Reflexión para la luna nueva del 22 de Marzo
Sucede en 2º 22’ de Aries.
El último eclipse solar de los cuatro que se nos regalaron en 2011, el que tuvo lugar en Sagitario, se refleja en esta lunación. Dicho eclipse marcó la influencia perceptible apenas dos semanas después del 11/11/2011. Sus posibilidades reaparecen ante nuestro ojo mental y nos dice:”Sois dioses”. Somos creadores, nada está escrito, pues incluso ante la situación más rígida tenemos siempre un margen de maniobra que es cómo vivir dicha situación, desde qué actitud experimentarla. Por eso el pequeño y egocéntrico mundo humano se estremece ahora, pues las posibilidades son enormes, y ciertamente mejores que lo materializado hasta el momento. Como un pollito rompiendo el cascarón, podríamos sentir vértigo o incomodidad, también podríamos lastimarnos con un trozo de cáscara. Pero si observamos al polluelo, una fuerza imparable lo impulsa. El momento ha llegado y va a nacer, incluso sin saber muy bien cómo hacerlo. Dispone de un pico, tiene músculos, tendones, articulaciones y huesos que le permiten moverse. Así surgen las aves que pueblan la tierra y los cielos.
Las corrientes cósmicas de estos días facilitan crear nuevos mundos, nuevas vidas. Crear no es un ejercicio intelectual orientado al futuro. En los mundos internos reina un presente continuado. Por eso, si queremos realmente crear algo, no debemos dar la orden interna que podríamos verbalizar como “Esto sucederá en un futuro, porque ahora es imposible”. En realidad, la actitud más creadora, la que mejor resultado dará, sería la convicción de “Esto sucede”. Si queremos un mundo justo, compartamos ahora lo que tenemos y planteemos un reparto justo del trabajo y de la riqueza. Si queremos un mundo bañado en armonía, armonicémonos ahora con todas las personas y seres que nos rodean. En esta lunación el planeta Urano adquiere un papel relevante. Urano actúa en el presente, como el rayo que sucede en un instante, sin que preguntemos cuánto ha durado, o hasta cuándo lo veremos.
Ésta es la hora de las personas soñadoras. Personas que sueñan sin cesar sus mundos propios, también nuestros mundos compartidos. Podemos comparar los sueños a relojes no sujetos al espacio-tiempo. Cada quien sueña el reloj como se siente inclinado a hacerlo. Sin embargo, incluso en el mundo de los sueños existen líneas maestras. Algunos sueños se pueden engranar con otros de otras personas, y crear relojes más complejos de los cuales surgirán tiempos diferentes a los ya conocidos. Algunos relojes oníricos, a medida que sus manecillas van girando en varias dimensiones y con varios ritmos, llevan a espacios de luz duradera y de gran servicio a la humanidad. Otros, conforme a su vida interna, terminan como una burbuja que explota en el vacío sin dejar apenas nada tras de sí. Según el diseño de nuestro sueño, así resultará su vida… Todos obedecen a las energías que pusimos en ellos al generarlos. Nada de esto es arbitrario ni caprichoso, ni tenemos por qué sentirnos engañados si nuestro sueño nos lleva a un lugar diferente del imaginado. En todo caso, nos habremos engañado nosotros mismos. En nuestra calidad de partícipes creadores del Universo emitimos órdenes creadoras continuamente. Estas instrucciones operativas producen efectos que a menudo no reconocemos. No los reconocemos porque lo que ordenamos no guarda semejanza con nuestras intenciones. Un sueño imbuido de prisa o de frustración lleva a situaciones afines, aunque nos asombremos del resultado porque en el origen del sueño sólo distinguíamos una luz atractiva. Cuanto más coherente es la conciencia con la que generamos los sueños, más tangibles y definidos se vuelven sus efectos.
Lo que nos llega puede presentarse como cotidiano o como extraordinario (actualmente vivimos tiempos y oportunidades realmente extraordinarios); favorable o desfavorable a nuestro juicio. No obstante, bajo cualquier circunstancia, lo que distingue a la persona con una actitud ocultista genuina es la búsqueda de lo interno. De ese mismo interior brota la energía que luego expresa. Podemos afirmar, recurriendo a un concepto religioso, que la salvación no viene de afuera, de cambios cósmicos, de doctrinas o de guías. La humanidad ha dispuesto y seguirá disponiendo de ayudas conforme a la sabiduría cósmica, pero es evidente que estamos lejos de emitir luz colectiva suficiente como para iluminar el planeta. La causa de este relativo atraso no reside en la falta de ayudas, sino en que la evolución requiere un cierto trabajo individual e interno. Con diversos matices, las tradiciones esotéricas han aportado una y otra vez esta idea a la humanidad. La hemos olvidado tan frecuente y fácilmente que ha sido necesario que nos la recuerden periódicamente con formulaciones y circunstancias nuevas. Podemos comparar esta ayuda con una señal GPS, emitida constantemente, para el servicio de quien se detenga a consultar dónde está y adónde se dirige.
Ésta es la hora del impulso creador dentro de cada persona: Un impulso de expansión; un fuego seguro de sí mismo. En este fuego tenemos la expresión del principio de vida que repuebla la tierra física con un crecimiento de las oleadas de vida vegetal y animal. La vida decide en este momento del año, inconfundiblemente, seguir siendo ella y renovarse. Esta primavera del año 2012, con un impulso en espiral hacia una humanidad más libre, más solidaria y más acuariana, marca un punto en nuestra evolución colectiva. ¿Seguiremos su propuesta?
Que la luz os acompañe.
El equipo de Luz interna.
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