viernes, 7 de junio de 2013

EXPERIENCIA ANIMAL


CAPÍTULO VIII


EXPERIENCIA ANIMAL

Se somete esta disertación a la consideración de los estudiantes que frecuentemente
indagan en sus estudios sobre los “horóscopos de animales”. Estas investigaciones son por
supuesto, perfectamente legítimas, siendo afines a un factor familiar de experiencia de la
vida y el cual es de gran interés e incumbencia para muchas personas.
La astrología, por ser esencialmente un estudio de la conciencia, es aplicable como
ciencia vibratoria a cualquier forma o plano de vida y a la conciencia que le da alma y
forma a esa vida. Si nuestro conocimiento de la astrología en sí, fuera grandemente
extendido más allá de su esfera actual, nosotros podríamos - siendo iguales todos los demás
factores - hacer el horóscopo de animales individuales como hacemos los de los humanos;
podríamos hacer los horóscopos de los planetas, sistemas solares y galaxias, al igual que de
las formas de vida diminutas que habitan el planeta. Cuando la astrología sea comprendida
como el estudio de esos principios o leyes por los cuales evoluciona toda conciencia,
entonces podría percibirse su aplicación provechosa a la vida por todo el cosmos, por
correspondencia con la vida que conocemos como los humanos.
No obstante, y aquí está la dificultad para comprender la astrología de otras formas
y olas de vida, debemos conocer la conciencia perteneciente a esas formas y olas.
Observamos y estudiamos las evidencias de otros tipos de conciencia diferentes a los
nuestros, pero nosotros que somos particular y “peculiarmente Humanos Terrestres”, no
podemos comprender los planos de conciencia a que están sujetas otras formas,
subhumanas y superhumanas. En verdad muchos humanos sólo tienen una comprensión
confusa y deformada de la conciencia de sus congéneres. La vida animal toma forma de un
centro diferente al nuestro: nosotros los humanos, siendo mucho más autónomos y los
animales estando mucho más bajo la guía especializada.
Se nos ha dicho que de las líneas evolutivas subhumanas, aquellos que ahora son
mamíferos alcanzarán su máxima evolución a través del patrón humano. Así pues, no sólo
es de interés sino de gran importancia que aprendamos a espiritualizar nuestra conciencia
de los miembros del reino animal y nuestra relación con ellos; ellos son nuestros hermanos
como habitantes de este planeta y nosotros como la expresión evolutiva más elevada,
tenemos una responsabilidad decidida hacia ellos, tal como la tienen los hermanos
mayores hacia los jóvenes en una familia; la correspondencia es casi exacta en la relación.
Por lo tanto, aunque no podemos “hacer los mapas” de animales, podemos estudiar
los nuestros con respecto a nuestras experiencias y sentimientos sobre la vida sub-humana y
de ese modo ampliar nuestra conciencia de la evolución en este planeta. Si usamos los
factores astrológicos que acostumbramos, un mapa calculado para la hora de nacimiento,
por ejemplo, de un gatito o de un perrito, representaría la significación del animal para
nuestra experiencia; lo mismo se aplicaría a la hora en que tomamos la decisión de traer un
nuevo animalito a la casa o de cualquier animal a nuestra experiencia personal. En el último
caso, la motivación y el propósito representarían las notas claves de la lectura astrológica;
ese mapa, por estar correlacionado con nuestro mapa natal, representa los factores,
relacionados recíprocamente, de la experiencia que pudiéramos tener con el animal. Un
mapa calculado en el que seleccionamos el animal podría indicar puntos básicos
concernientes a la conveniencia del animal para nuestro propósito. Muchas personas
encuentran que su relación con un animal inicia una experiencia de gran significación, y
son estas posibilidades de experiencia lo que nosotros estudiaremos.
La conciencia de relación humana individual no respeta persona ni cosas. Un
hombre puede amar a su mujer y a sus hijos con devoción tierna y solícita; pero si su
conciencia de relación contiene un área de odio, de miedo, o de prejuicio hacia otro hombre
- o hacia otras personas - que sean por casualidad de otra raza o nacionalidad, su conciencia
de relación no es clara ni pura. Una mujer puede cumplir con los requisitos de su trabajo
profesional con una conciencia firme; pero si su actitud hacia sus colegas - o hacia un
colega - está manchada de envidia o de falsa superioridad, entonces, su conciencia de
relación hacia su profesión está manchada correspondientemente.
