CAPÍTULO III
EL RITMO
En este estudio del Ritmo nosotros procuramos comprender la naturaleza y la
esencia del atributo más intangible y evanescente de la manifestación cósmica.
Examinaremos este tema desde el punto de vista lo más arquetípico posible, en necesario
hacerlo si es que hemos de percibir el significado de este atributo para lo esencial de las
artes.
El movimiento es la palabra arquetípica que significa la acción de la alquimia
cósmica. Las manifestaciones del universo están continuamente en un estado de cambio de
una forma, grado, tamaño, cualidad, volumen, ciclo y octava a otro. Ninguna cosa
manifestada permanece exactamente igual de año en año - o aún de día en día. Todo
responde a la esencia dinámica de las fuerzas evolutivas hacia la finalidad de que las
potencialidades inherentes sean liberadas y cumplidas. Su cuerpo crece en tamaño y en la
capacidad de expresarse, o se deteriora y disminuye en capacidad; usted se mueve de un
estado a otro en su vehículo, sea cual fuere la dirección. Su conciencia “se mueve” de un
estado a otro y este movimiento depende directamente de dos cosas:
1) Su reacción a una experiencia específica y
2) Su acción subsiguiente en el estimulador de su reacción.
Cuando la repetición suya de una reacción negativa es expresada con una acción
correspondiente, usted inaugura otra causa negativa y se mueve hacia atrás. Esto es así
porque los patrones de experiencia se manifiestan en sucesión; si usted deja de aprender del
efecto previo de una causa específica y pone la ignorancia en acción otra vez, su “línea de
vida” retrocede en vez de progresar. La repetición de reacción negativa que está
contrarrestada mediante acción constructiva por el ejercicio de la inteligencia mueve su
dirección evolutiva hacia adelante y hacia arriba. Piense acerca de esto en términos de su
movimiento y en la conciencia a través de su encarnación. La completa libertad de moverse
hacia adelante desde un aspecto específico de un patrón de experiencia específico significa
que usted ha aprendido a aplicar el principio inherente al patrón de experiencia en términos
de la posición relativa a su ciclo.
El ritmo es la ley cósmica de causa y efecto que trabaja a través del movimiento. En
el ritmo, todos los efectos ocurren en intervalo de tiempo natural. Por el ritmo “nace” toda
emanación específica en el momento conveniente a sus atributos.
La referencia a la “Alquimia Cósmica” es aplicable al cuerpo humano de esta
manera: La respiración es la inhalación que hace posible la oxidación; la exhalación es la
expulsión del residuo innecesario. El latido del corazón hace posible al cuerpo la inhalación
para alimentar y refrescar sus tejidos por la acción arterial; la acción venosa es la
eliminación de aquello que no se necesita. Estas dos acciones del cuerpo, además de la
“inhalación” de los alimentos y la “exhalación” de los desperdicios, son los ejemplos
primordiales de la acción rítmica en la alquimicalización del cuerpo. Aunque el cuerpo
tiene su tiempo fijado para el cumplimiento de sus necesidades, nosotros comemos y
bebemos en conformidad con la acción conciente; la respiración y el latido del corazón
están gobernados por el subconsciente - ellos “siguen adelante” automáticamente. Piense un
poco sobre los ritmos naturales de su vida física - la alquimia es el propósito que se ha
cumplido por estos procesos en su debido tiempo. La humanidad tiene otras formas de
ponerse alerta a los ritmos del universo. Consideremos algunos ejemplos de las evidencias
del ritmo en el mundo natural:
El signo métrico que en música llamamos ritmo de “dos por cuatro” - dos tiempos
completos para cada compás (uno-y-dos-y) no sólo ilustra la polaridad del tiempo sino qué
es el arquetipo de toda acción rítmica. El primer tiempo es varón-masculino, el “y” es la
terminación femenina del tiempo; el segundo tiempo es hembra-masculino, su “y” es la
terminación femenina. (El masculino-femenino de varón-hembra es la polaridad cósmica en
expresión cuádruple - el Universal “Adán - y - Eva”.) Ahora -.
La Respiración: El primer tiempo es el comienzo de la inhalación; “y” es la
terminación de la inhalación; el segundo tiempo es el comienzo de la exhalación; su “y” es
la terminación de la exhalación.
