CAPÍTULO VII
LA FACULTAD DE LA INTUICIÓN
La Intuición: Nuestro alado sentido interno, el poder perceptivo mágico por el cual
un ser humano después de innumerables vidas de regeneración, purificación y
simplificación conscientes, es capaz de efectuar una realización instantánea del hecho o
ley espiritual inherente a cualquier expresión de fenómenos, experiencia o relación. La
presencia de este poder perceptivo o facultad en la conciencia de un ser humano es
evidencia de su dedicada prosecución de la verdad y el esfuerzo dedicado de espiritualizar
su autonomía (regencia de sí mismo) a través del Amor.
Han aparecido en muchos lugares a través de la historia humana, Egos que han
desarrollado esta facultad; pero están encarnando ahora en mayor número que antes. Estas
personas, representan hasta cierto punto, la vanguardia en la preparación evolutiva para la
Nueva Era; ellos traen de sus evoluciones en pasadas vidas la evidencia de la potencialidad
de la Intuición que poseen todos los seres humanos y que eventualmente éstos desarrollarán
y expresarán. La presente expansión en la exploración e invención científicas exterioriza
este “advenimiento de la Nueva Era porque la habilidad humana de inventar mecanismos e
instrumentos está basada en la percepción intuitiva de principios. Considere por un
momento ese mecanismo que con mayor perfección exterioriza la facultad intuitiva: el
calculador electrónico. Este mecanismo produce, casi instantáneamente, la solución exacta
de combinaciones y problemas matemáticos tan complicados que para resolverlos les
requiere horas a las personas debidamente entrenadas. Reconozca, por correspondencia,
que la intuición humana en acción está basada en el mismo poder de sintetizar exactamente
la percepción que es exteriorizada por esta máquina fabulosa.
La palabra “intuición” se deriva directamente de dos raíces del latín que juntas
significan inspeccionar atentamente. Por la acción sincronizada de nuestros dos ojos - la
expresión física polarizada de la percepción visual - miramos las cosas. Aún el estudio de
una radiografía revela solamente el aspecto de lo físico que está bajo la superficie exterior.
Es por medio de la acción del ojo único de la percepción verídica, exteriorizada en lo
físico por la glándula pituitaria, que nosotros percibimos intuitivamente aquello que está
dentro de lo físico, aquello de lo cual procede lo físico. Todo mecanismo simple que haya
sido inventado por los humanos representa la exteriorización de la percepción intuitiva de
un principio del cosmos. Piense sobre el genio poseído por el ser humano que por primera
vez percibió intuitivamente el principio de la rueda y reprodujo ese principio en forma
física; o el principio del bote, el uso del fuego, el principio del radio o del cinematógrafo.
Todos estos inventos, desde el más simple hasta el más complejo fueron percibidos como
la aplicación de principios cósmicos a la forma, y la percepción en cada caso, fue
experimentada internamente como funcionamiento intuitivo. Se ha dicho con certeza, que
un ser humano no puede inventar un aparato o mecanismo cuyo principio no tenga
correspondencia con una facultad, real o potencial del ser humano. Lo inverso puede
decirse: el poder interno de los humanos puede descubrir formas y medios de exteriorizar
todos los principios del cosmos, que tengan correspondencia con las potencialidades del
ser humano. El viejo proverbio mantiene su certeza: no hay nada nuevo bajo el Sol; sólo
existen maneras diferentes de exteriorizar lo que es percibido “bajo el Sol” y la percepción
es siempre algún grado de acción intuitiva. Sólo las facultades más elevadas hacen posible
la percepción de lo que es “nuevo”, y de todas éstas, la Intuición es la que más directamente
da evidencia de la “regeneración del yo por el Yo”. Una de las correlaciones de más
perfecta pureza que se pueden hallar en todo el campo de la Astro-filosofía es la correlación
de la facultad de la Intuición con el planeta Urano. Existe completa correspondencia en
todos los puntos de esta doble identificación. Urano es el principio liberador en el cosmos.