Podrían considerarse muchos ejemplos semejantes; el punto que se debe tener en
cuenta es éste: nuestra relación con otra persona está calificada principalmente por nuestro
sentimiento acerca de ella; esa área de sentimiento es encendida por el contacto vibratorio
con la persona. En otras palabras, otras personas simbolizan cualidades de conciencia para
nosotros porque por la acción de la simpatía vibratoria, cualquier persona puede servir para
estimular cualquier punto de sentimiento en nuestra conciencia de relación. Hasta que
alcancemos la verdadera comprensión, nosotros estafemos propensos a identificar a la
persona con la cualidad estimulada en nuestra conciencia de relación: cuando hayamos
logrado la sabiduría de la relación sabremos que nuestras reacciones de naturaleza
desagradable deben ser transmutadas en la potencia espiritual de buena voluntad (Amor).
Por lo tanto, todos los puntos en la conciencia de relación que nosotros identificamos como
odio, envidia, celos, temor, falsa superioridad, tiranía, etc., pueden comprenderse como
“materiales” para el ejercicio transmutador. El hecho que muchísimas personas han
probado la ley de buena voluntad a través de sus esfuerzos transmutadores, puede
determinarse por unos minutos de seria consideración.
Cualquier foco magnético de atracción en la relación puede utilizarse para
intensificar negativos existentes en la conciencia o para alimentar las cualidades
regeneradas que han sido desarrolladas. Y la “relación” es vuestro punto de vista de
usted mismo en ajuste vibratorio con cualquier otra persona, cualquier criatura, cosa,
actividad, acontecimiento, esfuerzo o ambiente. Su horóscopo natal desempeña su mayor
servicio para usted al representarle las tendencias básicas de su punto de vista en la
conciencia de relación. Verdaderamente, la comprensión de estas tendencias y las formas
de usarlas rectamente es obtener la llave maestra para todas las otras fases en el estudio de
su mapa. La evolución de la Conciencia de la Humanidad es adelantada en proporción
directa a medida que cada humano aprende a ajustarse rectamente en la relación con
sus congéneres y sus compañeros animales.
Observe cuidadosamente las últimas veintidós palabras de la oración previa. Lo que
es ahora fue determinado por lo que fue; lo que ha de ser será determinado por lo que es
ahora. Cada ser humano del período presente de manifestación de la Tierra, estaba en
cierta época en el “status animal”; todo animal es ahora potencialmente un humano. En
ningún sentido absoluto es un humano “superior” a otro animal; la diferencia es
simplemente de tiempo de evolución. La veracidad de esta aseveración será percibida
inmediatamente al considerar el hecho que todos los iniciados, maestros y adeptos - la
vanguardia espiritual de la Humanidad presente - sirven por la inspiración y el aliento de
nuestro desenvolvimiento y progreso espirituales. Empleando una hipótesis absurda, si la
relación de ellos con nosotros fuera de “superioridad absoluta”, ¿por qué habríamos
nosotros de ser estimulados en forma alguna a “recorrer el sendero que ellos han trillado”?
Si estuviéramos relacionados con animales por una “superioridad absoluta”, no habría
ningún impulso en el corazón humano para mejorar las condiciones de los animales, no
habría el ímpetu inspirador de amarlos. No obstante, muchos humanos aman a los
animales con devoción desinteresada y compasiva. ¿No es eso en sí una prueba de que
nosotros sabemos internamente que los animales recorrerán el sendero que nosotros
estamos trillando ahora?. La comprensión por un ser humano de su confraternidad con los
animales, es un punto culminante en el curso de su morada evolutiva; es una expresión
tremenda de su conciencia de Amor, y semejante punto en la experiencia está acompañado
inevitablemente de una comprensión incrementada de la naturaleza del amor divino.
