lunes, 15 de abril de 2013

LA ASTROLOGÍA TRATA SOBRE EL GOBIERNO




CAPÍTULO II



LA ASTROLOGÍA TRATA SOBRE EL GOBIERNO

El gobierno es el “funcionamiento del Universo en conformidad con los Principios
Cósmicos”. Es el Directivo Único que impele la causa de toda acción creadora y
epigenética en el Cosmos y organiza y armoniza sus efectos. Siendo la expresión de la Sola
Voluntad, el gobierno cósmico es Autocracia arquetípica; es el patrón raíz por el cual todo
Logos ordena microcósmicamente la vida de su manifestación y es lo que en términos
humanos designamos maestría. El gobierno, en cualquier octava, es un aspecto del Poder
Directivo simbolizado por el Sol; todos los poderes planetarios son derivados de esta
Unidad.
El diseño simbólico que llamamos “aspecto de cuadratura” - un cuadrado asentado
sobre su base horizontal - es el gran símbolo de congestión comprimida de potencialidades.
Está hecho de dos expresiones de la vertical dinámica y dos expresiones de la horizontal
receptiva; representa la contigüidad de opuestos diametrales aparentemente en contienda
mutua. La congestión tiene un efecto de degradación gravitante, de inhibición, de supresión
de posibilidades de expresión y retraso de la acción expresiva y respondiente. Ella pinta una
intensificación de la tendencia a la inercia que, después de cierto grado, es la muerte de la
forma como vehículo del Espíritu. Esto describe el “reino del Diablo”, el dominio de la
expresión por la supresión, la sumisión de la “marcha hacia adelante y hacia arriba” a la
“marcha hacia adentro y hacia abajo”. El Espíritu, Poder Solar, en su expresión doble de
Amor-Sabiduría, busca siempre, en la conciencia humana, destronar y desintegrar este
“reinado de las tinieblas”.
El símbolo del gobierno como Ordenamiento Cósmico o Arquetípico es el cuadrado
diagonal. Éste es el cuadrado simétricamente balanceado, colocado sobre su ángulo
inferior. Cada una de sus cuatro líneas es una diagonal simétrica, por lo tanto, cada una
combina verticalidad y horizontalidad. Aquí vemos la diferencia, como símbolo de la
conciencia, entre este cuadrado y el cuadrado estático. Por lo tanto, se representa un orden
rítmico por el recorrido alrededor de su circunferencia. Cuando la cruz de los diámetros
horizontal y vertical es incluida en este cuadrado, cada una de las dos líneas biseca un par
de ángulos opuestos y la polaridad de cada punto del ángulo es de tal modo objetivada. Por
medio de esta bisección cuádruple de los ángulos es exteriorizado el Masculino-Femenino
del Varón-Hembra del Inmaduro-Maduro de microcosmos de cualquier arquetipo. Nosotros
estamos interesados en seres humanos como individualizaciones del arquetipo
“Humanidad”, así que, este cuadrado diagonal describe macrocósmicamente el gobierno de
este arquetipo, y microcósmicamente la “conciencia de gobierno”, pasiva y activa, del ser
humano individual.
Ahora transportamos este símbolo a la octava del simbolismo astrológico. Coloque
el símbolo circular del Sol en el centro (la unión de las dos líneas de la cruz) y los símbolos
de Aries, Capricornio, Libra y Cáncer en los puntos angulares izquierdo, superior, derecho
e inferior, respectivamente. El resultado es el Gran Mándala sin su círculo circundante - el
“esqueleto” de la Humanidad como un arquetipo en evolución - no evolucionado - y el ser
humano individual como un microcosmo en evolución epigenética. Trataremos sobre los
“problemas” de “Gobierno de humanos por humanos” conforme se especializan en los tres
tipos básicos de “ser gobernado”.
Considerando la esencia dinámica de Aries-Marte con la “personalidad” del
arquetipo humano encarnado, nosotros estamos susceptibles a los “medios reguladores”
representados por los otros tres puntos estructurales, todos los cuales son, hablando
genéricamente, más femeninos que Aries. La polaridad femenina del Cosmos es la que
recibe y da forma a las esencias dinámicas. Así como Aries, a través de Marte, “sopla sus
energías desde el punto del Ascendente”. Capricornio-Saturno, Libra-Venus y Cáncer-Luna
representan los organizadores y coordinadores de las expresiones vitales. “Aquello de
donde Aries proviene - como la “cosa encarnada” en este mándala - es paternidad y
maternidad por medio de la paternidad o maternidad, la forma individualizada es procreada,
sostenida, protegida y alimentada.
Por lo tanto, Cáncer-Capricornio como paternidad o maternidad arquetípica, es el
primer coordinador – gobernador - de la expresión del individuo. El primero, de éstos, no
obstante, es Cáncer el símbolo de la Matriz y el gran símbolo de la fuente seminal. Esto, en
términos de grupo, es gobierno para la perpetuación y preservación de las formas; es la
forma más primitiva de gobierno de grupo. El ser humano primitivo fue sometido por
completo al poder directivo de los jefes de la tribu y su significación no era como un
individuo para sí mismo, sino como un factor de la unidad tribal. Su evaluación para la
tribu era física; su fuerza, proezas, habilidad combativa y generadora eran las señales
inequívocas de su valor para la vida de la tribu. Su identidad era tribal, su virtud constituía
la obediencia a los directivos de los jefes. En relación con ese directivo estrecho, él era un
“niño” y niño permanecía hasta que, con el tiempo, él empezaba a realizar la conciencia de
sí mismo como individuo. Aceptar el directivo externo incuestionable, irreflexivamente, es
estar sujeto al principio paternal o maternal de gobierno, secular o religioso Y esto se aplica
a la gente que vive ahora, al igual que a la gente que habitaba las junglas hace miles de
años.
