CAPÍTULO IX
LA CONDENSACIÓN DEL HORÓSCOPO
Se ha observado que la mayor parte de los estudiantes de astrología en un momento
u otro experimentan una penosa confusión en sus esfuerzos de estudiar y analizar factores
individuales de un mapa y tratando a la vez de relacionar esos factores con el total del
horóscopo. Este material se ofrece con la esperanza de que servirá para enfocar sucesiones
zodiacales en sus formaciones de cruz y trino para que los factores del mapa sean
percibidos más claramente por su valor individual así como por su relación con el total. Dos
hojas de papel - por lo menos del tamaño del papel corriente serán usadas para los mándalas-.
El primer paso para la condensación será repasar lo que se ha dicho muchas veces
en estos artículos: Existe solamente un horóscopo; un Sol, una Luna, uno de cada uno de
los planetas, un Ascendente y un Medio Cielo, una y uno de cada una de las casas y signos
respectivamente, una cuadratura y una oposición, una conjunción, un sextil y un trino, un
radio y un diámetro. Todo esto es así porque hay solamente un Centro y un cumplimiento
de las potencialidades de ese Centro.
El Centro es por supuesto, la idea creadora arquetípica Humanidad; del cual cada
ser humano es una expresión especializada, encarnando por ley en la dimensión triuna de
tiempo - espacio - polaridad. Su identidad individual en esta dimensión es doble: Sus
incumplimientos y sus cumplimientos relativos. El propósito de la reencarnación es realizar
la identidad perfeccionada a través del cumplimiento de todas las potencialidades. Usted es
un vehículo individualizado de la Ley Cósmica de Causa (polaridad positiva) y Efecto
(polaridad negativa) porque usted posee los atributos de expresar sus potencialidades
(inaugurar causas) y de reaccionar a los efectos de las causas. La Identidad perfeccionada
se logra por medio de los procesos de causa y reacción en consistencia con la Sabiduría
Amorosa. Sus modulaciones evolutivas son las formas que usted elige para expresarse
(iniciar una causa) y para reaccionar (interpretar el efecto).
Con un lado estrecho en la parte superior, divida un papel en doce secciones iguales
- tres transversales y cuatro hacia abajo -. La línea superior es designada “Fuego”; la
sección superior izquierda es designada “1 - Cardinal”; la del medio es “2- Fijo” y la
sección derecha es “3- Mudable”. La segunda línea transversal es designada “Tierra”; la
tercera “Aire”; y la cuarta “Agua”. (Este diagrama entero puede trazarse claramente si se
usa un compás para los círculos).
En el centro del “cuadrado” superior izquierdo coloque un punto, entonces trace una
horizontal recta hacia la izquierda, de una pulgada de largo más o menos. Termine esta
línea con un punto negro grande.
Mientras la punta de su lápiz emanaba esa línea desde el punto central usted estaba
produciendo simbólicamente una película de la acción química de las fuerzas de polaridad.
Esta línea como usted sabe es el Ascendente del horóscopo por venir; ella simboliza la
aparición del Sol en el horizonte Oriental - el “cuerpo del día” - y también simboliza su
apariencia química en este plano, en su nacimiento - la “aurora” de su encarnación -. En
esta línea está contenido simbólicamente el total de sus “elementos genéricos” - sus
cualidades y sus capacidades de ser un causante y un vibrador simpático a los efectos de las
causas -. En estos términos se encuentra su identidad vibratoria como masculino y
femenino respectivamente. En su cuerpo físico se ve una especialización química que
llamamos sexo; mientras se mantenga la adhesión al karma biológico, su conciencia de esta
especialización es encendida por contacto vibratorio con personas del otro sexo. Su karma
vibratorio es encendido por personas de cualquiera de los sexos físicos cuyas “mezclas
vibratorias” masculino-femeninas representan el complemento de conciencia para usted.
Piense sobre esto.
Esta línea, siendo una recta, es la manera más simple de representar sus
potencialidades genéricas destiladas de todas sus encarnaciones previas y enfocadas durante
el desarrollo prenatal que precedió a esta encarnación. Ahora desplegaremos la línea
Ascendente así como una flor abre sus pétalos y estudiaremos la significación de la cruz
como el arquetipo de la conciencia de relación humana de la cual toda nuestra
interpretación de experiencia es derivada fundamentalmente.
Desde el punto central de este dibujo trace una vertical hacia arriba, una vertical
hacia abajo y la otra horizontal hacia la izquierda. Ahora tenemos un cuadro arquetípico
puro del “esqueleto” de los cuatro macrocosmos de identidad - el masculino-femenino del
varón y el femenino-masculino de la hembra -. Coloque, contrario a las agujas del reloj,
comenzando con el Ascendente, los símbolos Aries, Capricornio, Libra y Cáncer -
respectivamente - en estos puntos. La vertical doble ahora combina la línea de generación -
el proceso dinámico por el cual es engendrada la substancia para la nueva vida por la
“colaboración” de los padres -. Cáncer regido por la Luna es madre; Capricornio, su
complemento, es padre. Ambos son dadores de vida; uno - el varón - impregna; el otro - la
hembra - recibe la impregnación.
