ALEGRÍAS PLANETARIAS
PRIMERA PARTE
La polaridad de nuestras acciones físicas es un estudio muy fascinador. Por ejemplo:
la Comunicación: masculina, el hablar; femenina, el escuchar; la Instrucción: masculina, la
enseñanza; femenina, el aprendizaje; la Nutrición: masculina, la masticación y la deglución;
femenina, la digestión y la absorción; el Ser Físico: masculino, acción y expresión
conscientes; femenino, reacción y reflexión, y así sucesivamente. En el primero de éstos
mostramos las cualidades y atributos de nuestra polaridad proyectante, el segundo muestra
nuestros niveles reactivos y subconscientes de la seidad. La conciencia espiritualizada tiene
el “regocijo” como polaridad masculina y la “felicidad” como la polaridad femenina
reactiva. La “felicidad” es el resultado, como reacción, de la acción y la expresión alegres.
El regocijo es la cualidad del Espíritu que impulsa nuestras expresiones de Amor y
Sabiduría.
Podría exponerse de esta manera: Nos movemos a través de la experiencia en el
regocijo de felicidad en felicidad. La experiencia es, por supuesto, el resultado de nuestras
acciones y reacciones durante todas nuestras encarnaciones. El regocijo no es desemejante
a la “facultad” - es un poder de conciencia -. Lo que llamamos “dolor” es una reacción a
algo establecido por la tristeza - expresiones de energías congestionadas en el deseo
negativo y en la ignorancia -. El “dolor” (como una cualidad de nuestra facultad reactiva)
podría denominarse la “gestación y los forcejeos del nacimiento de la felicidad” - es la
felicidad “gritando por su reconocimiento”.
En la simbología astrológica, el aspecto de sextil es el mecanismo para la
transformación de la “potencialidad del dolor” a la “potencialidad de la dicha”. Cuando el
ser humano ejercita sus poderes de los sextiles alegremente él hace la transformación más
rápida de sus energías congestionadas en aquello que se registrará como trino la próxima
vez o en una encarnación futura. Los aspectos de trino son patrones de conciencia que
registran los resultados de ejercicio espiritualizador previo y son “cuentas bancarias” para
un futuro y mayor ejercicio espiritual. Cada planeta, como un “órgano en el cuerpo
vibratorio” es una liberación potencial de conciencia de júbilo porque cada planeta como
“enfocador” de un signo zodiacal, es un “punto distributivo” para las expresiones del
espíritu. Cada planeta en un mapa particular, debe comprenderse de esta manera para que el
lector e interpretador astrológico pueda determinar intuitivamente las espiritualizaciones
que las necesidades evolutivas de la persona requieran de ella en esta encarnación.
Para aclarar este pensamiento por medio de mándalas, trace dos círculos. En uno de
éstos coloque los grandes trinos entrelazados que representan las cúspides de los signos de
fuego y de aire del Gran Mándala. Este diseño está iniciado por la cualidad proyectora y
dinámica de Aries en el Gran Mándala o por el signo Ascendente del horóscopo natal. Este
es el mandala del regocijo humano, como varón y como hembra; es la potencialidad de
todo ser humano, para expresar por la identidad como un “hijo del Padre-Madre Dios”, las
irradiaciones de Amor y Sabiduría. Cualquier signo puede ser el signo Ascendente, por lo
tanto, cualquier planeta puede ser el enfocador vibratorio de esta energía espiritualizada.
En el segundo círculo, coloque los gran trinos entrelazados que son análogos a los
signos de tierra y de agua. Este diseño es la facultad del varón y la hembra de la reacción a
expresiones espiritualizadas de los recursos de conciencia espiritualizada. Es el mandala
de la felicidad - la facultad de reaccionar y de realizar en términos de las octavas superiores
de conciencia -. Como la vertical (Capricornio-Cáncer) es la línea de linaje está
demostrado que a lo que el hombre reacciona con felicidad lo ha construido (“procreado”)
él mismo por expresiones de su propia conciencia. La “verticalidad” es reproducida en el
mándala de fuego y aire en las líneas de Leo-Sagitario y Acuario-Géminis. Estas líneas
verticales “encierran” o “modelan” la “irradiación” doble del fuego y cardinal de aire al de
fuego y fijo de aire y al mudable.