Toda posición y aspecto en su mapa natal puede estudiarse como si representara una
fase o tendencia en su conciencia de relación. Por lo tanto, sus actitudes y sus sentimientos
hacia la vida subhumana son representadas también por estos factores del horóscopo. Ya
que la relación con la vida subhumana está entrelazada inextricablemente en el tejido de la
experiencia humana, consideraremos este asunto tal como está representado abstractamente
por el Gran Mándala Astrológico. Para referencia recíproca, haga una copia como sigue: el
círculo de doce casas con el símbolo tradicional del Sol en el centro; Aries como signo
Ascendente con 30° de cada signo para cada casa; los regentes planetarios de los signos
colocados apropiadamente en las casas que ellos “rigen”. Este es el horóscopo abstracto de
la humanidad, del cual su horóscopo natal es una variación individualizada.
Para entrar en un entendimiento más profundo de la confraternidad de los humanos
y los animales, consideraremos primero el diámetro de Sagitario-Géminis, los signos de la
novena y tercera casas del Gran Mándala, las cuales están regidas por Júpiter y Mercurio
respectivamente. Júpiter es el Principio de la Función Orgánica en el sentido cósmico y el
Principio de la Jerarquía. Es el poder de la Mente Divina por el cual cada factor de un
arquetipo es concebido en relación perfecta con todos los demás factores, para la función,
la expresión y el uso. (La opinión deliberada del autor es que Venus como regente de
Libra, está exaltado en Sagitario; su exaltación en Piscis deriva de su regencia de Tauro,
Júpiter representa, como Principio de la Función Orgánica, el crecimiento de las partes de
una cosa en términos del prepósito y la relación recíproca de éstas con las otras partes de la
misma cosa. Júpiter representa, como Principio de la Jerarquía, la función de relación
recíproca de las cosas en términos de inteligencia relativa o de susceptibilidad relativa a
las fuerzas de la inteligencia.
En estos términos vemos la ubicación de las partes de una cosa en relación con otras
partes correspondientes a la afinidad con la inteligencia directiva. Sagitario está polarizado
por Géminis, el tercer signo del Gran Mandala en sucesión hacia la izquierda desde Aries,
el significador zodiacal de la raíz de la conciencia fraternal, siendo la conciencia
fraternal esa apercepción de “paralelismo” o de “similitud correspondiente” en la relación.
Todas las células de su cuerpo son fraternales en sí, siendo partes celulares del mismo
cuerpo; pero las células de sus dos ojos son fraternales por la especialización. Todos los
habitantes de este planeta son fraternales entre sí; pero todos los mamíferos son fraternales
por especialización; los humanos son “especialmente fraternos” entre sí, los cuadrúpedos
son “especialmente fraternos” entre sí, los pájaros son “especialmente fraternos”, etcétera.
Cada especialización tiene especialización adicional, pero todas las especializaciones están
agrupadas en la unidad: El Morador Terrestre. Los planetas de nuestro sistema son
“fraternos entre sí” y el nuestro es especialmente fraternal con los otros seis sistemas que
comprenden nuestra galaxia inmediata. La función orgánica en concepto de jerarquía y de
fraternidad está ilustrada en cualquier plano de dimensión que usted considere. Eso
significa que la conciencia de fraternidad del humano no está completa hasta que él haya
percibido el valor de esta convivencia de mutua relación en este planeta con todas las
demás criaturas subhumanas y superhumanas. En este punto surge naturalmente una
pregunta: ¿Qué podemos hacer los humanos, o qué debemos hacer, concerniente a nuestros
sentimientos sobre los habitantes de otros planetas? Esta pregunta puede ser resuelta por
cada humano, por sí mismo, en su debido tiempo.