Los gobiernos que fomentan tales actitudes en su pueblo como adhesión ciega,
irreflexiva, en cualquier forma, a semejante concepto como el de la “Madre Iglesia”,
patriotismo fanático, dependencia de la opinión grupal y del sentimiento grupal para su
guía, prejuicio y odio racial, o propensión habitual a la subvención del gobierno para el
sostenimiento material, son los que están funcionando como moldes externos de una
conciencia muy limitada. Ellos tienen su destino kármico y evolutivo, y Como Tales Ellos
Son Buenos. Pero ningún gobierno de esta clase fue, ni puede ser, un patrón permanente
para ningún grupo porque su función esencial es coordinar y enfocar un estado primitivo
colectivo. La evolución sirve para trascender el estado primitivo en cualquier octava.
Cáncer-Capricornio es estructura arquetípica; es el símbolo de la seguridad para el
subconsciente de la humanidad. Simboliza “aquello que fue”, y la gente primitiva
(ignorante, temerosa) se apega a un estado externo establecido (padres, hogar, iglesia,
concepto de nacionalidad, etcétera) para lograr la seguridad. El gobierno que se congestiona
en esta función, desalienta el esfuerzo y el pensamiento del individuo; y en ese rumbo se
halla el sendero hacia la dictadura, que es “gobierno paternal” que se ha dejado convertir en
instrumento para una conciencia de poder negativa, intensamente centralizada (de un
individuo o un grupo de individuos o naciones aliados). En tiempos primitivos la gente
medraba y progresaba bajo la administración protectora de hombres relativamente sabios;
pero el mismo tipo básico de gobierno, en manos de personas sin conciencia y sin corazón,
convierte la cualidad paternal en tiranía, por la cual los residuos colectivos de odios, codicia
y crueldades se enfocan en las ansias de poder del gobernador que personifica una nación
semejante. Este tipo de gobierno se Degenera desde el momento en que el bienestar del
pueblo en conjunto es desconsiderado o cuando la iniciativa y la expresión individuales son
debilitadas por la prodigalidad. El exceso de protección y liberalidad están tan en
desacuerdo con los principios gubernamentales como lo son la supresión cruel y la
desconsideración a los derechos humanos. Nadie evoluciona si copia en su vida personal el
ejemplo degenerado de malos gobernantes; él simplemente acrecienta poder negativo al
“poder para el mal” del gobernante y añade a la colectividad, el mal congestionado, de sus
semejantes. Aceptar la munificencia nacional o gubernamental como una “asistencia
oportuna” y usarla para su propósito (para continuar de nuevo) está de acuerdo con el
principio del tipo de gobierno; habituarse a aceptar auxilio del “Gobierno-Padre-Madre” es
traicionar los incentivos de uno para el crecimiento, la realización y la madurez. (Padre -
gobernantes de sus círculos familiares - ¿alientan ustedes la dependencia en sus hijos? ¿O
alientan ustedes el ejercicio de la razón y la habilidad para que sus hijos puedan desarrollar
rítmicamente la madurez de la confianza propia?).
En verdad, algunos adultos están tan condicionados que ellos se sienten que no
tienen razón de existir a menos que alguien esté recostado sobre ellos; prefieren “sentirse
fuertes por la comparación” que tratar de estimular las habilidades individuales del más
débil. Ellos están funcionando, subconscientemente, para tratar de compensar un complejo
de culpabilidad (responsabilidad incumplida). Ellos resienten cualquier intento de la
“persona más débil” de desarrollar sus propias potencialidades y son en este respecto, no
muy diferentes de algunos políticos que prometen darlo todo por un voto. Piense sobre esto
en término de las condiciones actuales. Ser prominente y estar altamente colocado, ser
llamado maravilloso, grande, bondadoso, generoso, etcétera, es el todo y el fin de lo que
ellos llaman felicidad; y ellos están condicionados - y deseosos - de dar cualquier cosa en
pago de esta clase de aprobación. Una familia formada por dos padres semejantes, una
nación dirigida por un gobernante tal, lograrán casi los mismos resultados: un hijo parásito,
inseguro, por una parte, y una masa de ciudadanos inseguros e irresponsables por la otra.
La polarización de este tipo gubernamental es Capricornio. La vibración de Saturno,
símbolo del tipo aristocrático de gobierno. Su palabra clave es Jerarquía: es el primer tipo
extendido a mucho más difusión de expresión por muchas clases que, congestionadas e
irredimidas, resulta en infamia de casta. Cuando está cultivada ella proporciona la
manifestación de la cultura y el refinamiento (externamente, por lo menos) y el ejercicio de
la abundancia a través de riqueza para propósitos artísticos y educativos. El vicio de este
tipo de gobierno se observa en el énfasis de la superficialidad (ascendencia, antecedentes de
familia, el dinero) como normas por las cuales es valorado el individuo. La regla o lema:
“Mientras tanto que aparezca bien, ello es bueno”, es típico de la evolución superficial de
este tipo. La ambición de lograr un puesto en la jerarquía toma el lugar de la aspiración de
realizar el mejoramiento propio; la adherencia a normas cristalizadas formales de conducta,
de pensamiento y de creencia, puede designar la identidad de un “miembro en buena
reputación”, pero escasamente puede tomarse como la identidad de una persona que está
ejercitando sus valores y capacidades individuales. Saturno, la condensación de matriz,
caracteriza este tipo a través de la tendencia de resistir tercamente a los cambios
necesitados; el mantenimiento de formas establecidas se convierte en un propósito tan fijo
que los adelantos de beneficio para todos son ignorados o desdeñados. La práctica por
largos períodos de tiempo, del capital congestionarse en puntos específicos de la jerarquía
engendra la corrupción, porque desalienta el ejercicio individual. El “fluido” monetario - la
sangre vital del cambio práctico - es un medio por el cual los ser-es humanos pueden lograr
ciertos beneficios mediante el uso de sus facultades e inteligencia individuales. Cuando es
transmitido a través de generaciones en una esfera relativamente limitada se convierte en
una “prueba kármica” para individuos tomarla y usarla sin hacer esfuerzo para ellos
mismos y de ese modo debilitarse, o hace posible una compensación material, de naturaleza
kármica, a aquellos que están condicionados a usar sabiamente el mejoramiento, el
progreso y el bienestar de ellos mismos y de otros. Sin embargo, un verdadero aristócrata
no necesita antecedentes de familia, esto y aquello de linaje, tanta riqueza heredada y tal o
cual “posición” para demostrar el refinamiento de su naturaleza y sus inclinaciones. Él
agracia y embellece cualquier “puesto que Dios haya creído propio para él”, su influencia
es de refinamiento, en todos los que lo conocen. El gobierno aristocrático que utiliza al
público, pero que ha olvidado que él también tiene un patrón de servicio que cumplir al
público, traiciona sus mejores cualidades. El tener las ventajas de la educación y no usarlas
para mayor bien, tener acceso a grandes sumas de dinero y congestionarse en trivialidades,
desdeñar a sus semejantes por diferencia de posición, no es aristocracia: tan sólo es una
sombra de su máscara. Y la máscara sonríe cínica y feamente. La aristocracia da a la
humanidad la oportunidad de observar su conciencia colectiva de la separatividad en la
acción.
