CAPÍTULO IX
RETROGRADACIÓN PLANETARIA
La retrogradación planetaria como es estudiada en astrología es una acción
periódica, rítmica, que ilustra el gran principio evolutivo de recapitulación.
En el uso mundano corriente la retrogradación se considera como sinónimo de
retrogresión, que implica un proceso de decadencia, degeneración, marcha hacia la inercia,
devolución o contra evolución. Sin embargo, esta interpretación está usada erróneamente
cuando se aplica a la vida dentro de la forma o al movimiento orbital de los planetas. Es
cierto que cuando un vehículo de manifestación ha cumplido el propósito para el cual fue
creado, su sustancia, forma y función orgánica emprenden un proceso de retrogresión; el
retiro de las fuerzas de Vida inicia un proceso de desintegración del vehículo. Pero la
esencia de la Vida que no puede morir ni desintegrarse aguarda un nuevo vehículo
apropiado para su expresión y experiencia evolutivas adicionales.
Cuando observamos y consideramos cabalmente el gran principio de recapitulación
nosotros reconocemos que este es un patrón o modo por el cual la Naturaleza asegura la
perfección de los procesos evolutivos. Aquello que fue realizado en una ronda de un ciclo
dado es recapitulado o revisado en el resumen de la nueva actividad para que la integridad
completa de los poderes orgánicos pueda ser establecida. Cuando se ha pasado la
recapitulación, aquello que fue establecido se convierte en la base de aquello que está por
establecerse; el programa evolutivo del organismo o entidad se hace de ese modo continuo
sin hoyos ni roturas. Este principio es la gran defensa de la Naturaleza para un proceso
evolutivo completo y minucioso. En el plano de la mentalidad humana este principio se
revela en la facultad de la memoria, en el plano del funcionamiento orgánico se revela en el
patrón cíclico del nacimiento, el crecimiento, la madurez y la transición que es sufrida por
toda entidad evolutiva en cada encarnación o ciclo de manifestación. Max Heindel ofrece
una exposición maravillosa de este principio en sus escritos sobre los grandes períodos que
marcan la involución y evolución de nuestro planeta y de la vida que éste nutre. Con el
comienzo de cada nuevo período, el período previo es recapitulado de modo que pueda ser
establecida la integridad de la función.
En la actividad de la oración el principio de recapitulación es defendido por muchas
escuelas espirituales. Repasar en la memoria los pensamientos, palabras y acciones del día
previo no significa que el aspirante vaya hacia atrás o retrograde; él hace un repaso honrado
de sus experiencias de pensamiento, palabra y acción para destilar de éstas el valor
espiritual. Él analiza, compara y evalúa no sólo sus pensamientos, palabras y acciones, sino
sus motivos; cuando él aprecia que un motivo es impuro, él expele ese motivo de su
conciencia por la realización; la claridad de la realización se convertirá alquímicamente en
una fuerza de Espíritu por la cual él evitará en el futuro tomar en consideración y actuar
sobre esa motivación particular. ¿Ha retrogradado él al hacer su revisión espiritual?. Por el
contrario, al hacer del repaso una cosa constructiva él ha ido hacia adelante, aún cuando la
recapitulación pueda haber incluido un escrutinio de algo muy desagradable - aún
aborrecible - a sus más finas sensibilidades. La palabra “reconocimiento” significa
“conocer de nuevo” y el reconocimiento podría muy bien ser identificado como el
propósito básico de todos los procesos de recapitulación. El reconocimiento, por la
recapitulación, está asegurado por la Naturaleza para todos los planos, modos y grados de
conciencia evolutiva.
Debe aclararse un punto desde el principio. La astrología no enseña que los planetas
de nuestro sistema vayan a veces hacia atrás. La acción retrógrada de los planetas es un
movimiento periódico aparente debido a la rotación axial y orbital de la Tierra - no es real-.