Las Olas: El primer tiempo - la “inhalación” - es la acumulación de las fuerzas del
agua” mientras retroceden de la costa; “y” es la subida hacia adelante hasta el vértice de la
ola; el segundo tiempo es el rompimiento de la ola: “y” es el punto más distante alcanzado
por la acción hacia adelante de la ola en la costa. Esto ilustra la “respiración” de la ola; pero
la música de la ola es contada por el “pulso” de su sonido; el primer tiempo es el tiempo
hacia abajo - el fuerte sonido estrepitoso; “y” es la subida hacia delante al punto más alto en
la playa; el segundo tiempo es el “ruido de recolección”; su “y” es la subida hada adelante
al vértice de la ola. El ruido del “rompimiento” de la ola es análogo al tiempo hacia abajo
del primer tiempo en el compás musical, el “acento” más fuerte.
Los Días: El espectro de los días de un año tiene polaridad rítmica en varias formas.
Una es la polaridad de día (existencia conciente) y de la hora nocturna (existencia
subconsciente). El primer tiempo es la salida del sol; su “y” es mediodía; el segundo tiempo
es la puesta del sol; su “y” es la medianoche. En cuanto a la estación, el equinoccio de
primavera - Aries es análogo a la salida del sol; Cáncer, al mediodía; Libra, a la puesta del
sol; y Capricornio a la medianoche. (Esta analogía no se refiere al Gran Mándala que - tiene
a Cáncer en el punto de la medianoche y a Capricornio en el punto del mediodía; es una
analogía de los poderes de la luz del sol durante cada día a su significación oculta durante
las sucesiones en el año).
Ciclo de Vida: Un ejemplo perfecto del ritmo de “dos por cuatro”; el primer tiempo
es nacimiento; “y” es la adolescencia; el segundo tiempo es la madurez; “y” es la
transición. Este “proceso” es por supuesto un patrón cósmico; es la acción de la Vida
Misma manifestándose.
El Amor Humano: El primer tiempo es el reconocimiento de amor mutuo; “y” es
generación; el segundo tiempo es el cumplimiento de las responsabilidades asumidas; “y”
es la realización de principios envueltos en la experiencia (cumplimiento de relación).
La Educación: El primer tiempo es la acción que inicia una experiencia de estudio;
“y” es el proceso de aprender; el segundo tiempo es la acción de aplicar aquello que se ha
aprendido intelectualmente; “y” es aprender por medio del trabajo y por la aplicación de lo
que ha sido aprendido intelectualmente.
Si el dos por cuatro es el arquetipo rítmico de la medida del tiempo, el tres por
cuatro es el sub-arquetipo básico. El dos por cuatro y el tres por cuatro son las indicaciones
métricas de las cuales todos los otros metros son derivados. El ritmo de dos por cuatro es
simbolizado en astrología por el símbolo arquetípico de la cruz, cuatro de cada uno de los
signos cardinales, fijo y mudable. La cruz es alquimicalización de la conciencia a través de
la ¿reacción a (o interpretación de) la experiencia encarnada. El ritmo de tres por cuatro es
simbolizado por el símbolo arquetípico del trino que es la potencialidad espiritual
inherente; esta potencialidad es liberada y expresada por el sextil hada - y en - el cuadrado,
que es la cruz congestionada. Los seis radios - tres diámetros - del símbolo del sextil,
representando los seis signos de fuego y aire, describen el cardinal, fijo y mudable de estos
signos masculinos, el varón de los cuales es el fuego; la hembra es el aire. El sextil por lo
tanto, es “dos treses”: cada uno de estos treses, en forma encerrada, es el triángulo
equilátero, la mitad del gran trino doble, el poder-amor-sabiduría del varón o la hembra
individualizada. Los cuatro puntos de la Cruz arquetípica son las relaciones humanas
básicas: varón y hembra como “dador”, varón y hembra como “recibidor”; o varón y
hembra como “iniciadores de causas” y varón y hembra como “reactores a los efectos de
causas”. Este gran símbolo representa las identidades de acción mutuas y de intercambio de
todos los seres humanos entre sí. El trino (encerrado) es potencialidad para la radiación
espiritual individualizada; esta potencialidad es el “fruto” de aquello que fue “fermentado”
por la cruz, congestionado por la ignorancia del temor, disuelto por los opositores del sextil
y resultando en el residuo puro de poder espiritual de amor y de sabiduría. El trino es
“aquello que el alma ha guardado después de la inhalación de la experiencia y de haberse
realizado la disolución de las congestiones”. Piense en la analogía entre el cuerpo físico y el
cuerpo de alma - ambos “inhalan y alimentan”, “alquimicalizan, echan fuera lo que no se
necesita y retienen las esencias de lo que necesitan”.