El estudio de gobiernos aristocráticos a través de varios períodos históricos y en
diferentes naciones nos dice lo que finalmente ocurre cuando nosotros, por un concepto
ilusorio, tratamos de separar de nuestros semejantes, nuestros patrones de destino comunes.
Este concepto difundido a través del mecanismo de la religión organizada, cristiana u otra,
ha resultado en algunas de las más terribles causas kármicas porque por su propia
naturaleza, trata de combatir aquello mismo que toda religión trata de establecer: el siempre
clarificado sentido de la Unidad (de Dios y de la Vida) en la conciencia humana. El padre,
separado en su conciencia, de su hijo como semejante humano, dice: “Haz lo que te digo.
Yo soy tu padre”. No hay nada en una manifestación semejante que apele a la razón o al
corazón del niño. Ello sirve para intensificar su sentimiento de diferencia de inferioridad en
relación subordinada a su padre en lugar de aumentar la confraternidad.
La “Egoidad” de Aries como Ascendente de este mándala pinta a la Humanidad
como un gobernador propio potencial porque por atributo es un manifestador
individualizado. La mayor parte de nosotros por lo general no tenemos la conciencia de
poder para gobernarnos a nosotros mismos, menos aún para gobernar a otros. Pero, como
somos manifestadores, nosotros influimos (una octava microcósmica de gobernación) en
otros por todo lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Hay sólo un Ascendente,
arquetípico o concretamente, y como la gobernación es el ordenamiento del Cosmos,
nosotros podemos mejorar la cualidad de nuestra influencia sobre otras personas. Es cierto,
y éste es un punto interesante, que nosotros no podemos gobernar ni influir sobre nadie que
nos es indiferente o que está más perfectamente organizado que nosotros: estamos influidos
por esas personas mucho más de lo que podemos afectarlas. Por lo tanto, tenemos que
gobernarnos mejor a nosotros mismos para que podamos atraer mejor “influencia de
gobernación” de los otros. Aplique esto a la relación de la colectividad de una nación a sus
regentes hereditarios o electos. Fíjese a la historia de la civilización de Francia bajo los
reinados de Luis XIV, XV y XVI. La corrupción y el cinismo de los dos primeros
exteriorizaba perfectamente gran parte de lo que estaba degenerado en los conceptos de
vida generales del pueblo. La ineficacia de Luis XVI hizo posible a las fuerzas
disgregativas de la rebelión - él no podía defender ni aún la clase que representaba -
disolver la cristalización de esa fuerza particular de gobierno aristocrático y preparar el
terreno para la forma más democrática.
Si nuestro propósito de vida requiere que ejerzamos poder en puestos públicos,
entonces sabemos que tenemos la oportunidad de colocarnos como símbolos de buena
influencia o de mala influencia; nosotros simbolizaremos lo que concibamos que son los
principios de gobierno. Podemos permanecer congestionados en nuestra ignorancia de estos
principios y por lo tanto reflejar la ignorancia de la gente que representamos o podemos
adaptarnos para aprender y así simbolizar una cualidad de vibración de poder en
mejoramiento continuo.
Tomando en consideración el Gran Mándala vemos que el diámetro Cáncer-
Capricornio - como “línea de los padres” - ejemplifica el patrón de “gobierno del pueblo
por el pueblo”: los dos tipos de gobierno representado son el comunal (Cáncer) y el
aristocrático (Capricornio). Consideremos ahora la significación de Aries como expresión
de regencia individual:
La cualidad de “YO SOY” de este signo simboliza el sentido de la seidad
individualizada. Puesto que es aquello que hace posible toda expresión como
individualización personal, es también aquello por medio de lo cual todas las octavas de
regencia humana se hacen posibles. Un gobernante - de cualquier clase - no puede ser en
ningún momento más de lo que él es como ser humano individual: la expresión de su
regencia es proyectada a través de la conciencia de sí mismo como persona. Tenga en
mente que la gobernación, en el sentido político, es una extensión de la paternidad o
maternidad. Las mismas palabras claves que se aplican a diferentes tipos de gobernadores,
se aplican también, en su sentido más localizado, a diferentes tipos de padres. Esto es así
porque la cualidad matriz del diámetro Cáncer-Capricornio designa nuestra ciudadanía en
el grupo de la familia y en el grupo de la nación en los cuales encarnamos por ley kármica y
atracción vibratoria.