Sin embargo, debido a los cambios de observación relativos - relativos en el sentido que los
planetas en astrología geocéntrica se observan zodiacalmente desde la Tierra y no desde el
Sol - cada uno de los planetas parece retroceder periódicamente una porción de su recorrido
zodiacal, permanecer estacionario por un periodo y entonces moverse de nuevo hacia
adelante sobre el área retrocedida y hacia adelante en un área nueva.
Como la Tierra y cada planeta tienen su propia velocidad orbital y distancia
alrededor del Sol, estos períodos retrógrados y estacionarios siguen un plan rítmico de
orden regular que, para una ilustración, no es diferente a los períodos humanos de actividad
consciente durante la vigilia y de actividad subconsciente durante el sueño, o el plan
rítmico de los cambios estacionales a través de la sucesión de los años. Debemos recordar
que cada principio ilustrado por la astrología tiene sus correspondencias en la vida del
universo, porque el universo es la creación de la Conciencia, y la astrología es el estudio
simbólico de la Conciencia. El cuadro de cada factor en un horóscopo natal humano es un
cuadro del Principio, o la Ley, revelado; si es necesaria la encarnación adicional para la
evolución de un ser humano, entonces la encarnación está sujeta a las leyes percibidas
como Espacio y Tiempo. La hora y lugar de la encarnación que incluye el registro de un
planeta “retrógrado” en el horóscopo natal revela al lector algo sobre la evolución de
conciencia de esa persona así como lo hace su signo Solar, su signo Lunar, el Ascendente o
cualquier aspecto planetario.
La significación más completa del Principio de Recapitulación puede obtenerse
considerando la evolución de conciencia a ser representada como un proceso espiral. El
cambio es la única cosa constante que puede verse a través de la vida y la espiral representa
el compuesto del “hacia arriba, hacia adelante y siempre”, que caracteriza todos los
procesos de vida. La involución que es la, fase preparatoria necesaria, es tanto una parte del
hacia adelante como es la evolución - así como los estudios, las lecciones y la práctica son
la realización de un talento artístico o profesional -. En cualquier línea de esfuerzo, o
expresión de la vida orgánica, los programas y objetivos involutivos y evolutivos siempre
contienen áreas periódicas de recapitulación, pero el arranque de la primera recapitulación
es siempre una extensión desde el punto inicial y cada recapitulación sucesiva es una
extensión de las previas correspondientes. De ese modo se forman y se integran los enlaces;
las formas espirales con continuidad intacta como conciencia individualizada ganan
percepción creciente de su Yo a través de la experiencia orgánica.
Se puede presentar una pregunta sobre este punto: ¿Qué hay sobre los rezagados, no
están ellos retrogradando hacia la inercia?. Los fenómenos de la conciencia individualizada
que no pueden ir a la par con los compañeros de su ola de vida, deben considerarse también
desde un punto de vista relativo. Estas entidades han demorado o pospuesto su programa
evolutivo por un período de tiempo tremendo, pero como fueron individualizados en otro
tiempo, algún día han de retornar en la conciencia, a su origen. Desde su individualización
con otros en su ola de vida ellas prosiguieron durante un tiempo en el programa evolutivo -
ellas han tenido alguna experiencia evolutiva -. Por lo tanto, cuando comiencen de nuevo su
recapitulación inicial, las moverá hacia adelante más rápidamente que lo que se movieron
en su primera tentativa. Estas entidades no están “perdidas para siempre”; ellas son canales
para la Luz y Vida de su creador como todas las otras; ellas están retrogradando solamente
en relación con el progreso de sus hermanos en evolución. Ellas están obteniendo la
experiencia que es la apropiada para ellas y tendrán su individualización, recapitulaciones
y etapas progresivas repetidas en su debido tiempo. Recuerde: que en función orgánica y en
la conciencia, la retrogresión o retrogradación es relativa, no absoluta.
