miércoles, 12 de junio de 2013

LA NIÑEZ


CAPÍTULO IV

LA NIÑEZ

La “Niñez” significa simplemente “estar en un estado de involución” - en cualquier
octava de experiencia o de desenvolvimiento.
En la manifestación que “el niño es padre para el hombre” no hay mucha poesía,
pero sí bastante de realidad. El hombre es el resultado de todos los procesos de involución
que emanan sucesivamente desde el momento de la concepción hasta la más completa
madurez encarnada. Todas las involuciones son naturalmente fases de la dirección de vida
única: la evolución. Son momentos para la organización y enfoques de facultades; culminan
en los “puntos” en que las facultades pueden ser usadas y dirigidas conscientemente. La
“educación consciente” es justamente otra manera de decir “Madurez”.
Antes de acometer un acercamiento técnico para el análisis de mapas de niños,
debemos obtener un cuadro de lo que es nuestra niñez; se usará la estructura del Gran
Mándala para ilustrar la involución - y la evolución - de la seidad humana. La Ley de
Correspondencia se verá aplicada aquí de esta manera: de Espíritu Virginal a través de
encarnaciones a la liberación de la forma corresponde a la evolución de semilla Virginal a
través de la encarnación, hasta la transición. De la virginidad - por la inocencia - en
cualquier octava de Vida - continuamos a través de una sucesión de emanaciones, las cuales
llamamos “niñez”, hasta etapas de madurez cíclicas. Un ejemplo - el proceso de educación:
los estudiantes en el primer día de escuela de párvulos, del primer grado, el noveno grado y
estudiantes en primer año de colegio son “espíritus virginales” en relación con la fase que
comienzan; los “más virginales” son, desde luego, los del jardín de infancia; ellos no tienen
absolutamente experiencia educativa en esta vida. Todos estos son “niños” porque están
aún en el proceso de educarse. La “niñez de la educación” cesa cuando la persona pone en
uso por primera vez lo que ha aprendido. Al comenzar esta fase, él entra a la “niñez” de la
experiencia del trabajo; según aplica aquello que ha aprendido, él “emana” hacia su
madurez como trabajador.
Pues bien, recordamos que la “niñez” es el proceso entre puntos relativos de
madurez en cualquiera - o todas - las octavas de expresión de la Vida, así como - añádase
esto - el desenvolvimiento de potencialidades es el proceso en medio de puntos relativos de
felicidad.
El comienzo de su encarnación fue el momento que determinó el fin de su
experiencia necesaria en los planos internos. Desde ese punto, capacitado enteramente por
sus exigencias kármicas, empezaron a suceder cosas que sirvieron el propósito de transferir
su conciencia, de la subjetividad a la objetividad. La semilla, núcleo de su vehículo en
perspectiva fue madurada dentro del cuerpo materno; asimismo, a la hora exacta requerida
en que la semilla recibió el efecto de la impregnación paternal y terminó la fase subjetiva de
su encarnación - comenzó la fase objetiva -. Nueva niñez.
Ahora empieza la involución en el vehículo compuesto llamado el período prenatal.
Este es el período de sus “niñeces objetivas”. Para ilustración, trace un círculo grande,
añada los diámetros horizontal y vertical; coloque los símbolos de los signos cardinales, tal
como están en el Gran Mándala: Cáncer, el cuarto; Libra, el séptimo; Capricornio, el
décimo; Aries, el primero. Desde un punto en la línea de Cáncer, cerca del centro, trace, a
través de puntos comparables, una línea hacia arriba a través de Libra y Capricornio, luego
hacia abajo hasta Aries - tres cuartos de un círculo. Esta es la “línea del período de
gestación” - nueve meses de tiempo simbolizados por nueve signos de casas astrológicos -
tres cuadrantes. Esta es la acumulación y enfoque de conciencia genérica en la matriz
etérica y su condensación física. El fin de esta línea de gestación (prenatal) de Aries
termina esta “niñez” particular por su “madurez” al nacer. Ahora el vehículo compuesto es
objetivado como una expresión individualizada de la idea arquetípica “humanidad”. No es
un “nuevo ser humano” sino “un ser humano reapareciendo de nuevo”.
Desde el punto en la línea de Aries donde terminó la “línea de gestación”, mueva un
poquito la punta de su lápiz hacia afuera - fuera del centro. Desde ese punto trace un cuadro
de círculo hacia abajo hasta el punto correspondiente en la línea de Cáncer. Nueva octava -
nueva dimensión. Este cuadrante es la involución en el uso de la consciente del vehículo
físico - la niñez física individualizada. Astrológicamente, este período está representado por
los “viajes paralelos” de la Luna progresada y tránsito de Saturno (los constructores de la
forma) de sus posiciones natales a la primera cuadratura. La última vez que Saturno
transitando, en moción directa, forma cuadratura con su posición natal, termina este
cuadrante. Se dirá más sobre esto más tarde.
Mueva un poquito la punta de su lápiz hacia abajo a la línea de Cáncer y trace un
cuarto de círculo en el punto comparable en la línea de Libra. Este cuadrante es la niñez del
ejercicio mental - en el entrenamiento representa la instrucción obtenida por el niño en los
grados elementales. El da sus primeros pasos en adquirir la comprensión de los símbolos
que llamamos letras y números que tiene como propósito (básico) coordinar y organizar sus
facultades mentales. Por consiguiente una “niñez” nueva y mucho más vital. Este punto en
la línea de Libra simboliza la aurora de la adolescencia, la emancipación de la conciencia
sexual y la conciencia de la polaridad. En la línea de gestación, este punto representa el
momento fijado en el período prenatal en que las características sexuales de la encarnación