La octava vibratoria más baja de Marte se ve que está en su función como liberador
de las compresiones de Plutón-Escorpión. Éste es el regente como dictador autocrático. Su
“YO SOY” es “Yo Soy un símbolo personalizado de las congestiones de ignorancias, odios
y codicias de mis súbditos”. El zar ruso, Iván el Terrible, fue un perfecto ejemplo de este
tipo de gobernante; su pueblo fue un lote bárbaro, ignorante y brutal, y su subordinación a
su gobierno infamemente despótico era el epítome de la esclavitud. La siguiente octava -
sincronizando con las necesidades evolutivas del pueblo ruso - fue ejemplificada por Pedro
el Grande. Todo lo despótico que fue “el Terrible”, este hombre funcionó en una octava
más alta de percepción y propósito. Su voluntad, enfocada enormemente, sirvió para
coordinar su pueblo y él trabajó durante años para desarrollar y extender el poder
económico de su país y traerle a éste, por lo menos, los vestigios de la cultura occidental
europea. En este tipo de gobernante las características de insensibilidad, brutalidad violenta,
egotismo, y la falta de compasión, están fuertemente pronunciadas. Su egotismo, sin
embargo, sirve un propósito muy importante: el de soldar la nación en una identidad y
unidad coherentes. El “Yo Soy” latente de la vibración grupal de la nación es encendido por
el poder del “Yo Soy” personal del regente autocrático. El “Yo Soy” de un regente
aristocrático degenerado está ejemplificado en el carácter y personalidad del rey Luis XV
de Francia. La vacuidad y el cinismo de este hombre, símbolo del gobernante de uno de los
períodos más degenerados y corruptos en la historia de esta nación, exteriorizó
perfectamente los negativos cristalizados de este tipo de gobierno - el de la jerarquía - la
forma que provee puntos de concentración de poder dentro del edificio nacional. Un
ejemplo de este tipo de gobierno regenerado - y ella fue un ejemplo notable - fue la gran
reina Isabel de Inglaterra. Culta, de una erudición enorme, consagrada al progreso y
bienestar de su país con todas las fibras de su ser, esta brillante e intrépida mujer simbolizó
las aspiraciones culturales y económicas de su pueblo vigoroso y emprendedor. Ella fue
definitivamente una figura superior a muchos de esos gobernantes de sociedades con la
conciencia de clases, en que su intenso amor patriótico la hacía aborrecer la guerra y la
destrucción; ella ha sido considerada como la más humanamente motivada e iluminada
regente de su época y una de las soberanas más sobresalientes en la historia humana. La
unificación de su país como poder mundial, bajo una motivación de intenso orgullo
nacional, recalcó la cualidad Capricorniana de superioridad que caracteriza a esta nación:
un ejemplo interesante de la modalidad de personalidad nacional. Degradaciones
adicionales de concepto jerárquico - y éste en la forma más cristalizada - se ven en el
concepto milenario de casta en la India, disuelto tan sólo recientemente. Este concepto
(derivado de la idea humana imaginaría sobre la Jerarquía Cósmica) proporcionó esclavitud
kármica a millones de seres humanos por muchas épocas.
Ha habido varios ejemplos extraordinarios de gobierno de Cáncer. Éste es el tipo de
gobierno que está enfocado en la perpetuidad del bienestar, material o espiritual. La
corrupción de este patrón se observa cuando se da dinero, alimentos, entretenimientos,
etcétera, al populacho, por individuos como los gobernantes romanos Nerón y Calígula. En
estos casos, un gesto externo de interés por el público, enmascaraba un temor y una codicia
horribles. Ellos ejemplificaban, en su política de dar, los peores aspectos de este patrón de
gobierno. En el gobierno regenerado de la religión humana de los cuáqueros, vemos uno de
los mejores ejemplos de este tipo de gobierno en los tiempos modernos. Su política de
pacifismo universal, es, por supuesto, una motivación espiritual de tremendo poder para el
bien en el mundo. Su contribución al bienestar humano ha sido extraordinaria. La
administración del Ejército de Salvación es otro ejemplo. El servicio de enseñanza y
curación prestado por ciertas órdenes religiosas representa un excelente aspecto de este
concepto de gobierno. Aún aquellos que funcionan completamente en las llamadas
“ordenes contemplativas”, efectúan, si están suficientemente evolucionados, una
contribución redentora notable por medio de su trabajo en los planos internos; este servicio
no es percibido u observado por el mundo exterior: es un nutrimento, vibratorio basado en
la renunciación de la conciencia de la personalidad. En verdad, podemos considerar que la
vibración de Júpiter, como significador de la casa novena abstracta, está mezclada con la
vibración de la Luna-Cáncer para designar la esencia de gobernación por la organización de
la autoridad religiosa. Usted puede disfrutar del estudio de biografías de gobernantes desde
el iluminado Faraón Aknatón, a través de las edades y llegar a una comprensión más clara
de cómo los gobernantes, como seres humanos individuales, personifican el inconsciente
colectivo, la ignorancia y congestión colectiva y las necesidades evolutivas de la plebe. Es
un estudio fascinante al que todo estudiante de ocultismo y filosofía debe prestarle algún
tiempo y consideración.
Ahora acometeremos el estudio de los principios de gobierno según están
designados simbólicamente por la exaltación de los planetas. Éstos representan el gobierno
por maestría relativa: la expresión, como regencia, del poder solar por seres humanos de
alto nivel evolutivo (de dignidad real) que tiene, como propósito, la iluminación de la
conciencia humana. Este abordaje a la gobernación revela los atributos espirituales
inherentes a cada tipo así como las obligaciones espirituales concurrentes a esta forma de
servicio.
La primera de éstas es la exaltación del Sol mismo, en el signo de Aries. La
identidad es “Yo Soy un Hijo Engendrado, o Hija, del Padre-Madre Dios”. Ésta es la
identidad del nacimiento espiritual y la conciencia de poseer atributos divinos. La regencia
implicada por esta vibración es el dominio propio que es la fuente de la cual son derivados
todos los demás gobiernos espirituales y de la cual son emanadas toda expresión de amor y
de sabiduría trascendentes. Los reyes-sacerdotes del antiguo Egipto, bellamente descritos
por Joan Grant en su magnífico libro El Faraón Alado, ejemplifica este tipo. Estos grandes
gobernantes fueron probados espiritualmente por sus cualificaciones de servir como
regentes de sus pueblos en lo que fue una de las épocas más sobresalientes de la historia
humana. Puesto que las especializaciones son emanadas del Uno, este punto de exaltación
del Sol enriquece todos los tipos de gobierno espiritual. El regente de Aries, Marte, está
exaltado en Capricornio. En este estudio, aparece que Capricornio simboliza el concepto
jerárquico del gobierno aristocrático; la especialización de “clases” refleja (lo que debiera
ser) las gradaciones de evolución espiritual. La religión Brahamánica de la India fue basada
originalmente sobre este concepto. Platón habló del “mando por los elegidos filosóficos”.
