertical y horizontal por las cuatro
diagonales, así como “hombre-mujer” están cualificados como “procreadores” por los hijos
engendrados por ellos.
Los diseños y formaciones de líneas no sólo implican figura y forma sino también
acción, liberación, congestión, involución, evolución, estática, radiación, gravitación y
muchas otras clases de acción de la vida. Estar estático significa estar “equilibrado entre
movimientos precedentes y sucesivos” - y el movimiento es alquimia cósmica. Nada en la
vida manifestada es eternamente estático, pero este estado de equilibrio es justamente tan
importante como el movimiento porque la radiación de poder sigue al foco de poder. El
Universo quimicalizado es el medio de la naturaleza de enfocar sus poderes, así pues
realmente, la palabra “estática” significa “enfoque”; no significa, ni puede significar,
“muerto” o “no viviente”. Desde este punto de vista, consideremos algunos símbolos
astrológicos “estáticos”.
Todos los símbolos simétricos trasmiten una impresión de estar estáticos porque
ellos están balanceados lateralmente, pero hay una gran diferencia entre los símbolos
simétricos abiertos y los cerrados. Los símbolos astrológicos más estáticos son los del
aspecto de cuadratura y los del Sol. De estos dos, el aspecto de cuadratura (debido a que
carece completamente de curva o diagonal) es el más estático. Este cuadrado con su base
horizontal, está “todo hacia arriba, y hacia abajo atravesado” con ángulos “inflexibles” y
completamente falto de fluidez o de adaptabilidad. Es la solidificación de los cuatro
ángulos rectos inherentes en el punto central y su “personalidad” puede describirse como:
compresión, rigidez, poder encadenado, implacabilidad, pesadez, inmovilidad,
cristalización, presunción de rectitud, obstinación, prejuicio, ignorancia del temor, la “Ley
literal”, y la insipidez. Puesto que su significación astrológica como símbolo es congestión
de potencialidades, obtenemos del símbolo de aspecto de cuadratura una impresión de
“fuerza”, pero sugiere fuerza que no ha sido utilizada, músculo e inteligencia que no han
sido ejercitados; potencialidad de amor corrupto por el odio y el interés personal (de la
clase mala). La cuadratura es “definitiva” y “bien clara”; así mismo, son sus efectos.
Cuando experimentamos el estímulo de nuestros aspectos de cuadratura (fuerzas de vida
que tratan de librarnos de las congestiones de la inercia y de la inmadurez), ésta nos habla
en su modo brusco, violento e irreconciliable… Es como la “gente franca” que se expresa
con precisión y efectividad, pero que carecen de tacto y de gracia. La cuadratura es la
representación de “dos por dos”, la esencia de la estructura formal y por lo tanto la esencia
de lo que es conocido en el arte como “clasicismo”. El arte clásico se preocupa por la
simetría de estructura y la claridad de contorno cualquiera que sea su medio. El arte clásico
mediocre es “congestión en la forma” y “carencia de poderes inspiradores”; el gran arte
clásico los une felizmente. En sus aspectos, arte, naturaleza humana, o cualquiera otra cosa,
la cuadratura es poder en un estado de inercia relativa; estudie dibujos enfocados en el
diseño de cuadratura; ¿cuál es su reacción a ellos?.