La significación oculta del trino tiene mucho que decir con respecto al poder
curador místico del ritmo de tres por cuatro. La astrología ilustra esto en la sucesión de los
signos cardinal, fijo y mudable. Cada signo abarca tres decanatos y cada elemento abarca
tres signos. Los trinos de elemento genérico son ritmo cósmico de tres por cuatro
expresándose desde las cuatro identidades básicas; esto ilustra la cualidad abarcadora de la
rueda horoscópica así como la Divinidad abarca el universo. Por lo tanto, el ritmo de tres
por cuatro transmite a nuestro conocimiento instintivo el recuerdo de la eterna Presencia de
la Divinidad. En el ritmo de tres por cuatro existe una gracia y encanto sutiles, casi
indescriptible, que no tiene el dos por cuatro ni el cuatro por cuatro. La significación oculta
de los dos últimos es estructural; aún en el ritmo de tres por cuatro, se construyen frases
básicamente en grupos de dos o cuatro compases, llevando de esa manera la afiliación del
trino con la cruz. En la terapia musical, se ha probado que el ritmo de tres por cuatro posee
un poder mayor para mitigar y aquietar. El ritmo de tres por cuatro, en la estructura
arquetípica de frases de cuatro compases es poder divino en manifestación.
Cuando aplicamos las significaciones ocultas del ritmo a la astrología en acción,
vemos cosas notables. La respiración básica de la acción vibratoria es el tiempo hacia abajo
y el tiempo hacia arriba de la lunación y su Luna Llena. Esta acción es análoga a la
inhalación-exhalación del aire por el ser humano; es la alquimicalización vibratoria en el
cuerpo arquetípico entero - la humanidad -, así como la oxidación y el comer son el
compuesto de los procesos individuales físico-alquímicos. De acuerdo con nuestra
conciencia, nuestros cuerpos “se mueven” armoniosamente o de otro modo con el proceso
del sustento. Correspondientemente, nuestras almas se desarrollan (se mueven) con
nuestras respuestas a la acción de la vibración. Una extensión de la “respiración de la
lunación” se ve en el estudio del eclipse solar, que es macrocosmo para la lunación
microcósmica. Un patrón de eclipse solar es el estímulo de dos signos de un diámetro
zodiacal por dos eclipses que están separados por seis meses (seis signos). Semejante
patrón cubre un año; un ciclo de eclipse solar (dos signos de un diámetro zodiacal
estimulados dos veces) cubre un período de dos años y es notablemente análogo a una
composición musical completa - en ritmo de tres por cuatro.
El primer tiempo es el primer eclipse; el segundo y tercer tiempo de ese primer
“compás” son las dos lunaciones subsiguientes; el primer tiempo del segundo compás es la
lunación del “punto medio” que forma cuadratura con el eclipse; el segundo y tercer
tiempos son las lunaciones que siguen al “punto medio”; el primer tiempo del tercer
compás es el siguiente eclipse; las cinco lunaciones que le siguen repiten la sucesión de los
primeros dos compases; el total de los dos eclipses y sus diez lunaciones comprenden un
“patrón”; el “ciclo” se completa por los dos eclipses siguientes y sus diez lunaciones,
haciendo una composición vibratoria completa; la Luna Llena de un cuarto eclipse de un
ciclo caerá aproximadamente en conjunción con el primer eclipse. En resumen: un ciclo de
dos estímulos de dos signos de un diámetro zodiacal; teniendo cada eclipse su “lunación de
punto medio”; esto es análogo en música a veinticuatro compases en ritmo de tres por
cuatro - dos frases de ocho compases -, cuatro frases de cuatro compases. El “y” de cada
“tiempo separado” es por supuesto, la Luna Llena de cada eclipse o lunación.