La Intuición es la facultad más liberada del Ego. Urano es el principio de la síntesis; la
facultad de la Intuición provee al Ego de la percepción sintética más completa de las cosas
bajo consideración; Urano simboliza la pureza del amor impersonal; la Intuición es ese
poder puro del Ego cuando está completamente libre de las predisposiciones del prejuicio -
la aprobación y desaprobación personales; Urano, en el reino de la conciencia genérica
simboliza el balance polárico básico perfecto del verdadero andrógino (hombre-mujer) -.
La Intuición es el poder del Ego de sacar de los recursos profundamente escondidos del
conocimiento y la comprensión derivados de muchas encarnaciones pasadas como varón
y como hembra; Urano, como regente de Acuario, simboliza la apoteosis de la conciencia
de fraternidad; la Intuición hace posible al ser humano percibir verídicamente las
semejanzas y correspondencias entre sus propias experiencias y las de otro ser humano;
Urano simboliza la apercepción libre y liberadora del Amor; la Intuición es la apercepción
libre y liberadora de la verdad inherente a cualquier fase de fenómenos o de experiencia.
De todos los planetas en nuestro sistema solar, Urano representa la tendencia de actuar o de
afectar con la prontitud máxima - la trascendencia de las limitaciones del tiempo; la
Intuición actúa con una rapidez que es designada como “fuera del tiempo” - cuando surge
en la conciencia para cumplir las demandas de la atención dirigida, “sencillamente ocurre y
no hay palabras en nuestro lenguaje que puedan describir lo “instantáneo” de su acción.
Sólo la experiencia en sí misma puede servir para “describirla”. La Intuición, como
espiritualización del amor unida al poder aperceptivo de la mente, puede revelar todas las
cosas, del mismo modo que el Amor realiza todas las cosas.
El estudio de un horóscopo natal con respecto a la determinación del poder o la
inclinación intuitiva debe incluir una correlación de Urano, el símbolo de esta facultad
misma, con los equivalentes mentales de otros planetas en términos de patrones de aspecto
y el dispositor. Todos los puntos planetarios tienen equivalentes mentales, tal como tienen
equivalentes físicos, astrales y espirituales; cada punto planetario designa cierta “manera de
pensar” porque cada uno pinta variedades de cosas sobre las cuales se puede enfocar la
atención mental de un ser humano ya sea sobre un objeto en el mundo material, una
persona, un ambiente, un evento, o una relación.
De los otros nueve puntos planetarios, tres son específicamente representativos de
facultades mentales. Puede sobreentenderse que, en términos de equivalentes mentales, los
otros seis representan atributos mentales. Los tres “planetas de facultades mentales” son la
Luna, Mercurio y Neptuno. La Luna simboliza la mente instintiva, el depósito de memorias
de vidas pasadas, el mecanismo de producción de la facultad mental. Mercurio simboliza
la mente consciente, la correlación entre el cerebro y las percepciones sensoriales por
medio de las cuales el humano obtiene información del mundo externo, el poder mental de
identificar específicamente, de computar, de analizar, de estudiar y de comunicar por medio
de la palabra y la escritura. Neptuno simboliza la facultad de la mente inspiradora; es el
principio mental especial que caracteriza al artista creador y al interpretador; es la facultad
mental sutil por la cual un ser humano recibe y percibe la comunicación de los Planos
Superiores. Estos tres planetas pueden ser considerados como la tríada mental que
caracteriza la acción comunicativa: la Luna, como mente instintiva, comunica los secretos
del pasado a la conciencia del presente por la producción de efectos que corresponden a
las memorias almacenadas; Mercurio, corno la mente consciente, comunica los secretos
del mundo externo a la conciencia mental de la persona y representa la comunicación
mutua entre personas; Neptuno, como el símbolo de la mente inspiradora, es la facultad
mental que identifica la canalización entre lo relativamente superior y lo relativamente
inferior.