La exaltación de Marte en Capricornio, en términos genéticos, es la madurez del principio
masculino en el cumplimiento de la responsabilidad. Ahí se ve la cualificación espiritual
que designa a los verdaderos gobernantes en un gobierno jerárquico: la responsabilidad de
mantener vivo al “Yo Soy” espiritual para que las funciones de gobernar a los menos
evolucionados puedan llevarse a cabo con positividad, valentía y un sentido de amor
paternal como la motivación amorosa protectora. El dar la vida es el atributo de los padres;
mantener los principios de gobierno que contribuyan al bienestar y progreso comunes
(materialmente, intelectualmente y culturalmente) es esa vida que el verdadero gobernante
aristocrático contribuye a su pueblo. Su atributo de Marte le hace posible defenderse y por
consiguiente, defender a su pueblo, de las cristalizaciones del prejuicio, la congestión de
castas y las evaluaciones superficiales. Mantiene vivo en su conciencia el sentido de
evaluarse y apreciarse como trabajador en el mundo Porque Marte es la gran vibración
masculina, como derivado del Sol. El vigor, virilidad y positividad de Marte regenerado es
dador de salud en sus efectos; el ejercicio de este atributo neutraliza los peligros de
congestión en la indolencia, el lujo y el parasitismo que se filtran en una sociedad fundada
en el principio de dinero, posición y valía heredados. Marte en Capricornio es vitalización
del sentido del amor de padre: su ejercicio exige autodisciplina y trabajo.
La exaltación de la Luna en Tauro, segundo signo de Tierra, eleva el instinto de
alimentar y proteger al inmaturo hacia la conciencia de mayordomía. Los débiles han de
volverse fuertes. Los inmaduros han de volverse maduros. El negativo de la vibración de
Cáncer es para sobreproteger y sobrealimentar a aquellos que en cierto punto, son
dependientes. La mayordomía del desarrollo del débil y el inmaturo es la octava exaltada
del poder Lunar. Proteger el desarrollo es una contribución al progreso evolutivo;
amamantar la debilidad es contribuir al atraso. La gran Isabel de Inglaterra tenía la Luna en
Tauro, cuarta casa, y ciertamente, ningún gobernante en ninguna época ha sido nunca más
respetablemente alerta y sensible a la potencialidad evolutiva vigorosa de la nación regida.
Un factor psicológico muy importante se observa en esta posición: Tauro es el signo de la
casa undécima de la Luna; como tal se relaciona con Cáncer-Luna así como Acuario-Urano
se relaciona con Aries. Esta posición de la Luna (relación del signo de la casa undécima a
su dignificación), impone en la persona espiritualmente madura, la necesidad de disolver la
cristalización del sentido de poseer a los inmaduros y débiles. Tratar maternalmente
(Lunarmente) de poseer a otra persona es identificar a Tauro como la polarización de
Escorpión; los dos juntos forman el diámetro del poder del deseo. Cualquier individuo o
gobernante que tiene la responsabilidad de alimentar a través de la posición de la Luna en
Tauro es prevenido de abstenerse de considerar al más débil y más inmaturo, como una
posesión personal. La nación y la riqueza de la nación no son posesiones del organismo
gobernante. El gobernante recibe recompensa por su trabajo como, cualquier otro
trabajador; esa recompensa debe ser una expresión de cambio, de la gente de la nación
como pago por su servicio como un custodio coordinador. La “influencia protectora” de
Urano que debe encontrarse en este patrón es la ruptura de la cristalización en la congestión
creada por el deseo y la posesividad, en mayordomía de crecimiento y desarrollo por el
respeto a las potencialidades del individuo para el crecimiento y la realización. Aplique esta
enseñanza personal o nacionalmente: el patrón es arquetípico. La aspiración evolutiva de
los Logos Solar Mismo hace posible la acción epigenética en los microcosmos: de esa
manera es representado el respeto del Padre-Madre Dios por sus hijos. El poder Solar
liberado a través del principio Lunar dice: Dejad que el microcosmo engendrado crezca, se
desarrolle, se exprese y realice sus potencialidades; ayudadlo, guiadlo, instruidlo,
alimentadlo, nutridlo, protegedlo; pero dejad fluir por él mi poder en fuerza siempre
creciente; no lo sobreprotejáis por el acceso a mi Estímulo Creador. Alentad siempre la
radiación en continua expansión del amor por el microcosmo; no pongáis barreras a esta
expresión por la posesividad congestiva.
La exaltación de Saturno en Libra de Venus es la fusión espiritual alquímica de la
justicia y la misericordia. Es la disolución de la severidad excesiva y la cristalización del
concepto por el ejercicio de los impulsos humanos. Es también (porque Libra simboliza en
este mándala el concepto de gobierno democrático) la nivelación de la expresión propia en
el gobierno por la conciencia de la responsabilidad de los ciudadanos entre sí a través de su
identidad fraternal como nacionalidades idénticas. La exaltación de Saturno en este signo es
el símbolo astrológico del concepto de justicia para todos: la ley se aplica al pobre y al rico,
al erudito y al ignorante, y significa que las leyes verdaderas son aquellas que copian las
leyes divinas en el sentido que nadie está exento de ellas. Las leyes que protegen a uno a
expensas del otro representan las degradaciones características de la aristocracia Saturnina
corrupta: la ilusión de superioridad de casta y las injusticias por la adhesión a evaluaciones
por la posesión de riqueza. En este sentido, la administración de determinado gobierno
religioso mundial, aparece ser cuando más, un devoto de esta ley de justicia para todos. Sus
puertas están abiertas para todos, sus medidas correctivas se aplican a todos, sin
consideración de la ocupación o posesión mundanas. En sus peores circunstancias el
símbolo de Saturno en Libra balancea errores por el pago material. En sociedades donde la
posesión financiera es considerada como la norma de evaluación, una trasgresión espiritual
contra un individuo o un grupo de individuos o una nación misma se considera redimida si
se hace cierta negociación financiera. Esta congestión en la ignorancia ha jugado un papel
infame en la historia humana: es una de las acciones más blasfemas de las cuales es capaz
el hombre. Es una congestión en tal ignorancia que puede requerir karma de toda la vida
para disolver la cristalización y ajustar el desbalance. En la conciencia humana - eso es, en
la conciencia de individuos que son gobernantes - esta posición de Saturno en el mándala
despliega la Luz Blanca de Saturno cuando el gobernante reconoce su fraternidad - como
conciudadano - con sus súbditos. Ésta es la justicia y equilibrio balanceados de la relación
del regente con el ciudadano. Que ningún gobernante olvide este principio; de él depende el
recurso del valor espiritual del servicio gubernamental.