en perspectiva fueron objetivadas y las del sexo opuesto fueron subjetivadas. En la
adolescencia el cuerpo físico manifiesta la quimicalización de la conciencia sexual; la
conciencia sexual subjetiva se manifiesta por la respuesta vibratoria de la persona a
personas, mayormente del sexo físico opuesto. (Ofreceremos más de esto en el artículo
siguiente). Esta “emanación” subconsciente de conciencia de polaridad representa la
“niñez” del amor entre varón y hembra. El patrón astrológico básico es: la Luna progresada
opuesta a su posición natal y Saturno transitando por la oposición de su posición natal.
Mueva ahora un poquito la punta de su lápiz hacia afuera en la línea de Libra y trace un
cuarto de círculo a la línea de Capricornio; tres cuadrantes de la rueda y la segunda
cuadratura de la Luna progresada y Saturno en tránsito con sus posiciones natales.
En este punto - el segundo en la línea de Capricornio - la primera madurez después
del nacimiento es alcanzada. La persona ha desarrollado el uso de su cuerpo físico, su
mentalidad consciente y sus poderes eróticos generadores. El está capacitado ahora, en
cuanto concierne a equipo, para abandonar su condición de recibidor de vida y emerger a la
condición de dador de vida. En otras palabras, ahora él puede convertirse en padre. El
puede proveer no sólo substancia corpórea para la encarnación de otro, sino que debe estar
capacitado para asumir y cumplir las responsabilidades concurrentes en esa expresión.
Cualquiera con equipo físico, poder de deseo y una compañera, puede convertirse en padre,
pero el ser padre implica el ejercicio del poder amoroso y del poder de la sabiduría, lo
mismo que del poder del deseo. Por lo tanto, en el cuarto cuadrante, después del
nacimiento, la persona entra en la infancia de la madurez culminada. Esta “niñez” es
representada por el movimiento de la punta del lápiz un poquito hacia arriba en la línea de
Capricornio y trazando el cuarto de círculo restante hacia abajo a la línea de Aries,
completando un círculo desde el nacimiento. Este período es la “niñez” psicológicaespiritual
- fusión de todos los elementos de la personalidad - físicos, genéricos y mentales.
En la rueda incluye las casas décima, undécima y duodécima. Como la casa duodécima
simboliza abstractamente la idealidad incumplida, aquí simboliza el tiempo de prueba de
los veintiocho, veintinueve y treinta años. Este período marca el fin del primer ciclo: la
Luna progresada y Saturno en tránsito (directo) en conjunción con sus posiciones natales.
Durante este período de “supernacimiento” los elementos esenciales del horóscopo total
son enfocados intensamente. En su octava es análogo a la lucha del infante por salir del
cuerpo materno. Esto es sólo emergencia de conciencia de la atracción gravitacional de
negativos psicológicos (psico-emocional-mentales) en vez de la lucha de un cuerpo físico
contra otro. Los aspectos formados por el primer eclipse solar después de la conjunción de
la Luna progresada con su propia posición son muy importantes para indicar el foco de
prueba hasta que Saturno haya completado su ciclo. Es cierto que, desde el punto de vista
de las condiciones kármicas, el período de gestación de un cuerpo infantil puede estar
acompañado de condiciones vibratorias muy difíciles debido a los apuros, emociones
negativas y tensiones de los padres, particularmente de la madre. No obstante, como la
encarnación se hace por atracción vibratoria a padres específicos y a un ambiente
específico, estas condiciones son exteriorizaciones de patrones vibratorios. Las condiciones
no son “causas”, son en verdad, efectos específicos de causas que el “niño” mismo ha
producido por la manera en que ha ejercitado su conciencia en el pasado. Cuando
reconocemos que la paternidad y el ambiente son efectos y no causas, reconocemos que
podemos redimir la cualidad de la relación con nuestros padres y la cualidad de las
imágenes mnémicas de nuestro ambiente temprano por la disolución de cristalizaciones de
los pensamientos y emociones de tensión al sustituir pasados patrones de pensamientos y de
sentimientos basados en el Amor-Sabiduría. ¿No es esto en esencia, una de las
significaciones principales de la frase “el Arte de vivir”?.
Al final del período marcado por la conjunción de la Luna progresada y Saturno en
tránsito con sus posiciones natales - que es coincidente con el trino, por tránsito directo, de
Urano con su posición mental - el hombre emerge de las “emanaciones” de sus seis
“niñeces” - una subjetiva y cinco objetivas. Para resumir: (subjetiva): preparación en los
planos internos para la encarnación: (objetivas):
1) El período prenatal, la involución en
vehículos físicos y etéricos, culminando en el nacimiento;
2) del nacimiento a los siete
años: la involución en el uso del vehículo físico;
3) de los siete a los catorce años: la
involución del uso de las facultades mentales;
4) de los catorce a los veintiún años: la
involución de la conciencia de polaridad, conciencia del sexo y aparición de la naturaleza
erótica;
5) de los veintiuno a los veintiocho años: terminación del primer ciclo de la Luna
progresada, culminando por el tránsito - en la última moción directa - de Saturno con la
conjunción de su posición natal y el trino de Urano con su propia posición natal; los dos
últimos tienen lugar a los veintinueve y treinta años. Este período es la síntesis de la
“niñez” total de la encarnación, las pruebas que sirven para solidificar la conciencia para
los años de madurez, las luchas internas por las cuales probamos cuánto se ha aprendido de
los Principios de Vida hasta ese momento y luego la acción de Urano proporciona una
medida de liberación para la emanación progresiva.