Ahora, desde el punto medio de la línea de Cáncer, trace tres cuartos de un círculo
hacia arriba a través del punto medio de Libra al punto medio de Capricornio, entonces
hacia abajo al punto medio de Aries. Los tres cuadrantes atravesados por esta línea -
componiendo nueve casas - simbolizan los nueve meses del período prenatal, desde la
concepción hasta el nacimiento. La línea de Libra simboliza el momento durante este
período en que el sexo físico de la encarnación que está por venir se objetiva y las
potencialidades del sexo opuesto se hacen subjetivas, para hacer subsiguientemente
exteriorizadas por el compañero durante la encarnación. El complemento de este patrón se
verá al trazar la “línea de nueve casas” desde Capricornio hacia abajo y hacia arriba hasta
Libra, en otras palabras del “padre a la hija” así como la línea de Cáncer-Aries es de
“madre a hijo”. Si fuera posible trazar estas dos líneas simultáneamente el cuadro sería
aquel formado al cambiar la “vertical paternal o maternal” a través del período prenatal
hasta él punto del nacimiento; una radiografía de la coordinación de los elementos
genéricos de la encarnación que está por venir.
Un individuo encarna a través de sus padres particulares por la acción magnética de
la vibración simpática de su combinación masculino-femenina a la combinación,
masculino-femenina individual y colectiva de ellos. El otro factor importante de esta acción
magnética es la “atracción de los diferentes” - la individualidad del niño en contraste con la
individualidad de cada padre -. Toda relación entre personas sirve a la evolución y la
relación significa intercambio vibratorio. Si el niño fuera un duplicado de la “mitad de su
padre y la mitad de su madre” no podría lograrse el intercambio, por lo tanto no sería
posible la atracción vibratoria.
La “individualidad” del niño que está por venir se ve en el cuadrante restante de este
diseño - las tres casas de Aries a Cáncer -. Esta es la involución - después del nacimiento -
en el uso de los vehículos físico y etérico; y nadie puede hacer eso excepto el niño mismo.
Él y nadie más usa su cuerpo, su mente, sus sentimientos, emociones, habilidades y talento.
Los padres proporcionan la substancia corporal en la concepción y ejercitan sus propias
mentes en el servicio amoroso al niño después del nacimiento, pero la involución del niño
para el uso de los vehículos es forzosamente una cuestión individual. (El complemento de
esto es por supuesto, el cuadrante de Libra a Capricornio). Lo que está “contenido” en el
vehículo químico y etérico compuesto es por supuesto aquello que ha de ser expresado,
redimido y cumplido en la encarnación.
Este diseño de cuadros en símbolos presenta un hecho extraño y extraordinario:
Cada ser humano es su propia ascendencia, su propia fraternidad y su propio complemento
- cualidad de marido - y cualidad de esposa. Otras personas están relacionadas con nosotros
por nuestra reacción de sentimiento a ellos, pero todas nuestras reacciones de sentimiento
emanan de la misma fuente: nuestra conciencia. Por lo tanto las otras personas son
expresiones físicas, o exteriorizaciones de nuestras propias mezclas vibratorias. Sabiendo
esto, los Grandes nos han dicho: “Amaos Los Unos A Los Otros”.
Ya hemos representado la base de las relaciones humanas: El masculino-femenino
varón que es un causante de efectos y que reacciona a los efectos, (“dador” y “recibidor”) y
ella que es hembra bipolar, causante y respondiente, dadora y recibidora. Todas las
relaciones humanas son derivadas de esta base cuádruple. Por lo tanto la Cruz Cardinal en
nuestro primer diagrama representa la identidad de “cuatro en uno”, las cuatro maneras de
los seres humanos de decir “Yo Soy”. Pero la identidad no es suficiente en sí misma,
necesita expresión para perfeccionarse. Por lo tanto, cada uno de estos signos cardinales
emana de si mismo, así como una línea emana de un punto, o un plano emana de una línea -
dos expresiones de identidad espiritual - amor y sabiduría, el amor es la meta espiritual –
redención - del deseo; la sabiduría es la meta espiritual – redención - de la ignorancia. El
deseo y la ignorancia son la compulsión kármica doble hacia la reencarnación; a través de
ella forjamos el sendero evolutivo desde la virginidad hasta la realización de la idealidad.
Los signos cardinales son, abstractamente, las piedras angulares de nuestra “casa de la
vida”, los cuartos de la cual son las doce casas del horóscopo.