El servicio es también una cosa de acción recíproca; el que desee ser bien servido,
debe a su vez servir bien. La vida animal ha sido utilizada por los humanos para el servicio
durante innumerables épocas y el Hombre ha engendrado mucho karma penoso en el abuso
de los principios del servicio. La sexta casa y el signo de Virgo simbolizan la conciencia
del principio del servicio del ser humano; es exteriorizado por sus experiencias como un
servidor y por sus relaciones con aquellos que le sirven, tanto los animales como los
humanos. La vida ha sido y es sacrificada para servir de alimento al reino humano, pero ¿y
que será del ser humano que abusa del servicio (inconsciente) de la vida animal por la
destructibilidad insensata y desenfrenada?. La sexta casa está polarizada por la duodécima
casa y el signo de Piscis; ¿puede usted ver la posibilidad que muchos seres humanos, a
causa de un acto de pasión desenfrenada en esta vida, pasen muchos años recluidos en
prisión como resultado kármico por la destrucción maliciosa o daño a la vida
suhhumana en una encarnación previa?. La malicia y la destructibilidad están en la
conciencia y ya sean dirigidas en la acción hacia los humanos o hacia los subhumanos no
invalida la potencia kármica.
La vida provee restricción en una u otra forma a aquellos que mediante la acción
han demostrado que no están capacitados para disfrutar de la libertad. Por lo tanto, si
usted contempla la compra de animales - o alguna otra experiencia - para el servicio,
incluya en su proyecto el darle buen servicio a aquellos que han de servirle. Si usted
depende de ellos para llevar a cabo programas de trabajo, ellos dependen de usted
correspondientemente para su cuidado y protección. Si su actitud hacia su servidor
subhumano es de respeto - la cual es Amor - usted no malogrará su responsabilidad y él
estará capacitado para rendirle el máximo de servicio. Además, por la mutua experiencia en
el Amor, usted fomentará la evolución del animal por el entrenamiento y adelantará sus
requisitos humanos sin usted engendrar karma retributivo.
Muchas personas le brindan una atención cuidadosa a sus compañeros animales,
quienes, a la vez revelan actitudes muy limitadas y estrechas hacia los compañeros
humanos. Parece que el karma del mundo animal ha sido expiado por este tipo de programa
de vida. Estas personas han sido enfocadas en la vida presente en una especialización de
la conciencia de vida y amor; es posible que sólo expresándoles amor y dándoles servicio a
sus “compañeros animales” puedan estas personas polarizar espiritualmente su conciencia
de relación para desenvolver subsiguientemente más ricas y elevadas apercepciones de
respeto y buena voluntad hacia los humanos. Esta faceta de la experiencia humana está
ilustrada por la polarización cruzada del diámetro Leo-Acuario por el diámetro Escorpión-
Tauro. La regeneración de residuos emocionales negativos representados por Escorpión y
que son exteriorizados por la mayordomía de la vida animal, representada por Tauro, es la
manera por la cual la conciencia de Amor Leo-Acuario, temporalmente restringida, es
polarizada internamente de nuevo para mejor liberación subsiguiente.
En conclusión, consideraremos la significación del trino de aire para las relaciones
de los humanos con los animales. Libra, cardinal de aire, regido por Venus es la
apercepción de la relatividad, el núcleo básico, esencial, de la conciencia de relación; es
la apercepción que hace posible a cualquier humano realizar la relación con la vida
subhumana, humana y superhumana. Acuario, el signo de aire fijo, regido por Urano, es
el recurso de la conciencia amorosa impersonal, trascendental por el cual el humano
realiza un impulso y una capacidad para amar la vida misma, a través de cualquiera de sus
formas externas. Acuario ilustra el amor que sentía Luther Eurbank por la vida de las
plantas, el lazo de amor que une a un ser humano ciego a su perro amaestrado para
conducirlo; es la conciencia de amor regenerada que une a humanos en grupos para ponerse
al servicio del fomento del bienestar subhumano. Géminis, el signo común de aire, recogido
por Mercurio, y noveno signo desde Libra es la apercepción de la relación como
fraternidad, esa sabia conciencia de similitud por la cual los humanos perciben su unión
con otros humanos y con cualquiera o todas las formas de vida. San Francisco, el inspirado
místico y amante de la vida llamó “hermanos” a todos los seres vivientes; él sabía que era
“hermano mayor” de aquellos que se arrastran y de los que vuelan y al amarlos como los
amaba, percibió el amor de Dios hacia él. Que la Luz y el Amor penetren la conciencia de
todos nuestros compañeros en la vida.

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del libro " Estudios de Astrología VII ", de Elman Bacher

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