Libra, como significador del principio gubernamental democrático, es la fusión de
los principios del matrimonio con los principios del gobierno propio cooperante. En una
democracia los varones y las hembras tienen el privilegio de expresarse y este concepto
gubernamental es uno que probablemente más que ningún otro patrón grupal ha servido al
máximo para desintegrar la ilusión de superioridad e inferioridad de los sexos, en su
relación entre sí. El matrimonio es una ciudadanía de dos puntos de cambio recíproco,
mutuo desarrollo y mutuo cumplimiento. La democracia es una ciudadanía de muchos
puntos, de cambio mutuo, desarrollo mutuo y cumplimiento mutuo. Una pareja de casados
es un microcosmo de todos los varones y hembras en una nación particular; la polaridad de
la nación es la extensión de la polaridad de la pareja. Encarnar en un gobierno democrático
es realizar un resultado de muchas encarnaciones de esfuerzo regenerador como individuo;
al igual que el aspecto de trino, tal realización impone la responsabilidad (Saturno) de
contribuir para el bien y la justicia de todos.
La exaltación de Venus en Piscis (como regente de Libra) es la conciencia de
poderes espirituales como los medios gobernantes de los asuntos de la humanidad. Percibir
las verdades que están detrás de la colocación de los gobernantes, las experiencias de las
naciones y la alquimia espiritual operante continuamente para realizar el ideal de la
Humanidad, hace posible la realización de la fraternidad mutua entre la humanidad y otra
vida terrestre.
La naturaleza esencial de la Ciudadanía es la “Fraternidad localizada”. Como
habitantes de este sistema solar, nuestra primera identidad de ciudadanía es (lo que nosotros
llamaremos) la de “solarianos”. Esta identidad es derivada del hecho que todas las
expresiones de vida en este planeta y todas las expresiones de vida en los otros planetas de
este sistema son microcosmos de una fuente común: nuestro Logos Solar. Si hubiese alguna
forma de identificar nuestro sistema en su relación con los otros sistemas solares de nuestra
galaxia, nosotros podríamos cualificar aún más nuestra identidad como “ciudadanos
galácticos”, después “ciudadanos de gran galaxia”, y luego la identidad final que tenemos
con todas las otras expresiones de vida como “Universarianos” o “Cosmosianos”. Sin
embargo, nuestra localización inmediata en el Cosmos es por identidad con nuestra Fuente
Creadora inmediata, el Manifestador y Gobernador de este sistema. Nosotros podríamos
designar esta Fuente por un nombre personalizado, por ejemplo, “Helios”. Esto podría
especificar la identidad de nuestra Fuente en la fraternidad recíproca de otros Logos Solares
de nuestra galaxia. Entonces nuestra identidad ciudadana podría ser, como miembro de este
sistema, “Heliosolarianos” para diferenciar nuestro status de ciudadanía de otros
“Solarianos” de nuestra galaxia. Como ciudadano americano de abolengo español es un
“hispano-americano” (la procedencia de linaje cualifica la identidad localizada), de modo
que nosotros seríamos designados como “Heliosolarianos Terrestres” para especificar
nuestra ciudadanía inmediata en el planeta Tierra del sistema solar de “Helios”. En nuestros
horóscopos, el símbolo circular tradicional para el Sol colocado en el centro de la rueda es
el símbolo astrológico de “Helios” como nuestra Fuente Creadora; el símbolo sugerido del
“semicírculo sobre una línea horizontal” (un cuadro simbólico del Sol naciente) es nuestra
conciencia personalizada de la existencia y naturaleza de “Helios”; nosotros designamos
este nuevo símbolo simplemente como “Sol” porque él representa una comprensión relativa
de la naturaleza de “Helios”.
El símbolo astrológico arquetípico de la ciudadanía democrática (como principio de
la fraternidad manifestándose en forma gubernamental) es el signo de Libra, signo de la
casa séptima del Gran Mándala e iniciador cardinal del trino de aire del cual son derivadas
todas las especificaciones de fraternidad. Debido a que los cuatro signos cardinales indican
las especificaciones básicas de nuestro Ser genérico-polárico, el mándala con Libra como
Ascendente será considerado ahora como la raíz de nuestra conciencia de ciudadanía
democrática.
Como “Cosmosianos”, el mándala de Libra representa nuestro atributo como
“Reactores y Reflectores” - nosotros reaccionamos al estímulo de las expresiones de otras
personas -. El misterio oculto del aspecto positivo del poder vibratorio de Venus, como
regente de un signo cardinal, se ve en el hecho que la acción que nosotros expresamos
subsiguiente a la reacción a la expresión negativa de otra persona puede ser una expresión
de alquimia trasmutatoria; nosotros podemos reaccionar con dolor; pero no tenemos que
proyectar nuevamente de acuerdo con la reacción-dolor; podemos proyectar de nuevo de tal
manera que la fricción, inarmonía o condición negativa en general sea neutralizada.
Así, pues, en este mándala, Libra (uno de los signos focalizados por Venus) es el
manifestador; pero su expresión, debido a que Libra es la polaridad reflexiva de Aries, es
de alquimia opuesta o transmutativa. En este mándala, las “trascendencias” de los signos
Libra a través de Piscis focalizan los elementos de conciencia anímica en aquellos capítulos
de experiencia arquetípica que generalmente pertenecen a la conciencia del “yo separativo”.
Reaccionar y expresar por medio de la alquimia transmutativa es elevar la conciencia del yo
separativo a un grado de la octava del “yo inclusivo”. Al grado que la acción regenerada
siga a la reacción, serán transmutadas las fuerzas vibratorias combinadas de dos o muchas
personas magnetizadas en la relación.