Puesto que la recapitulación es un principio en las emanaciones evolutivas, el
período siguiente que termina con la tercera cuadratura de la Luna progresa y Saturno en
tránsito por sus posiciones natales (primera cuadratura del segundo ciclo) alrededor del
trigésimo sexto año, es un período de recapitulación en, el cual la vida nos da la
oportunidad de aprender de los resultados del tiempo de pruebas del año veintiocho al
treinta y de redimir, por lo menos en parte, lo que se necesita redimir. La vida no quiere que
vayamos de una octava a otra agobiados completamente por cargas de congestiones
acumuladas - la vibración de Urano es la disposición de la naturaleza de asegurar cierto
grado de libertad interna - y esa libertad es un derivado directo de todo lo que hemos
aprendido a través de nuestras pruebas. Después de toda la congestión que llamamos
“ignorancia” sólo puede ser disuelta por la sabiduría y el pensamiento: “La verdad, os hará
libres”. Este es el período de “poner en orden lo que necesita ser ordenado” desde los
primeros treinta años y entonces surgimos, después de los treinta y seis años - habiendo
aprendido cosas que necesitábamos aprender - a la siguiente fase (comparable con el
período erótico de la adolescencia) el cual es hasta la fecha el período de mayor creación.
Nuestros poderes de polaridad - octava superior de los poderes sexuales - alborean ahora
para un fulgor de expresión a través de la madurez del equipo físico, mental, emocional y
espiritual.
Al final de este período, el sexto cuadrante, llegamos a la modulación en la madurez
completa de la encarnación; una acción vibratoria triple tiene lugar de los cuarenta y dos a
los cuarenta y cinco años; la Luna progresada y Saturno en tránsito forman la segunda
oposición a sus posiciones natales y Urano en tránsito está en oposición a su posición natal.
Este período es otra lucha del nacimiento - de gran significación oculta: es la lucha de la
conciencia, entre la cristalización retardadora de Saturno y la disolución progresiva de
cristalizaciones de Urano - la Muerte contra la Vida. El autor tiene la convicción de que
esta lucha y su consecuencia tienen mucho que decir sobre el “fundamento psicológico y su
relación evolutiva” con la siguiente encarnación. En este período, probamos por medio de
nuestras reacciones y expresiones si intentamos ponernos inertes o permanecer dinámicos.
Lo que en nuestra conciencia tienda a congestionar e impedir el progreso es
sacudido de raíz durante este período. Si nosotros nos apegamos por temor, a lo viejo y a lo
que no es necesario, construimos en inercia; si nos ajustamos a los cambios necesarios,
construimos en progreso el cual resulta en un nuevo nacimiento radiante de conciencia
espiritual. Después de este período subimos a la cumbre de la montaña de nuestra vida, la
madurez más completa de nuestros años posteriores.