Desde el punto de vista de la observación geocéntrica, el Sol y la Luna se observan
siempre en moción “directa”; ninguno de ellos forma nunca la retrogradación periódica que
caracteriza la acción aparente de los planetas. El Sol transita el Zodíaco una vez al año y
recapitula su posición natal en cada aniversario del individuo; la Luna, por tránsito,
recapitula su posición natal cada veintisiete días y un tercio, por progresión,
(aproximadamente) cada veintisiete años y un tercio. Moviéndose hacia adelante desde su
posición natal al final de su primer recorrido progresado del Zodíaco entra al segundo ciclo
y recapitula ahí todos los aspectos al natal combinados con los factores adicionales de un
arreglo diferente de aspectos planetarios progresados, tránsitos mayores y eclipses solares.
La recapitulación solar y lunar es revelada también en patrones formados por
eclipses solares y Lunas Llenas en esta forma: por ejemplo, eclipse solar, agosto de 1952,
en Leo 28°; Luna Llena, febrero de 1954, en Leo 28°. Este patrón abarcó un lapso de
dieciocho meses y la Luna Llena recapituló el eclipse. Los aspectos formados al mapa natal
por el eclipse en un caso así formará la nota clave de experiencia de la persona durante ese
subsiguiente lapso de muchos meses y en el tiempo de la recapitulación de Luna Llena, el
astrólogo de mente espiritualizada hará bien en hacer un repaso de evaluación de su
experiencia, destilar valor constructivo de ese y construir con eso su cuerpo de alma. Los
períodos que están caracterizados por la recapitulación de un eclipse solar por una Luna
Llena se encuentra que generalmente cubren de dieciocho a veinticuatro meses de tiempo;
el eclipse solar de Cáncer en julio de 1953 fue recapitulado por la Luna Llena en Cáncer,
enero de 1955.
El Sol y la Luna revelan un movimiento hacia atrás constante en estas formas: el
Sol por presesión, se mueve hacia atrás a través del Zodíaco y las sucesiones de eclipse,
Lunas Nuevas y Lunas Llenas se observará que ocurren en posiciones “contra-zodiacales”.
Sólo los planetas revelan el movimiento periódico “retrógrado-estacionario-hacia adelante”.
Todos nosotros hemos observado casos de estudiantes que han sido rebajados de
grado en la escuela debido a lo que parecía ser una dificultad insuperable con alguna
asignatura o fase de alguna asignatura. La necesidad para tal descenso no indicó que el niño
fuera básicamente estúpido, subnormal o “malo”. Simplemente indicó que él no estaba
debidamente preparado para cumplir el requisito de ese grado para esa asignatura
particular. Por lo tanto, puesto que se le requería obtener ese conocimiento específico, fue
necesario dejarlo recapitular volviendo atrás a la fase precedente de la asignatura, estudiar y
digerir de nuevo aquel material y de esa manera cualificar habiéndose preparado para el
progreso.
Nuestra experiencia encarnada es enseñanza evolutiva. Así como no podemos
asimilar todo el material sobre una asignatura dada en un semestre, del mismo modo no
podemos entrar en todas las fases de la experiencia humana en una vida. Todo lo demás a
un lado, el hecho de que nosotros estamos polarizados orgánicamente como varones y
hembras, haría imposible la experiencia total. No obstante, por medio de una larga sucesión
de encarnaciones durante las cuales podemos encarnar de acuerdo con la necesidad
evolutiva y el requisito kármico como varón o como hembra, nosotros tenemos la
oportunidad de cumplir todas las fases de la experiencia concerniente al género. Puesto que
la concentración de pensamiento y de esfuerzo es necesaria para el éxito y la realización de
nuestros talentos y esfuerzos profesionales, nosotros usamos cada encarnación para
especializarnos y poder enfocar nuestra conciencia y así derivar el beneficio y desarrollo
máximo de lo que hacemos en el trabajo u otras actividades y esfuerzos. Sin embargo, así
como la individualización de conciencia exige realización evolutiva eventual, del mismo
modo cualquier aceptación de experiencia exige cumplimiento. Y muy a menudo, el
Principio de Recapitulación debe utilizarse cuando después de aceptar y vivir cierta fase de
experiencia, nosotros la abandonamos por un tiempo para enfocar nuestra atención en otras
fases. Aquello que fue dejado en suspenso no fue olvidado; se dejó más bien permanecer
latente en espera de futura aceptación y resolución. Aquí se encuentra una clave filosófica
para el estudio interpretativo de la retrogradación planetaria.