Los diseños circulares, por su naturaleza esencial, son de dos tipos principales: el
circular estático es radiante, el circular movible es circunvolutivo. Los tres grandes
símbolos astrológicos radiantes son los del Sol, la rueda misma y el aspecto de sextil; los
dos primeros son cerrados, el tercero es abierto. De los tres, el sextil es el más radiante
porque sus “rayos” no están circunscritos. Solamente el punto en el centro del símbolo del
Sol lo hace sugerir radiación; el círculo del símbolo es realmente una imagen de realización
de las potencialidades de un arquetipo específico. La rueda astrológica es un “símbolo del
Sol en gran escala” - las líneas de fuerza de la cual son las doce octavas básicas de “Yo
Soy”, que a su vez, es la potencialidad quimicalizada del punto central -. Los tres
diámetros, o seis radios, representados en el símbolo de sextil son la Trinidad Espiritual de
los signos de fuego y de aire - la polaridad masculina de los sexos femenino y masculino de
la humanidad -. Ello representa, por su “ilimitación”, la universalidad de la alquimia
centralizada en lo Incognoscible, Padre-Madre-Dios o el ser humano individual. El efecto
del diseño radiante es de impacto e iluminación - la sensación que acompaña al ejercicio
alquímico -. Cuando usted experimenta el “impacto” de un esfuerzo alquímico, su plexo
solar es análogo al centro del símbolo del sextil en relación con su cuerpo. La emanación de
su conciencia vigorizada o regenerada puede extenderse indefinidamente al mundo de otras
personas y condiciones. Si usted enfoca su conciencia vigorizada en una cosa o condición
entonces usted “la limita con un círculo”. Fíjese en el Sol, la Luna y las estrellas cuando
están brillando en plena luz; mire las caras de las personas cuando ellas sonríen; ¿qué
hacemos nosotros para expresar un saludo amistoso? Nosotros irradiamos al extenderle la
mano a la otra persona que la toma en la suya. Este es el enlace de los trinos de fuego y de
aire de las líneas de fuerza del sextil para crear un doble intercambio magnético. El diseño
radiante se acerca a nosotros desde el centro de su tema, así como la gente se acerca a
nosotros y nosotros a ella. Un diseño radiante representando un asunto desagradable en
extremo puede repelernos como nos repele la gente desagradable, y como repelemos
nosotros cuando somos desagradables. Cuando el asunto mismo es de una naturaleza
inspiradora, la “irradiación del sextil” puede vigorizarnos con un impacto de belleza e
inspiración que transmite un sentimiento de exaltación y renovación. Estudie diseños de
irradiación en cuadros. Sienta usted el arquetipo de éstos.
El diseño circular circunvolutivo simboliza acción recurrente alrededor del puntó
central. Es más “movible” que el tipo radiante y su significación interna presenta un
arquetipo bastante diferente. En astrología tenemos dos diseños circulares circunvolutivos
básicos: Cáncer y el aspecto de oposición. Este tipo de diseño es tal vez el que trasmite más
claramente una impresión de “gracia” - es muy femenino en cualidad, siendo rítmico y
completamente curvo -. El original del símbolo de Cáncer fue el símbolo Taoísta llamado
“Yin y Yang”; la envoltura de las dos figuras curvas por un círculo hace a la palabra madre
arquetípica el símbolo de la bipolaridad de la semilla (la que está encerrada en la matriz);
Cáncer, cardinal y generador, está regido por la Luna, cuyo símbolo básico es un
semicírculo vertical; la línea conectando sus extremos es la vertical de la cuarta y décima
casas astrológicas - la “línea de la ascendencia” -. El diseño circular - circunvolutivo,
aunque sugiere movimiento transmite también una impresión de monotonía - repetición
continua hacia y desde el centro. No es congestión como en la cuadratura; en una figura
cerrada como “Yin y Yang”, este diseño es la latencia de energías aún no expresadas, o
flujo y reflujo Cósmico desde el centro y de vuelta al centro a través de octavas evolutivas,
como en el símbolo del aspecto de oposición. La esencia de esta clase de diseño transmite a
nuestro conocimiento interno el rítmico “retorno al reposo”, que es la transición, o el sueño
que es una “pequeña transición”; es calmante en su efecto, extendiéndose hacia afuera, pero
curveando eternamente en sí mismo en “repliegues” primorosos de línea.
El símbolo del aspecto de oposición tiene algo de la misma monotonía, que el
símbolo de “Ying y Yang” con la adición de un factor dinámico; la “línea básica” de este
símbolo es la diagonal hacia arriba y el “rudimento de la aspiración” está implicado en ese
modo. Como factor astrológico, este diseño está enfocado en tres puntos: los puntos medio
de la segunda y octava casas y el punto central de la rueda; su significación esencial es:
opción entre expresiones no regeneradas y regeneradas o la transmutación de los dos polos
del diámetro del deseo (Tauro-Escorpión). Este símbolo, por su “flujo” continuo desde el
punto central a la segunda y octava casas, implica la repetición de patrones de experiencia,
en más y más altas octavas, hasta que la regeneración de la naturaleza de deseos sea
destilada. Este símbolo, como diseño artístico de dos círculos tangentes entre sí, en el punto
central, representa la transmutación del deseo de posesión por personas de ambos sexos a
través de la mayordomía (Tauro-segunda casa), y a través del amor (Escorpio-octava casa);
cada uno de estos puntos representa una octava de la potencialidad de deseo y el atributo
del amor - este diámetro es polarizado por el diámetro complementario de Leo-Acuario que
son las octavas personales e impersonales del Poder del Amor -. Piense en una película
cinematográfica de una persona en un columpio: dos movimientos hacia arriba y dos hacia
abajo, comenzando y terminando en el centro de gravitación; hay un ritmo y pulso en el
vaivén de este tipo de símbolo; es el eterno impulso de aspiración de la humanidad,
“irrumpiendo” desde el “principio” estático de cada octava.