Interpretado: La Identidad (varón expresivo y hembra expresiva) - irradiando poder
Divino como amor y sabiduría -. Estos dos trinos dinámicos simbolizan la polaridad
expresiva de las octavas superiores de la conciencia humana individualizada; representan
abstractamente, los “epítomes de las virtudes en la expresión”. La horizontal del mándala
fuego-aire es reproducida en los trinos de tierra y agua por las líneas de Tauro-Virgo y
Escorpión-Piscis. Puesto que la horizontal Aries-Libra, en relación a Capricornio-Cáncer
simboliza “aquello que es engendrado”, las horizontales de los trinos de tierra y agua
“modelan” las irradiaciones a los fijos y mudables de los dos puntos de linaje cardinales. La
horizontal de Tauro-Virgo es la base del símbolo que usamos en astrología para el aspecto
de trino. Este es el más perfectamente estático de los cuatro triángulos y el que simboliza el
resultado con mayor perfección.
El estudio de los tres signos de la trinidad de tierra nos indica que esta trinidad es
generada (iniciada) por el signo de Capricornio, el cual hablando esotéricamente, es el
poder de asumir y cumplir responsabilidades - la insignia de la conciencia humana madura-.
Este punto iniciador es la exaltación de Marte: Expresión autodirigida y control
autoiniciado de los poderes de la energía. La irradiación de Capricornio a Tauro, fijo de
tierra y signo de la quinta casa de Capricornio, “conecta” o “canaliza” el principio y el
poder del cumplimiento de responsabilidad al principio de mayordomía y de intercambios
equilibrados. Tauro está regido por Venus, el principio del equilibrio, y este signo es el
punto de exaltación de la polaridad planetaria de Capricornio - la Luna, regente de Cáncer.
Tauro, además es, el signo de la casa undécima del Cáncer de Luna y la liberación
del engendrado de sus cumplimientos individualizados es la iniciación a través del principio
de mayordomía. La segunda “irradiación” de Capricornio es a Virgo, abstrayendo dos
terceras partes del círculo representado por el arco de Capricornio a Virgo a través de
Tauro. Virgo es la dignidad de tierra de Mercurio y es la octava de sabiduría (signo de la
novena casa) del poder de cumplimiento de responsabilidad de Capricornio. Esta
responsabilidad canalizada a través del poder de Mercurio, es la de poner en recto uso y
servicio lo que ha sido aprendido. La dignidad de aire de Mercurio es Géminis, la polaridad
femenina del diámetro de la educación (Sagitario-Géminis) y, como tal, es el principio del
aprendizaje, la “inhalación de conocimiento” y la “respuesta al estímulo del saber interno”.
Como se ha dicho antes, la convicción del autor es que Mercurio, como regente de Virgo,
está exaltado en Acuario, signo fijo de aire, la octava del amor de la trinidad de aire
iniciada por Libra, signo cardinal de aire, regido por Venus. Como tal, la conciencia de
fraternidad del trino de aire está correlacionada y sintetizada con el trino de tierra como la
responsabilidad espiritual de cumplir relaciones humanas por medio del poder del amor
como “fraternidad”, la esencia del regocijo en la relación humana y el epítome de las
aspiraciones más elevadas del corazón humano.
En este estudio estamos bregando con la astrología de los humanos mientras están
encarnados - “la conciencia fusionada con el universo material” -. Usamos el triángulo de
base horizontal como nuestro archi-símbolo de la conciencia humana espiritualizada porque
es aquí en este plano que percibimos las exteriorizaciones de nuestros esfuerzos alquímicos
pasados y tenemos la responsabilidad de expresarlos más ampliamente en relación con
nuestros congéneres. No obstante, en la representación del trino de tierra está implicada la
trinidad de fuego - del mismo modo que Capricornio o cualquier otro signo de una cúspide
está implicado en las potencialidades de Aries, el Ascendente abstracto. La trinidad de
fuego fue expresada hasta cierto grado; la trinidad de tierra es la destilación resultante en la
conciencia y las condiciones externas. Capricornio, como un signo de exaltación, tiene
inherentes los poderes de Marte madurados por la “afilación” con los poderes de Saturno.