Ejemplo: Eclipse en 20° de Escorpión, noviembre, 1947; lunación de punto medio
en 20° de Acuario, febrero, 1948; eclipse en 19° de Tauro, mayo, 1948; punto medio en 13°
de Leo, agosto, 1948. Las lunaciones en Virgo y Libra, septiembre y octubre, 1948,
completan el “patrón”, primera mitad del ciclo de Escorpión-Tauro. Eclipse de 9o en
Escorpión,, noviembre, 1948; lunación de punto medio en 9o de Acuario, febrero, 1949;
eclipse en 9o de Tauro, mayo, 1949, seguido por cinco lunaciones al eclipse en Libra
(Tauro-Libra regidos por Venus, estímulo de una vibración planetaria), octubre, 1949, que
fue seguido por cinco lunaciones al eclipse en 28° de Piscis ,en marzo, 1950, que a su vez,
inauguró otro “ciclo de música vibratoria” titulado “Piscis-Virgo”; éste pasará al 1952, dos
eclipses en Piscis, dos en Virgo con sus lunaciones de medio punto. ¿Cómo reaccionó usted
a los estímulos de su mapa bajo el ciclo de Escorpión-Tauro? ¿Cómo se está preparando
usted para afrontar las condiciones representadas en su mapa por los cuatro eclipses en
Piscis-Virgo? Ahora (agosto 1950) estamos terminando precisamente la primera mitad del
primer patrón de este ciclo; el segundo patrón será iniciado en septiembre 12 por el eclipse
en 19° de Virgo. ¿Cómo está tocando usted su “música”? ¿Está practicando fuertemente?.
En conclusión haremos algunas observaciones acerca del ritmo según se aplica a las
otras artes. La música y el baile son las dos artes en que el atributo del ritmo es manifestado
más obvia y concretamente. La música es la percepción de los arquetipos por la audición
intuitiva y la manifestación de esta percepción en invenciones tonales. El baile es la
alquimicalización de posturas arquetípicas del cuerpo a través del ritmo, como
manifestación de la percepción del arquetipo; es la pintura (o dibujo) y la escultura
“movilizadas”; es consecuencia de la cual la escultura es un “punto congelado”. La pintura
se manifiesta básicamente por medio de líneas. Nosotros reconocemos que el trabajo de las
líneas que coordina el tema básico de una pintura con sus factores secundarios es ritmo
exteriorizado porque la línea, en un dibujo o pintura, es la emanación de puntos de
estructura - lo mismo que en la astrología -. El tema de una pintura es, por supuesto, el
arquetipo que el artista trata de manifestar. Sin embargo, el “tiempo hacia abajo” de una
pintura es objetivamente el punto focal de la expresión interpretativa. El “movimiento
rítmico” en una pintura está en la gradación de las direcciones de las líneas y la gradación
de la participación de colores. La sucesión (movimiento) de armonías, en relación
recíproca, de diseño y de vibración componen la esencia del “ritmo en la pintura”. El arte
dramático tiene ritmo en el tiempo de la lectura de líneas, salidas y entradas (movimientos
hacia adentro y hacia afuera), actuaciones en el escenario, y el elemento tiempo
proporcionado en la relación mutua de las escenas (de cada acto) y de los actos entre sí. La
escultura y la arquitectura tienen ritmo en la misma forma más o menos que la pintura y el
dibujo, excepto que la armonía de la relación en conjunto, en vez de la relación de color, es
el factor importante.
Los bellos ejemplos de ritmo en la astrología se ven en la división de las cúspides de
las doce casas y su agrupación en series de cuadrantes y semicírculos; el “dos por cuatro”
de signos alternos y signos opuestos, también del patrón de la lunación y de la Luna Llena;
el “tres por cuatro” de las cúspides en cada cuadrante y de los signos en cada trino; el
“cuatro por cuatro” de los puntos de cada cruz y el gran patrón de acción de la “conjunción,
la cuadratura y la oposición” de la Luna progresada y los planetas en tránsito.
Existe el “baile del Sol cada año y de la Luna cada veintiocho días y de cada planeta
en su propio compás a través del Zodíaco; los “poderosos tiempos”, del día y la noche, del
diámetro zodiacal y de la dignificación y detrimento de los planetas.
Los poderosos Urano, Neptuno y Plutón trasmiten la afluencia de grandes olas de
vida vibratorias de los seres humanos encarnando en la entrada y tránsito a través del
Zodíaco; los “poderosos tiempos”, del día alquimia rítmica de estos Poderes Magistrales.
Existe, por supuesto, vuestra propia entrada rítmica en cada patrón básico de
experiencia durante su encarnación; la separación de los aspectos en su mapa natal según
son activados rítmicamente desde la hora de su nacimiento.
Más que nunca abra sus ojos y su percepción a la significación armoniosa y rítmica
de la simbología astrológica; ella es, en forma especializada, la representación de la belleza
de la polaridad cósmica modelada en acción.
***
del libro " Estudios de Astrología VI ", de Elman Bacher
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