El más dinámico de todos los diseños circulares es la espiral vertical; éste es un
diseño de línea de la esencia del círculo perpetuado en el tiempo, el espacio y la conciencia.
Es abierto, simétrico, rítmico y, más que ningún otro diseño, transmite un sentido de
progreso eterno. Es el más estático de todos los símbolos porque (y cuando lo estudiemos
veremos esto) simboliza involuntaria y evolutivamente la acción eterna del fuego cósmico.
La “pir” de “pirámide” significa “fuego” y la pirámide equilátera es la forma quimicalizada
del triángulo equilátero. El triángulo equilátero es a su vez la forma externa esencial de
aquello que es representado por las espirales involutivas y evolutivas en representación
bidimensional. Piense sobre una pirámide: cuatro triángulos equiláteros cuyas bases son los
lados de un cuadrado; un círculo circunscribiendo el cuadrado puede ser considerado como
el primer nivel básico de la espiral. En su imaginación mire la pirámide desde la cúspide:
esta vista de la pirámide presenta un punto central, el cuadrado dinámico de los signos
cardinales del Gran Mándala, con sus cuatro líneas diagonales bipolares. Los cuatro
ángulos rectos de este cuadrado son las reflexiones encerradas de los ángulos centrales de la
rueda formadas por la intersección de los diámetros de Tauro-Escorpión y Leo-Acuario;
ellos corresponden a los cuatro ángulos del cuadrado estático que son las reflecciones
encerradas de los ángulos centrales formados por la intersección de los diámetros de Aries
Elman
Libra y Capricornio-Cáncer. ¿Reconoce usted la rueda astrológica en esta “vista”? De
cualquiera de estos puntos estructurales cardinales (hijo, hija, padre y madre, varón y
hembra de causante y reactor inmaturo y maduro a los efectos de causar) el “engendrado de
Dios”, la humanidad encarnada implicada, comienza su retorno a su “perdido Edén”, el
punto central del círculo, el vértice de la pirámide. La Humanidad en su Cuerpo
Manifestado, evoluciona por medio del ejercicio del Amor-Sabiduría destilado, no hacia un
“punto de disolución”, sino hacia la realización de la fuente, que es el ser perfecto. La línea
espiroidal continúa de encarnación en encarnación, ronda y ronda, a través de los patrones
de relación humana, por ciclos sucesivos de experiencia y de octavas de conciencia, pero
siempre hacia arriba desde el círculo. Según los círculos espirales se alejan de la
diferenciación del cuadrado básico, ellos se vuelven más y más pequeños, prosiguiendo
continuamente hacia la Unidad indiferenciada del punto del vértice, el punto central de
círculo. Trace una espiral circular, comenzando donde correspondería al punto ascendente
de un horóscopo; reconozca, a medida que usted “desarrolla” la línea espiral hacia el punto
central que usted se está librando de la separatividad quimicalizada y se está volviendo más
y más concierne de su fuente espiritual, de su “Divinidad”. En la representación
quimicalizada, nosotros no vemos el círculo básico ni la línea espiral. Mirando a la
pirámide “de frente”, ¿qué vemos? El triángulo de la identidad y atributo espirituales - el
poder del amor-sabiduría inherente en cada una de las identidades humanas básicas de las
cuales todos participamos en nuestra jornada evolutiva espiral.
De modo que, la verticalidad, la horizontalidad, diagonalidad, reactividad,
circunvolucionidad, estática, congestión, franqueza, éxtasis espiral, y todas las otras
numerosas cualidades que son sugeridas a nuestro conócimiento interno por las direcciones
de todas las emanaciones de puntos estructurales de diseño son los atributos de lo que el
artista que dibuja y el astrólogo que interpreta ejercitan en sus habilidades manifestadoras e
interpretadoras.
Estudie nuevamente los símbolos astrológicos con la “conciencia libre” para
percatarse mejor de su cualidad de diseño. Su percepción astrológica se hará más y más
sensible e iluminada. Usted encontrará con el tiempo que está desarrollando una percepción
sensible de los diseños cósmicos que son inherentes en la personalidad humana, la
experiencia, la relación, y todos los procesos por los cuales se logran los cumplimientos
espirituales. Su propia vida se verá de día en día como un recurso para la expresión de su
conciencia de lo bello. Otras personas representadas por los horóscopos que usted estudia,
asumirán, en vuestra conciencia, una belleza y mérito intensificados.

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del libro " Estudios de Astrología VI ", de Elman Bacher

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