Un aspecto de trino entre dos planetas implica la condición de un gran trino en
formación. Todos los gran trinos son “altas marcas de agua evolutivas” porque tres puntos
de un elemento (fuego, tierra, aire, agua) son modelados o “estructurados” como
consecuencia de expresiones previas regeneradas. Un trino de dos planetas es (para hacer
una analogía) la nota de ciento por ciento en su papel de examen en una asignatura
particular durante el período escolar; un gran trino es la nota de ciento por ciento en su
examen de semestre que lo califica para la promoción con honores. La implicación es que,
habiendo destilado el gran trino, usted califica para expresar esos poderes, no simplemente
“disfrutar de la promoción con honores”. Cualquier mapa que muestre un gran trino
despliega pábulo espiritual para ser usado para la regeneración de las congestiones en el
mapa. En efecto, algunos astrólogos han dicho: “No me gusta ver un gran trino en un mapa;
la persona trata siempre de tomar las cosas con holgura - no hace esfuerzo” -. Eso es así
sólo porque la persona (representada por el mapa) no ha sido instruida en que los estados de
desarrollo son poderes que se deben usar. Cualquiera que simplemente disfrute su gran
trino e ignore las medidas correctivas es como la persona que se gradúa con altos honores,
pero que no aplica lo que ha aprendido cuando entra en la vida de los negocios o de la
profesión - ella simplemente “vive jactándose de sus notas altas” -. Los trinos y gran trinos
no implican maestría - sólo maestría relativa en términos del estado evolutivo -. El
horóscopo de un habitante de las junglas de Borneo podría registrar un trino, pero ello sólo
significaría que la persona posee una cualidad superior en comparación con sus
conciudadanos de la jungla. Los principios básicos tienen aplicación sin consideración de la
identidad externa, pero algún conocimiento de la identidad externa ayuda al astrólogo a
interpretar la cualidad evolutiva de los aspectos de trino.
Los planetas en su relación recíproca están “dignificados” o “dispositados”. Cuando
están dignificados, se hallan en los signos que ellos rigen; cuando están dispositados, se
hallan en signos regidos por otro planeta. Un planeta dignificado que está en trino (trino
“sencillo” o gran trino) nos indica que la persona tendrá en esta encarnación, una gran
variedad de experiencia en aquellas cosas relacionadas con el planeta. Un planeta
dignificado está ubicado en un signo de la primera casa; su “condición de trino” informa
que el nativo va a expresar dinámicamente en esta encarnación un fuerte residuo de poderes
destilados de muchas encarnaciones pasadas. El nativo, en cuanto a ese planeta concierne
ha “retornado a la base original después de una excursión por el Zodíaco” y está calificado
ahora, por indicación del registro del trino para irradiar con gran efecto - y para un gran
bien - en términos de los principios de ese planeta. Semejante persona sería provista de
muchos objetivos hacia los cuales podría “irradiar” así como de muchos “medios
reflexivos” por reacción a los cuales podría gozar comprendiendo los resultados de sus
pasadas expresiones espiritualizadas. Un planeta dignificado y que está en gran trino es uno
de los factores más importantes que deben estudiarse en el mapa. Tal planeta es un “archipoder”
para el ajuste regenerador de la rueda completa. Un planeta exaltado y en gran trino
representa la expresión planetaria máxima en la astrología humana. Semejante posición es
indicativa del fruto de la iniciación espiritual en el pasado; un planeta exaltado y que tiene
un trino sencillo indica lo mismo; pero en una octava inferior.
Sin embargo, es un poder tremendo que si es expresado correcta y progresivamente,
hace aparecer a la persona, en el mundo de los otros humanos, como una personificación de
luz blanca. Los planetas dignificados y exaltados (en trinos y gran trinos) representan
generalmente una amplitud notable en circunstancias externas porque esos patrones y
poderes representan nuestra conciencia de la infinitud del poder y el amor de Dios. Por lo
tanto se percibirá cierta abundancia de lo bueno en las circunstancias externas. Otro “patrón
de trino” que merece mucho estudio es la colocación de planetas en sus propios signos de la
quinta y novena casas. Designe el signo de dignidad de planeta como “uno” y en cada caso
cuente alrededor de la rueda hacia la izquierda (o en dirección zodiacal) y vea, si alguno de
sus planetas está colocado así en relación a su signo de dignidad. El autor cree que todos los
planetas así ubicados, sin tener en consideración la colocación de los signos o los aspectos
planetarios tienen cierta significación espiritual especializada porque en la “excursión
zodiacal” del planeta, éste ha alcanzado aquellos “puntos” que representan el momento de
expresar sus principios en términos de poder de amor y poder de sabiduría. Ejercite gran
elasticidad en el acercamiento de palabras clave en este estudio. Es complicado y tarde o
temprano la intuición surgirá para hacerse cargo donde el intelecto no puede llegar. El uso
de mándalas simplificadas es una técnica esclarecedora que hace posible a su intelecto y a
su intuición enfocar puntos específicos.
