CAPÍTULO VI
LA LUZ COMO TERAPIA
La palabra terapia se deriva de una palabra del griego que significa “curación”. El
verbo “curar” se deriva de una palabra teutónica que significa, entre otras cosas,
“reconciliar”. “Reconciliar” viene directamente de las palabras raíces del latín “re” (otra
vez) y “con” (con) - que juntas indican reunir. Así es que la palabra terapia significa más
que el “proceso de poner en orden una parte del cuerpo”. Significa “reunir armoniosamente
la parte afectada con el resto del organismo”. Toda terapia sirve el propósito de restablecer
la conciencia de la unificación física, mental, psicológica y espiritual. Jesucristo dijo: “Mi
Padre y Yo Somos UNO”, “Sed perfectos así como vuestro Padre en el Cielo es perfecto”,
y “Amaos los unos a los otros”. En esta y otras manifestaciones similares se encuentra la
declaración de la unidad de cada uno con los demás y de todos con cada uno - la salud,
armonía y belleza de la unidad es la variedad. Si la palabra “salud” diera a entender el
funcionamiento vital y armonioso de las partes de los cuerpos físico, emocional y mental,
entonces la conciencia del amor es la salud de las relaciones humanas puesto que es en la
conciencia del Amor que se efectúa el cumplimiento de la experiencia y las relaciones son
los medios de la experiencia. El impulso de realizar o de reconocer (re-conocer - conocer de
nuevo) la unidad no está mejor ilustrado en ninguna otra parte que en aquellas actividades
que caracterizan la curación. Si la enfermedad, las deformidades y las anomalías fueran
características de la seidad humana verdadera, estas condiciones serían aceptadas y
sobrellevadas sin esforzarse por corregirlas. En verdad, con semejante actitud, no se le
ocurriría a nadie tratar de corregirlas. Pero el Hombre, que es el espíritu único de su
Creador, trata de lograr la unidad que es su verdadera condición. Esa unidad se objetiva o
se refleja en la mutua relación armoniosa de todas sus partes. La “búsqueda de la salud”, es
la lucha, en la conciencia, de reconocer y realizar la Luz Blanca de la unidad.
Parece que hay una gran divergencia en “estilo”, entre el trabajo del astrólogo de
mente espiritual y el trabajo del terapista. El primero estudia un diagrama abstracto en un
pedazo de papel y el último estudia el cuerpo humano que vive y respira. Sus “materiales
de estudio respectivos son polos opuestos; pero es de suma importancia para los estudiantes
de astrología apreciar que estos dos métodos de estudio humano son fraternales - el
astrólogo y el terapista son “hermanos espirituales”. Ambos deben ejercer la facultad del
análisis de los símbolos o de las partes o facultades del cuerpo, que es la base del arte del
diagnóstico. Estos dos “hermanos” deben conocer la significación individualizada de cada
símbolo o de cada parte del cuerpo y ese conocimiento es destilado por medio del estudio
centrado y especializado. En la experiencia del astrólogo, el ejercicio concentrado de la
intuición, a través de la meditación, es también un factor muy importante. Aquello que
representa el conocimiento esencial obtenido por el análisis es el de la perfección inherente
de la parte individualizada y de la significación de la relación de la perfección de la parte
con la perfección inherente del todo - horóscopo o cuerpo. De esa manera vemos que el
trabajo del análisis es duplicado y completado por el trabajo de la síntesis. La síntesis, en
este respecto, puede ser considerada como la forma de estudio por la cual el verdadero
conocimiento de los microcosmos - factores astrológicos o partes del cuerpo - es
correlacionado con el conocimiento verdadero del macrocosmo - el horóscopo contienen la
misma clase de ejercicio de la conciencia, emocional y mental. Estas dos formas de
indagación completo o el compuesto entero de los cuerpos físico, “Ejercicio de la
concierna” significa “el uso de los poderes de la luz” (como percepción sensorial para
adquirir conocimiento real por la observación y el estudio), y el “uso de los poderes de la
Luz” (realización intuitiva y espiritualizada de la verdad y las motivaciones de servicio
dedicado al mejoramiento y la instrucción de la humanidad). La salud es como una forma
de manifestar e identificar la unidad del espíritu. La curación, por cualquier medio - la
terapia objetiva o la instrucción educativa - es una acción por medio de la cual se intensifica
la conciencia de salud. Esto abarca en esencia, el servicio del astrólogo y del terapista.
