miércoles, 29 de mayo de 2013

DESCRIPCIÓN DE PERSONAJES FAMOSOS DE SHAKESPEARE


CAPÍTULO VI

DESCRIPCIÓN DE PERSONAJES
FAMOSOS DE SHAKESPEARE

El dramaturgo escoge de los recursos de su imaginación y su conocimiento, aquellos
elementos del espectro de la personalidad y la experiencia humanas que son apropiados
para su concepto de un tema y organiza esos elementos en forma dramática para ser
interpretados por actores, actrices y todos los demás ejecutantes de teatro. Todas las formas
del arte son representaciones destiladas de la conciencia humana; las obras de arte, como
espejos, le reflejan a la humanidad representaciones intensas de sí misma y de sus
experiencias. El dramaturgo trata sobre la conciencia, la emoción y la experiencia humanas
en términos de las expresiones objetivas de la humanidad; el hombre representa e interpreta
temas dramáticos en términos de patrones de apariencia, de personalidad, de actividad y
relación que son reconocibles objetivamente. En la representación los actores y las actrices
son microcosmos simbólicos del propio ser humano; cada papel desempeñado por un actor
o actriz es simbólico de un fragmento de la conciencia de identidad y existencia humanas
en este plano.
Por lo tanto, en las creaciones de un verdadero genio como lo fue William
Shakespeare (o quien quiera que escribió bajo ese nombre) la cualidad proteica de habilidad
y comprensión artísticas hizo posible las representaciones dramáticas que reflejan el
arquetipo humano, localizado por el nombre, el sexo, época y nacionalidad; pero que
realmente simboliza patrones universales de naturaleza humana y de experiencia. Tarde o
temprano nos encontramos frente a frente con el Hamlet, la Cordelia, el Ótelo, Lady
Macbeth, el Romeo y la Julieta en nosotros mismos. Lloramos o reímos en respuesta a estas
y otras representaciones porque algo en nuestro profundo subconsciente es estimulado
cuando vemos una gran representación que interpreta las concepciones creadoras de un
genial dramaturgo. Nuestra propia existencia - pasada o presente es repasada hasta cierto
punto -. Viejas memorias ya olvidadas, de sentimientos de dolor y de gozo, son encendidas.
Nuestra conciencia de egoidad individualizada en muchas encarnaciones es despertada
nuevamente y lo que vemos en el escenario es nosotros mismos, condensados y enfocados
por las exigencias dramáticas del tema interpretado. Nosotros somos hombre-mujer, todas
las profesiones, todas las nacionalidades, las relaciones, las luchas, los fracasos, los gozos y
los sufrimientos. El dramaturgo, por medio de los principios estéticos inherentes al arte
dramático creador y los actores a través de los principios estéticos inherentes al arte
dramático interpretativo, revitalizan la conciencia de nuestro ser total, de nuestra identidad
total como individuos, y nuestra relación total con todos los otros individuos.
Estudiantes de astrología: preparen una copia del Gran Mándala Astrológico, un
círculo de doce casas con Aries en el Ascendente, los otros signos en orden - 30° para cada
casa; el Sol, la Luna y los otros planetas en los signos y casas de su dignidad. Medite un
poco sobre este mándala como el cuadro simbólico compuesto de la humanidad -. De este
diseño y arreglo de símbolos es que se derivan todos los horóscopos humanos y representa
la totalidad de lo que es interpretado creadoramente o de otra forma en todas las bellas
artes. Es el cuadro de las identidades y experiencias de la conciencia humana. Ahora, para
especializarse en el arte dramático, “personifique” al Sol, la Luna y los planetas como
personajes en el Drama de la Vida Humana; deje que su mente recorra la esfera de estas
“personalidades” imaginando a cada planeta (enfocador vibratorio) en cada uno de los
signos zodiacales, en cada una de las casas ambientales, cada uno en aspecto (por
conjunción, textil, trino, cuadratura y oposición) entre sí. Añada los factores de ambos
sexos, todas las épocas, todas las nacionalidades, todos los períodos- históricos y usted
vislumbrará el tremendo espectro de lo que es suministro para el molino del dramaturgo.
Usted y yo estamos en este cuadro - cómo somos, cómo hemos sido y cómo seremos
mientras nuestra identidad sea el “ser humano” -. Usted está desempeñando ahora el papel
que su conciencia de la vida ha creado. Los humanos, en su vida Terrestre son autores
dramáticos y actores - cada uno usa su conciencia para interpretar la vida.
El Arte del Teatro, hace posible el estímulo a las lágrimas y la risa en el corazón
humano, más directamente que ninguna otra forma de arte. El llanto y la risa son dos de las
maneras por medio de las cuales la vida nos capacita para disolver la cristalización de las
tensiones y congestiones del plexo solar. En respuesta a las agonías, sufrimientos, anhelos y
desesperanzas creadas en la tragedia dramática, nos inclinamos a llorar al recuerdo de
nuestras propias agonías y sufrimientos. En respuesta a la bufonería, la sátira y la
caricatura, nuestros intelectos son excitados de tal modo que nos desternillamos de risa al
presenciar las reflexiones de nuestros despropósitos, torpezas e impedimentos. Cuando
presenciamos un drama romántico (de los de buen final) nos conmovemos en emociones
intensas, amor profundo, aspiraciones, esfuerzos y la realización de ideales. El propósito
oculto del drama trágico es inducir sentimientos de compasión por otros seres humanos - no
la intensificación de la compasión de sí mismo -. El propósito oculto de la comedia y la
sátira es disolver las congestiones de la ostentación, de la justificación propia, la hipocresía
y la excesiva seriedad - para “sacudirnos de nuestras maneras imperiosas” -. El drama
romántico tiene su propósito interno de intensificar nuestra conciencia del “tono, del color y
del diseño de nuestro modo de vivir”, para destellar una conciencia de mayores capacidades
para el amor, la devoción, el esfuerzo y la aspiración. El “final feliz” de los dramas
románticos es simbolismo dramatizado de la aspiración en todo ser humano de realizar
ideales y evolucionar por medio de la regeneración y la transmutación. El “final feliz” nos
recuerda la bondad de la vida.
La poesía y la nobleza de la obra dramática de Shakespeare sostienen un espejo
inmenso en el cual la humanidad puede mirarse. Disfrutemos de la consideración de
algunos personajes de Shakespeare tal como ellos representan “puntos enfocados” de la
naturaleza y patrones de experiencia humana correlacionados con el simbolismo astrológico
básico simple.

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del libro " Estudios de Astrología VII ", de Elman Bacher

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