Aclarando su conciencia de las diferencias básicas entre las palabras “regocijo” y
“felicidad” se obtiene una flexibilidad de su acercamiento a los aspectos trinos que trae
resultados notables. Así como el nacimiento en el plano físico marca una culminación (del
proceso de gestación), del mismo modo, marca la iniciación de la encarnación con sus
posibilidades para el crecimiento, la expresión y la realización. Podríamos hablar de la
alegría de la unión amorosa (expresión mutua) y la felicidad experimentada por los padres
cuando su niño nace normal y saludable; o el júbilo de la práctica y la educación musical y
la felicidad de un primer recital airoso. Y así sucesivamente - hay muchos ejemplos que se
podrían considerar como representativos del aspecto de trino exteriorizado en términos de
registro activo y pasivo.
Así es que el regocijo crea la felicidad. Aún el esfuerzo intenso, la lucha, la agonía
mental y anímica y todos los estados emocionales intensos semejantes pueden ser
básicamente alegres. Es el júbilo lo que nos hace posible cumplir con nuestras exigencias,
no importa los aparentes obstáculos externos e internos. Con la alegría vitalizamos nuestras
expresiones con nuestro mayor poder amoroso, poder devocional, poder de lealtad, poder
de mejoramiento, poder de armonización, poder estético, poder de simpatía, poder de
inteligencia, poder físico, etc. Los grandes de este mundo, no importa cuan desdichadas nos
parezcan sus vidas, son básicamente alegres, porque los Poderes Divinos del Amor y la
Sabiduría son canalizados a través de ellos. Sus “elementos personales” pueden registrar
incumplimientos de muchas maneras, pero la gente Verdaderamente Grande justamente son
mucho más que “personas con hogares, esposas, esposos y empleos”. Ellos, y lo que hacen
para expresar su conciencia, son gestos de lo divino para este plano - los grandes
terapeutas, artistas, escritores, maestros, filántropos - afirman él poder invencible de la
alegría para cumplir la realización de los ideales. Ellos no toman la vida en términos de
“algo que se debe disfrutar” en la forma fácil en que la mayoría de nosotros interpretamos
el “gozo”; abordan la vida como su oportunidad para expresar al máximo lo mejor y más
elevado en ellos, para cumplir sus patrones especializados de la ley evolutiva y el progreso.
Los “descontentos” son los apáticos, los descuidados, indiferentes, los desaliñados
mental y emocionalmente; ellos existen en la moción por la respuesta a las cosas en sí, las
cuales no comprenden en su mayor parte. Los alegres son conscientes, por supuesto
profundamente conscientes y objetivos; expresan sus recursos y cumplen sus propósitos
con un foco de poder, de inteligencia y devoción que los califica para hacer girar el curso
de la evolución humana hacia arriba y hacia adelante. Existen relativamente pocos genios
encarnados en cualquier época; pero todo ser humano puede aprender a vivir alegremente
en el sentido que todos los que lo deseen pueden darse cuenta más claramente de su
identidad y sus recursos divinos. Cuando nos consideramos como '“gusanos ante los ojos de
Dios” es que nos apartamos de nuestra identidad como “Seres jubilosos”. Nosotros somos
en verdad, “chispas de la llama de Dios” y la chispa tiene los atributos de la luz, del calor y
del movimiento hacia arriba.
Reconocer que cualquier planeta puede ser el regente de un horóscopo y que todo
signo tiene su lugar en el símbolo del trino nos ayuda a comprender que ningún ser humano
está excluido del privilegio de vivir alegremente. La vieja “imagen” que la miseria es
nuestro sino es cierto solamente cuando nosotros expresamos miserable, limitada, temerosa,
congestivamente y sin el reconocimiento de las potencialidades divina y los objetos
espirituales. Toda acción que ejecutamos, toda reacción que experimentamos, toda
expresión emocional y todo pensamiento que sostenemos, tiene una calificación vibratoria
particular y eso significa que todas estas cosas pueden ser transformadas a octavas
superiores de júbilo en expresión y felicidad en la reacción si optamos por hacerlas así.
***
del libro " Estudios de Astrología VII ", de Elman Bacher
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