La astrología es primero y principalmente, un estudio en símbolos de la conciencia
evolutiva de la humanidad. Por lo tanto, el lector de astrología que aspira a realizar un
servicio de terapia debe familiarizarse con el asunto de la epigénesis. Esta palabra derivada
de dos palabras raíces griegas, significa “construir sobre”. En su aplicación oculta o
esotérica - se refiere a la facultad de los humanos de construir la cualidad de sus vehículos
sobre la cualidad de su conciencia. “Tal como el hombre piensa, así es” describe esta
facultad, que es la facultad creadora única expresada por todos los humanos desde el
comienzo de su desarrollo evolutivo. De encarnación en encarnación en la espiral de
desenvolvimientos de la conciencia, se desarrollan vehículos humanos en los planos
etéricos, como matrices del físico, por el condicionamiento de la conciencia individual y la
necesidad kármica. Como ningún humano puede usar la conciencia por otro - en el sentido
absoluto - esto significa que nosotros individualmente determinamos la cualidad futura de
los vehículos por el ejercicio actual de la conciencia. Como nosotros tendemos,
subconsciente o instintivamente, a identificarnos y a identificar a otros como “cuerpos”,
consideremos un horóscopo como si fuera un cuadro de un cuerpo: El círculo puede
entonces tomarse como representando la cubierta de la piel, el “exterior del cuerpo físico”;
los puntos planetarios serían los órganos vitales, los centros de percepción y todos los otros
contenidos del cuerpo. Todo cuerpo humano es la expresión densa de un plan estructural o
idea estructural y aunque un humano aparezca al nacer que carece de algún factor de
percepción sensorial o de estructura o función orgánica, es importante reconocer que todos
los horóscopos humanos tienen el mismo número y la misma clase de factores
simbólicos. La falta de un miembro del cuerpo o la falta de algún órgano de los sentidos a
través de toda una encamación no priva a ningún humano de su cociente completo de
factores horoscópicos.
Correspondientemente, si durante el curso de la encarnación la persona experimenta
la separación de alguna parte del cuerpo o cesación de una percepción sensorial, su
horóscopo todavía permanece completo - no se le ha quitado ningún planeta ni signo. Esto
significa que como humano viviente y funcional, sus potencialidades permanecen
intactas. La deficiencia del vehículo, de nacimiento o por accidente durante la encarnación
exterioriza un oscurecimiento temporal de la conciencia de potencialidades en una forma
especial. Experimentar alguna carencia física o accidental, es el resultado kármico de haber
expresado la conciencia en alguna forma en el pasado que contribuyó a la carencia o
limitación de otra persona. Al hacerlo así el perpetrador del acto el resultado inevitable que
él para explorar por completo se identificó con el oscurecimiento de conciencia con ese
factor, debe experimentar el oscurecimiento en la experiencia encarnada. Si la voluntad de
sobrevivir y desarrollar es suficientemente fuerte, la persona hará un esfuerzo intenso para
compensar la deficiencia del cuerpo; el alma evolucionada tratará de comprender la causa
de su deficiencia además de sus esfuerzos para perpetuar la supervivencia física. Para este
último tipo de humanos, es que el astrólogo puede actuar más satisfactoriamente como
terapista porque en el estudio del horóscopo como registro de conciencia él puede ayudar a
la persona afectada a comprender cómo puede regenerar su patrones de conciencia, de
mente y de emoción. El sendero de la “astroterapia” es probablemente el sendero más largo
que puede recorrer el astrólogo porque cada paso tomado en él tiene que ser realizado
primero en la propia conciencia del astrólogo. Así como “la belleza está en el ojo del que la
contempla”, asimismo la idealidad de la salud debe ser establecida, de grado en grado, en la
mente, en la emoción y en la habilidad de percatarse del intérprete astrológico. El astrólogo,
que debido a alguna fijeza o congestión de actitud no está dispuesto a emprender programas
de regeneración interna, puede asimismo dirigir sus energías y atenciones hacia alguna otra
rama del asunto porque sería detenido en este sendero tan pronto comenzara. El deseo de
auxiliar a otro a lograr una salud mejor (desenvolver una mayor realización de buen estado
de salud) puede realizarse solamente al grado que el astrólogo llene su propia conciencia
con mayor salud en forma de regeneración experimentada y de la realización
subsiguiente de verdades espirituales transmitidas por el simbolismo del horóscopo que
estudia. La prueba de su deseo es atestiguada por el grado en que el astrólogo trate de
comprender con mayor claridad las causas detrás de las “evidencias de mala salud” en su
propio mapa. Si no puede afrontar sus propias causas kármicas, ¿cómo es posible que
perciba las de otra persona?. La voluntad de lo verdadero es la Luz básica que debe
prenderse en su propio mapa; con esa aplicación, con motivación e idealismo sinceros, él
califica para ayudar a otros. El material técnico sobre astrodiagnóstico - la correlación de
símbolos con partes y condiciones del cuerpo - debe aprenderse primero. La astroterapia
comienza cuando el astrólogo le enseña al cliente el modo de empezar el uso de su
consciencia en formas regeneradoras especiales para disolver las cristalizaciones y
transmutar los “oscurecimientos” señalados en el mapa. El astrólogo, para sí mismo o para
otro, usa la astroterapia cuando comienza a realizar los siguientes, ofrecidos como unas
sugerencias básicas:
EL SOL:
La apreciación que la conciencia de poder debe acompañarse del recto uso y
aplicación del Poder; el Poder es para el buen uso, o para la satisfacción egotista; el
impulso de sobrevivir no es una lucha competidora entre humanos - es la aspiración de
lograr la unidad y la eternidad de la vida; el Sol simboliza la conciencia de la salud por
medio del dominio propio.