En referencia a los aspectos trinos como representantes de la realización relativa del
desarrollo intuitivo, la Luna en trino con Urano identifica la conciencia intuitiva de
necesidades y su cumplimiento; la conciencia de cómo fomentar el progreso de grupos
humanos, la conciencia de la “nueva era”, de los principios de la vida doméstica, la
provisión y la protección; más que ningún otro aspecto aislado, la Luna en trino a Urano es
la insignia de la “emancipación de las mujeres”, la liberación de la conciencia colectiva, de
la ignorancia, del prejuicio y la dureza, la reforma electrizante de la conciencia personal
instintiva por la apercepción interna.
Mercurio en trino a Urano identifica más que ningún otro aspecto, el conocimiento
intuitivo del genio científico; él es la base en el cuerpo mental de aquello que hace posible
todo descubrimiento e invención. Los niños con este aspecto revelan frecuentemente una
gran habilidad en sus estudios escolares. Esto es evidencia de conocimiento especializado
traído de estudios e investigaciones hechas en vidas pasadas. Estas personas han ejercitado
una gran independencia de espíritu en sus dedicaciones intelectuales del pasado. A menudo
revelan una gran habilidad para los idiomas extranjeros, en cuyo caso se muestra la
evidencia que en sus estudios actuales ellos están recapitulando realmente – “trayendo a la
superficie” - gran conocimiento de lenguajes obtenidos en el pasado.
Los aspectos de Urano-Neptuno deben ser evaluados por la correlación de todo el
mapa; estos aspectos son de naturaleza cíclica o de épocas y sólo mediante el análisis y
síntesis cuidadosos de las tendencias básicas del mapa en conjunto puede determinarse el
predominio de las habilidades intuitivas e inspiradoras. Todos los humanos que vienen con
el aspecto de Urano trino a Neptuno, comprenden una ola de vida que está en sentido
general más armonizada con los efectos de las fuerzas superiores. Ellos representan, como
un grupo universal, un énfasis cíclico de conciencia relativamente progresiva y
espiritualizadora. Los de evolución más elevada - sin tomar en cuenta el momento histórico
de la encarnación - aportan una gran contribución al progreso de la raza por medio de sus
poderes reveladores e inspiradores. Aquellos altamente evolucionados que vienen cuando
Urano está en cuadratura o en oposición con Neptuno son transponedores evolutivos y su
momento de encarnación los trae cuando la raza necesita la disolución de lo que está
pasado de moda y cristalizado. Estos momentos están caracterizados siempre por
condiciones de cataclismos, revoluciones, tensiones y conflictos terribles; pero el factor
Uraniano de las personas altamente evolucionadas las identifica como “trabajadoras para el
futuro”. Ellas tienen la apercepción de lo que ha de ser y cómo poseen iluminación
intuitiva, trabajan para iniciar aquellos pasos, métodos y procedimientos que han de resultar
en las nuevas manifestaciones que caracterizan al futuro.
Hay otros tres planetas que, cuando son correlacionados con Urano, representan
características intuitivas marcadas: Júpiter, Saturno y Venus. Urano correlacionado con
Júpiter o con la influencia de la novena casa da un alto grado de genio artístico
interpretador, es intuitivo e imaginativo, cualidades espirituales poseídas por el Gurú, el
Maestro, el Intérprete de la ley espiritual y en sumo grado, el Sanador. Urano trino a Júpiter
da evidencia de un desarrollo superior de la mente abstracta, la apercepción intuitiva del
simbolismo y el principio. Urano-Saturno identifica la clariaudiencia y aquella cualidad de
la intuición que hace posible las reformas necesarias en la vida social, política y financiera
de la humanidad. Urano-Venus, una de las insignias del genio artístico creador o
interpretador, es la apercepción intuitiva dirigida particularmente hacia la comprensión de
la relación; Urano trino a Venus da evidencia del poder de percibir los valores impersonales
de la relación y la habilidad de responder a una cualidad muy elevada de afinidad espiritual
en la relación; es una de las insignias, tal vez la insignia principal, del “amor biuno” o
“bodas del alma”.