Ahora, para un poco de estudio técnico se ofrecen seis series de cálculos exactos:

1) Los meses en que la Luna progresada forma su primera cuadratura, primera
oposición, segunda cuadratura, conjunción, tercera cuadratura y segunda oposición con su
posición natal.

2) Correlacione con cada uno de los ya mencionados la hora del eclipse solar que
cae (después del aspecto progresado de la Luna) en conjunción, cuadratura o en oposición a
la Luna natal. (El eclipse solar subsiguiente hace accesibles los patrones Lunares).
3) Las fechas en las cuales Saturno, por su último tránsito directo, forma su primera
cuadratura, oposición, segunda cuadratura, conjunción, tercera cuadratura y segunda
oposición.

4) Correlacione con cada uno de los mencionados bajo el número 3 la Lunación más
próxima a la hora del aspecto que forma conjunción, cuadratura u oposición al Saturno
natal. Estas lunaciones “encienden” los aspectos de Saturno en correlación con los eclipses
solares en su relación con los aspectos progresados de la Luna. (Si sus efemérides lo
proveen).

5) El período en que Urano, por su primer y último tránsito directo se opone a su
posición natal. Busque las horas de los eclipses solares que forman conjunción, cuadratura
u oposición con el Urano natal en este período. Este es el vértice de la hora del
“sacudimiento”. Urano retumba y brama ante todo lo que disgusta de Luna-Saturno.

6) Una lista compuesta de todo lo contenido en el período de dos puntos
mencionados arriba, de Urano en oposición a Urano que enciende al Urano natal por sextil
o trino. Esto es, la Luna progresada misma, los eclipses solares y sus Lunas llenas, patrones
de lunación, y sus Lunas llenas y la mayoría de los tránsitos planetarios que representan
estímulos a Urano de acuerdo con sus poderes de establecer liberaciones internas y
progreso. Además, el estudio de Urano en oposición a Urano requiere una síntesis
cuidadosa del contraste del Urano natal con el Saturno natal para evaluar los poderes
relativos de gravedad y progreso en el mapa individual.

Se sugiere también que se le preste atención especial a los aspectos de la Luna
progresada de la siguiente manera: Haga una lista de los meses en que la Luna progresada
haga aspecto en sucesión, con cada planeta que forme aspecto legítimo con la Luna natal en
el horóscopo. Cada uno de los “puntos de trueque del cuadrante” es enfocado por los
aspectos de la Luna progresada y Saturno en tránsito, con sus posiciones natales; pero los
aspectos de la Luna en el mapa natal son especializaciones personales de los principios
Lunares y todos estos aspectos tienen relación con los “puntos de viraje”.
Cuando usted lea un mapa de cualquier persona, tenga en mente en qué “niñez” se
encuentra esa persona; analice el mapa en cuanto a sus valores básicos; pero tenga en mente
el “equipo” presentado para el momento de la experiencia que usted está estudiando.
En conclusión: El “primer cuadrante” del astrólogo está en “aprender el cálculo” - la
parte principal del estudio astrológico. Todas sus otras “niñeces” como artista interpretador
- son coincidentales con sus diversos estados de desenvolvimiento espiritual.

***

del libro " Estudios de Astrología VIII " de Elman Bacher

*


* *

No hay comentarios:

Publicar un comentario