En términos físicos, este mándala pinta a la mujer como manifestadora, al hombre
como reactor; describe en su sentido más abstracto, la expresión de la conciencia anímica,
la reactivación de la conciencia propia. Las expresiones dinámicas de egoísmo negativo son
las cosas que bombardean la receptividad de la vibración de Venus; la expresión reactiva de
Venus es neutralizar el elemento destructivo y de ese modo establecer un nuevo grado de
bienestar unificado. En la fraternidad democrática del matrimonio, este Ascendente de
Libra, pinta no sólo a la mujer; pinta también la conciencia anímica compuesta de ambas
personas; simboliza las bellezas y perfecciones que cada persona ve en la otra; simboliza
las bellezas y perfecciones de cada una que son encendidas en la conciencia por la esencia
dinámica de la otra. Esto es “elevarse en el amor” (“no caer” o rendirse al amor) por lo
cual dos seres humanos, ciudadanos en el mundo de una relación intensamente enfocada,
son capacitados para percibir sus elementos anímicos a través de la ignición mutua de
idealidades. La alquimia transmutatoria que tiene lugar en una relación amorosa (y toda
relación de amor es matrimonio en las regiones de la conciencia) es Libra como iniciador
de nueva conciencia de vida y como epigenitor de un nuevo mundo de experiencia. Marido
y esposa - manifestación doble de amante-amada - son ciudadanos fraternos en el “país
democrático de la unión que ellos establecen”; el desarrollo epigenético de cada uno; a
través de la fusión mutua, física, mental, emocional y vibratoria, es el propósito de la unión;
la expresión individualizada de ambos, respeto mutuo de individualidades y acción
cooperadora en el servicio amoroso de la procreación y la mayordomía de los hijos,
combinan la cualidad democrática de la verdadera unión amorosa. “Por consiguiente,
vemos que un gobierno basado en principios democráticos es, de todos los gobiernos, el
más altamente cargado con la esencia de la conciencia amorosa. Solamente aquellas
personas que habían desarrollado un alto grado de percepción de la mitad del poder
amoroso estaban calificadas para promulgar principios gubernamentales democráticos.
Eran personas que habían realizado, hasta cierto punto, el ideal de confraternidad de los
seres humanos como ciudadanos Terrestres y ciudadanos de un grupo nacional localizado.
El respeto a los derechos individuales de varones y hembras y la provisión de la
oportunidad para la expresión individual describen los principios amorosos espirituales del
matrimonio transportado a la octava extendida de la convivencia de varones y hembras en
este planeta o en un tipo racial específico en una forma nacional particular. El ser humano
individual, en la localización de su vida personal familiar demuestra el tipo de su
conciencia de regente; tal como él está en su conciencia, así como está en su familia y así
también en su relación con los conciudadanos.
Ahora vamos a considerar la “niñez del logro”. Nos referimos al signo Géminis en
el Gran Mándala como la inmadurez de la conciencia de ciudadanía humana. Éste es el
signo de la tercera casa; como un signo raíz, él es el signo de la casa duodécima del signo
matriz Cáncer - es aquello que “está detrás de toda expresión de los padres” -. En este
respecto, la relación de Géminis con Cáncer (y su polaridad, Capricornio) es lo que impele
a la paternidad o maternidad; él es los hijos e hijas físicas de una pareja específica de
marido y mujer; es los hijos e hijas kármicos nacidos a una polarización específica de
trasfondo nacional atávico. Cáncer-Capricornio, en relación con Aries-Libra, es “aquello de
lo cual se deriva la Forma (manifestación)”. Nosotros no heredamos las características
nacionales; estamos magnetizados a padres de ascendencia específica por la cualidad de
nuestra conciencia. “Cualidad nacional” es simplemente otra forma de decir “cualidad
vibratoria concentrada en un gran número de gente”. Tenemos palabras como
“Escandinavo”, “Español”, “Polaco”, etcétera, para designar la ciudadanía de nuestro
nacimiento físico o el antecedente nacional de nuestros padres; pero hay muchas personas
que no son semejantes en cualidad nacional a sus padres; en verdad, pueden ser indiferentes
a las tradiciones y puntos de vista nacionales dé sus padres. Estas personas prueban que, en
la conciencia, ellas son ciudadanos de una idealidad diferente - ellas encuentran su afinidad
con personas cuyos intereses, ideales y aspiraciones son paralelos a los suyos -. Sin
embargo, nacidos en la localización conocida como “los Estados Unidos de América”,
todos los niños, por magnetización kármica son puestos en contacto con los ideales y
aspiraciones expresados por los fundadores de inclinación espiritual de esta nación; la
esencia de la ciudadanía democrática es la piedra angular del edificio nacional que ellos
establecieron. Como Géminis, entonces, nuestros hijos son “americanos jóvenes,
inmaturos, en crecimiento”.