Considerando a Marte como el corregente de Escorpión - acción que libera los
recursos Escorpiónicos del poder del deseo - podemos considerar el aspecto de Urano trino
a Marte primordialmente como una evidencia de gran capacidad para la acción por la cual
las tendencias intuitivas son dirigidas para emprender una obra. Marte “piensa” en
términos de “cómo, qué, dónde y cuándo puedo yo obrar”; por lo tanto, Urano trino a
Marte, se sobreentiende que representa una percepción intuitiva de recta acción. Si se
considera a Plutón como regente planetario de Escorpión, entonces Urano trino a Plutón
indica la facultad intuitiva “respaldada” por un recurso enorme de .poder del deseo y de
fuerza emocional. Este aspecto podría tomarse como una “insignia planetaria” de un mago -
negro o blanco -. En el mapa de un ser humano altamente evolucionado, de propensión
espiritual, Urano trino a Plutón podría representar a uno cuyo poder reformador es
tremendo, refiriéndose a su propia regeneración personal y al poder que pueda dirigir hacia
la regeneración o transformación de otro individuo o de la sociedad en conjunto. Este
aspecto exteriorizado podría considerarse como la explosión de la primera bomba atómica,
abriendo una nueva era en la experiencia humana referente al conocimiento y uso de
octavas de poder percibidas recientemente.
Daremos consideración especial respecto a Urano y el Sol porque el Gran Mándala
Astrológico (la rueda de doce casas, Aries Ascendente, los planetas en los signos y casas de
su dignidad) nos da la clave para la raíz evolutiva y esencial y la significación espiritual de
la facultad de la intuición, como una potencialidad poseída por todos los humanos. El Gran
Mándala Astrológico es la significación astrológica abstracta de la humanidad terrestre y
cualquier punto de facultad o experiencia que los humanos tengan en común puede ser
estudiado por este diseño. Haga una copia del Gran Mándala Astrológico, intensifique el
diámetro Leo-Acuario y trace líneas rectas conectando las cúspides de Leo-Aries y
Acuario-Escorpión.
Ningún signo del zodíaco puede comprenderse completamente sin una
consideración de su signo opuesto, así como dos seres humanos de sexo opuesto se
percatan de su polaridad subjetiva por la relación íntima en una fuerte atracción magnética.
Para “conocer a Acuario” tenemos que “conocer también a Leo”, el signo de fuego
regido por el Sol, símbolo de la voluntad, el propósito, la irradiación y la autonomía
individual. Si el Sol es la irradiación del amor, Urano es la cualidad liberadora,
transformadora de la irradiación del amor, si el Sol es el poder de la Mente, Urano es la
forma del individualismo por la cual ha sido desarrollada la independencia del
pensamiento; si el Sol es la potencialidad de la Maestría, Urano es la potencialidad
realizada en y a través de todas las relaciones por el incremento de espiritualización y
regeneración de la naturaleza emocional. Acuario, como amor espiritualizado, polariza y
“redime” el amor egotista de Leo no evolucionado. Acuario a través de Urano, su regente,
como intuición, polariza y redime la mente “concentrada en sí mismo” de Leo
rudimentario. Cuando el sol y Urano son considerados en sus exaltaciones - Aries y
Escorpión respectivamente - vemos la apoteosis simbólica del humano como un Hijo de
Dios y la potencialidad del ser humano de realizar su identidad espiritual a través de la
regeneración interna, la “magia divina”, la “alquimia creadora”, la transmutación por
medio de la cual la escoria del Ego personal es transformada en la Luz Blanca del Ser
Espiritual. La prosecución inequívoca de la Verdad, la disciplina y refinamiento
autodirigidos de las facultades emocionales y mentales, la expansión del poder del Amor a
través de la impersonalización y la realización más y más clara de la identidad espiritual
verdadera son los pasos por los cuales el Poder Maestro de la Intuición es enfocado,
evolucionado y perfeccionado en la conciencia humana. El astrólogo mira los símbolos y
números de un horóscopo, pero él mira intuitivamente en el mapa para aprender las
verdades de la conciencia del nativo. El estudio astrológico para el uso servicial y la
iluminación humana es una de las formas principales por medio de la cual la Facultad de la
Intuición es desarrollada en el ser humano.
***
del libro " Estudios de Astrología VII ", de Elman Bacher
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