LA LUNA:
Aprecie la significación e importancia del mecanismo de la mente instintiva como
depósito de las memorias de vidas pasadas; los temores, tensiones y odios estimulados por
la reacción a las relaciones domésticas, paternales, nacionales y raciales pueden ser
armonizados y transmutados por (1) la comprensión más clara de las leyes de la atracción
magnética kármica y (2) la cesación de la expresión de temores y tensiones en esas
relaciones y sustituyendo actitudes más cooperadoras, constructivas, amorosas, amistosas y
sabiamente apreciadas.
MERCURIO:
Deje de usar el (gran) poder de la palabra hablada y escrita como vehículo de
expresar la crítica destructiva, la malicia, falsedad y prejuicio; comience a usar los poderes
transmutados del pensamiento claro y exento de prejuicio para evaluar con mayor
veracidad, para expresar el estímulo y el juicio constructivo, abrir la mente al deseo de
aprender y de considerar las sugestiones provechosas; para responder con entusiasmo y
regocijo a las oportunidades de aprender y comprender. Es su prerrogativa entrenar su
mente en la forma que usted lo desee y usarla para percibir verdades; también es su
derecho saber que sólo usted puede poner su conciencia - con su oscuridad o con su Luz -
en palabras, y si usted desea lograr un grado mayor de salud mental, puede hacerlo
mediante el uso del poder de la palabra para expresar lo que es verdadero y amoroso.
VENUS:
Usted no tiene que ser indolente, perezoso y negativamente pasivo; usted tiene
recursos de energías para usar y puede aprender a usar energías en formas que hagan la vida
más bella e inspiradora; puede desarrollar su sentido de la belleza a través de la disciplina
de sus respuestas emocionales de tal manera que sus expresiones de conciencia
contribuyan a la armonización de sus relaciones con otros humanos; usted puede
volverse más cooperador y apreciativo con otras personas y anhelará hacerlo
automáticamente cuando usted permita que su conciencia se torne más alerta del bien y la
belleza que representan.
MARTE:
Cuando la energía representada por este símbolo se usa para aumentar potencia y
efectividad a los esfuerzos constructivos y regeneradores, la crueldad, la malicia, las
represalias terribles y otros impulsos semejantes, disminuyen; el organismo físico retiene
sus cualidades magnéticas y vitales por medio de la conservación motivada
constructivamente y con semejante disciplina interna, las realizaciones de capacidades,
confianza propia y metas valiosas, son desenvueltas.
SATURNO:
Las tendencias hacia la cristalización y la disminución de la vitalidad son
contrarrestadas cuando la conciencia del cumplimiento alegre y amoroso de las
responsabilidades legítimas toma el lugar de la actitud onerosa. En el horóscopo individual,
Saturno indica - por su ubicación y aspectos - un punto de equilibrio muy necesitado a
través de cumplimiento adicional; el desequilibrio implicado tiene su recurso en la
negligencia e incumplimiento de una vida pasada en ese departamento particular de
experiencia. El valor terapéutico de Saturno yace en la conciencia de la justicia inmutable
de la ley espiritual y evolutiva; los complejos de culpabilidad y remordimiento con sus
correspondientes efectos corrosivos y cristalizantes en el cuerpo, pueden aliviarse por el
reconocimiento que ahora es el momento de hacer lo que es correcto, y al hacerlo, la
obligación kármica es cumplida en la conciencia de actitudes sanas y razonables.
JÚPITER:
Como Marte, éste representa un tipo de energía que requiere control y disciplina; en
sus implicaciones negativas en el símbolo de la avaricia y la falsa compensación; la
sinceridad de motivo, de palabra y de hecho es la espiritualización de conciencia
representada por Júpiter porque el poder de la mente y corazón sinceros es el neutralizador
de la falsedad interna que impele el desarrollo de codicias y compensaciones desviadas.
Júpiter simboliza la realización de la verdad por el hombre y la aspiración de desarrollar
juicios verdaderos. En la conciencia, la nobleza de la sinceridad verdadera debe suplantar la
nobleza ilusoria de la falsa pretensión, el engrandecimiento y las afluencias.
NEPTUNO Y URANO:
Son los símbolos de la percepción extrasensorial y de las áreas trascendentales de
conciencia; Neptuno es el poder espiritual de la fe, Urano es el poder del amor impersonal;
Neptuno es el poder de visualizar internamente y de idealizar - la persona que tiene fe en
la existencia de la salud puede visualizarla por sí mismo. Urano es el impulso hacia la
liberación y aquel que se libera a sí mismo de las condiciones constrictivas debe
contribuir amorosamente a la liberación de otros. Use estas interpretaciones como materia
para pensar y sepa que sólo son algunos ejemplos que ilustran la “terapia de la conciencia
humana por el poder de la Luz”.
***
del libro " Estudios de Astrología IX ", de Elman Bacher
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