Puede decirse con toda salvedad en este punto que la encarnación como “ciudadano
americano” significa que todo niño (prescindiendo dé su trasfondo kármico o atávico) está
en razón de aprender más del ideal espiritual de la vida democrática. Han existido muchos
grandes hombres de inclinación democrática; en la historia humana. La democracia no
significa “partido político”; es un estado de conciencia espiritual. El inmortal Aknatón,
Faraón de Egipto hace casi seis mil años, ha sido llamado el primer gobernante democrático
en la historia humana; como soberano de su pueblo él trató de establecer los principios de
libertad religiosa, igualdad legal de los sexos y educación espiritual como partes integrales
de la vida de sus súbditos. Él fue, por la cualidad trascendente de su mente, corazón y
espíritu, un verdadero “Hijo de Helios”: sus conceptos de gobernación incluían un sentido
de su fraternidad básica, con sus súbditos y aquella de sus súbditos entre sí. Si la educación
moderna de este país puede enseñar, o vitalizar, una conciencia de fraternidad en las mentes
de los niños de hoy, ella habría cumplido su propósito esotérico. Si la educación moderna
puede enseñar la Ley de Causa y Efecto ella habría realizado su propósito exotérico
principal porque la comprensión de esta ley es la raíz de toda educación. La educación del
verdadero intelecto es importante, por supuesto, pero intelectos dotados brillantemente
pueden, y algunos lo hacen, vivir en un mundo que ellos interpretan como caótico,
incoherente, confuso e incomprensible porque ellos mismos están caóticos, incoherentes,
confundidos e ininteligibles en su relación con ellos mismos y con los otros. Ellos no saben
que ellos mismos causan las condiciones que se registran en sus vidas como efectos. Los
nativos de Géminis, entonces, como niños específicos nacidos de padres específicos en una
localidad específica son ciudadanos en el mundo de la instrucción, el mundo del hogar y de
la escuela. En una administración gubernamental democrática, se da el reconocimiento al
derecho de cada niño de aprender, de organizar y coordinar sus facultades mentales,
extender su conocimiento (traído de pasadas encarnaciones) del mundo objetivo,
desenvolver sus talentos y potencialidades para el servicio del trabajo y para, ponerse más
al corriente espiritualmente. Este reconocimiento se hace en virtud del respeto a la
existencia individualizada del niño en este planeta y el respeto por el bien que él pueda
hacer, potencial-mente, como adulto. La esencia genérica de Géminis, en tal designación,
es femenina; el estudiante funciona a través de los años de experiencia en el estudio como
receptor; él funciona como receptor y como reactor de los estímulos educativos que son
proyectados por la esencia dinámica de la polaridad planetaria de Géminis - Júpiter (regente
de Sagitario). La polarización Jupiteriana del Géminis Mercurial manifiesta que toda
educación verdadera es espiritual - el conocimiento de principios es macrocosmo para el
conocimiento de los efectos; el conocimiento de causa y efecto esclarece las canalizaciones
para todos los otros conocimientos. El instinto evolutivo de espiritualizar el concepto del
servicio de la vida está indicado por el diámetro vertical de Virgo-Piscis del mándala de
Géminis; el ideal del servicio perfecto personal e impersonal es aquel que preña la
aspiración de aprender. El conocimiento (o la comprensión) que no se utilice para el
mejoramiento contributivo de la vida humana es relativamente, “material muerto”.
Por lo tanto, como miembros de grupos de familia y grupos de escuela, los niños
son ciudadanos en el estado de la maduración mental. El principio de mayordomía de esta
entidad en el diámetro de Cáncer-Capricornio en la segunda y octava cúspides - la
“posesión de la ciudadanía de grupo, de nación o de familia” debe ser transportada a la
octava de mayordomía del grupo humano por el ejercicio de lo que es aprendido intelectual
y espiritualmente. Hasta tanto nosotros encarnemos en el arquetipo humano, tendremos
ciudadanía solamente como “Terrestres”; congestionarse en la posesión de la ciudadanía
americana es inhibir y constreñir el sentido de identidad como ciudadanía-Terrestre. El
arquetipo humano es nuestra familia, es la “sociedad” a la cual pertenecemos; es la
especificación de nuestra identidad en relación a- nuestro logos solar, “Helios”, de cuyo
poder nosotros somos la manifestación epigenética en este planeta. Géminis es el signo de
la novena casa del mándala de Libra - el sentido de fraternidad destilado de encarnaciones
pasadas representa el aspecto de sabiduría de nuestra conciencia de relación
complementaria, enfocada en la presente encarnación. Las injusticias de punto de vista
respecto de los principios de polaridad en la relación humana sirven generalmente para
congestionar el florecimiento de la relación amorosa, experiencia marital y ciudadanía
fraternal con compatriotas y compañeros en la vida.
Acuario, signo de aire fijo, es el signo de la undécima casa del mándala de Libra.
Como el último, él es la esencia transcendente del poder amoroso en las relaciones
humanas. Es “amor personal que no reconoce barreras de cualificación externa”; es amor
que percibe el valor interno y la realidad interna de la individualidad humana. Es la
desintegración de la cristalización de los aspectos congestionados egoístas del amor
personal de Leo; es el amor como “aspecto del corazón” de la conciencia de Maestría.
El mándala de Acuario muestra a Capricornio en la duodécima cúspide; aquello que
debe ser redimido es la cristalización del concepto de identidad grupal humana separativa.
Las naciones separadas y diferentes entre sí, competitivas una contra la otra con miedo e
inseguridad, deben ser, por la vibración de Urano como regente de Acuario, identificadas
de nuevo como puntos estructurales en el edificio de la totalidad de la sociedad humana.
Este mándala, y la colocación de Capricornio-Cáncer describe definitivamente la influencia
de los Maestros como aquellos que sirven recargando los conceptos cristalizados de las
“familias nacionales separadas” por la esfera y poder de sus percepciones de amor a una
realización más clara de una sola nación y una sola familia. La ubicación nacional de un
Maestro - o de uno que ame con la fuerza amorosa de un maestro - es la forma vibratoria en
la cual él encarna para cumplir su servicio espiritual. Juana de Arco para Francia, la reina
Isabel para Inglaterra, Kahlil Gibrán para el pueblo de Siria, etcétera. En todos, estos casos
se realizó un servicio de regeneración inspirada para grupos humanos especificados; pero la
raza entera se benefició finalmente por ese servicio. Si por ejemplo, Gibrán hubiera
pensado de sí mismo, en forma congestionada, sólo como un sirio, el poder de su poesía y
su pintura hubiera sido agotado correspondientemente. Él fue un sirio solamente por
identidad nacional localizada: él fue, y él lo sabía, en realidad, un Terrestre y un
“Solariano”. La ciudadanía fraternal simbolizada por Acuario es el cuadro más completo
del principio democrático en acción porque la esfera de su poder e influencia incluye a
todos los humanos, prescindiendo de aspectos exteriores, trasfondo o abolengo. Acuario,
como signo de la novena casa desde Géminis, es la fraternidad universalizada; como signo
de la quinta casa de libra él es radiación de amor impersonalizado y cambio amoroso
espiritualizado. Todos los que aprenden son ciudadanos y todos los que aman son
miembros de la democracia del corazón.

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del libro " Estudios de Astrología V ", del Elman Bacher 

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