Retrógrado natal, permaneciendo retrógrado por progresión durante toda la vida: las
condiciones indicadas por la casa regida por este planeta están indicadas a ser de
importancia secundaria para el cumplimiento de la presente misión de vida; sin embargo,
puesto que todos los factores planetarios tienen propósito espiritual y evolutivo y deben ser
utilizados por la entidad, tal parece que está indicada alguna forma de cumplimiento vicario
por este tipo de retrogresión; en una vida futura la plenitud de expresión representada por
este planeta marcará un factor mayor de la misión de vida - en la vida presente -, el factor
de experiencia representado por el planeta y la casa que este rige, es mantenido en latencia
relativa para que esos factores que comprenden la misión evolutiva mayor para esta vida,
sean enfocados.
Retrógrado natal, estacionario por progresión al final de la vida: la indicación es que
esta misión de recapitulación activa será asumida en la vida siguiente. El período de
suspenso termina en esta vida y la vida siguiente encontrará a la persona cualificada para
reasumir por recapitulación, aquellos factores de experiencia que han sido mantenidos en
suspenso quizás por varias vidas; este tipo de progresión indica que la persona asumirá un
factor nuevo de mayor significación en la siguiente misión de vida, siendo uno que él
empezó y después cambió por algún tiempo en una vida pasada; éste contendrá
considerable contenido kármico, restante del pasado remoto y tal vez pueden ser necesarias
varias vidas para cumplir esta misión.
Retrógrado natal, progresa estacionario y luego directo en esta vida: la indicación es
que la misión de recapitulación activa debe asumirse en la vida presente; el período de
suspenso está terminado y la experiencia representada por el planeta se convierte en un
factor evolutivo mayor de la presente misión de vida cuando el planeta se mueva hacia
adelante del período estacionario a moción directa. El factor astrológico dará atención muy
cuidadosa a la regulación del tiempo de la moción directa progresada, relacionándola con
los aspectos planetarios progresados corrientes, ciclo de eclipse solar corriente y el
cuadrante de la Luna progresada. Este tipo de progresión planetaria es uno de los más
importantes desde un punto de vista evolutivo porque señala la segunda tentativa de la
persona en asuntos relacionados con la casa regida por este planeta, y lo que sea hecho en
los años restantes de esta vida respecto a él creará mucho karma obstructivo o regenerador
a ser utilizado en el futuro. Este tipo de progresión marca un punto crítico evolutivo mayor
en la historia cíclica de la conciencia individualizada.
Natal retrógrado progresa estacionario, directo y después en conjunción con
posición natal: el final del período de latencia y recapitulación subjetiva, el florecimiento
de recapitulación activa y expresión real directa y creadora del poder planetario;
participación directa en el patrón de relación y factores de experiencia representados por el
planeta, su casa de regencia y casa de Ubicación. El aspecto particular o fase de la
conciencia anímica “es reconocida” y cada aspecto natal de cualidad regeneradora - sextil o
trino - indicado por el planeta promete un oleaje de gran alegría. Las cuadraturas u
oposiciones natales indicadas por el planeta traerán pruebas en ese período de vida; pero en
sentido de una mayor habilidad para la persona bregar con ellas, haciendo producir todos
los recursos de poder espiritual para las resoluciones necesarias. Cuando un planeta está
directo, en el natal, pero se vuelve y permanece retrógrado por progresión, la indicación es
que está vida ve una “separación” de los factores representados por los planetas; hablando
en términos evolutivos, esta acción parece indicar que la persona va a enfocar su atención
en otros factores. Si este planeta, por progresión retrógrada alcanza la conjunción de su
posición natal en esta vida, la indicación es claramente que los factores planetarios
especiales no han de ser de mayor importancia en la vida siguiente.
***
del libro " Estudios de Astrología III ", de Elman Bacher
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