Existe, como dijimos antes, una sola .cruz como un patrón, el intercambio de
positivo y negativo. Ahora para correlacionar la cruz fija y la cruz común con la cruz
cardinal, haga una rueda de doce casas en cada una de las dos secciones restantes de la línea
de arriba que usted había designado ya como “fija” y “común”, respectivamente, de fuego.
En la “fija” coloque el símbolo de Leo en el Ascendente, Tauro en la décima, Acuario en la
séptima y Escorpión en la cuarta; en la “común” o “mutable” coloque el símbolo de
Sagitario en el Ascendente, Virgo en la décima, Géminis en la séptima y Piscis en la cuarta.
Deje que sus ojos se muevan de Aries a Leo y de Leo a Sagitario. Usted está impresionando
su mente con el hecho de que los tres signos del Trino de Fuego inician las primeras
representaciones de la cruz del Gran Mándala. Los patrones de los elementos en cada uno
son paralelos: Fuego-Hijo, Tierra-Padre, complemento de Aire-Hembra, y Agua-Madre.
(Al invertir estas ruedas, queda el fuego como el complemento varón). Desde Aries a través
de nueve signos hasta Capricornio es “exaltación” – madurez - del “Yo Soy”; de ser un
“engendrado”, el gran símbolo de expresión – Marte - se realiza en la “paternidad” -
convirtiéndose en un dador de vida -. Esto simboliza los primeros tres cuadrantes de la
Luna progresada después del nacimiento, el clima de la involución física, mental y
emocional. (La involución espiritual es alcanzada durante los veintiocho y treinta años, la
terminación del primer ciclo de la Luna progresada y del tránsito de Saturno).
Puesto que el orden genérico es de Fuego a Tierra, a Aire, a Agua, ahora podemos
completar nuestra tabla de las otras “emanaciones”. Las tres ruedas de la línea de Tierra
tendrán como Ascendente, a Capricornio, Tauro y Virgo respectivamente; las tres ruedas de
la línea de Aire tendrán a Libra, Acuario y Géminis respectivamente; las tres ruedas de la
línea de Agua tendrán a Cáncer, Escorpión y Piscis como Ascendente, respectivamente.
Coloque los símbolos de los otros tres puntos estructurales apropiadamente en todas las
ruedas, la última de las cuales, Piscis Ascendente, representará la cruz que enfoca lo más
femenino, receptivo y reflexivo de todos los doce. La línea de gestación en cada rueda es
(siendo doble): desde hembra de la vertical a varón de la horizontal (como Cáncer a Aries)
y desde varón de la vertical a hembra de la horizontal (como Capricornio a Libra), siempre
atravesando tres cuadrantes.
Para la aplicación práctica, puesto que el regente planetario de un mapa enfoca la
vibración del signo Ascendente, se sugiere que estos mándalas sean estudiados con respecto
al mapa genérico; esta es la variación del mapa natal en la cual el mapa es volteado (a
menos que el regente del Ascendente esté en el signo del Ascendente) para que la cúspide
cubierta por el signo que contiene el regente aparezca como el Ascendente. Si la persona es
varón y ese signo es un signo masculino esa variación es el mapa masculino genérico; el
signo masculino y la persona femenina, invertidos y leídos como hembra, etc. Aplique la
“línea de gestación” al mapa genérico que coincide con el sexo físico para la identificación
de la ascendencia, correlaciónelo con el mapa natal. Las dos variaciones genéricas unen el
compuesto genérico del horóscopo natal y los elementos genéricos, por lo tanto pueden ser
estudiados separadamente.
Ahora usemos el segundo papel para condensación adicional. Desde el centro de la
página haga una rueda de un radio de aproximadamente dos pulgadas; coloque los símbolos
zodiacales en sucesión regular a una pulgada alrededor de la circunferencia. Entre este aro
de símbolos de signos y la circunferencia, formando un segundo aro, coloque los símbolos
desde el Ascendente en sentido contrario a las agujas del reloj: Aries, Leo, Sagitario;
Cáncer, Escorpión, Piscis; Libra, Acuario, Géminis; Capricornio, Tauro, Virgo. Los signos
cardinales, las casas fijas y las casas comunes. Este aro interno de los signos nos demuestra
el “desenvolvimiento” de los elementos en términos de las potencialidades de su Sabiduría
Amorosa, las expresiones espirituales de la identidad. Este “desenvolvimiento” o dispersión
demuestra los decanatos en acción. La congestión de Identidad, la congestión del Deseo y
la congestión de la Ignorancia de las cruces cardinal, fija y mudable respectivamente,
busque sus redenciones por medio de los atributos de la Sabiduría Amorosa que son
inherentes a cada signo como una expresión del principio de “Yo Soy”.
Cada casa del horóscopo es un foco especializado ambiental de relación de
experiencia para la evolución; el orden de los signos del Gran Mándala sincroniza el
principio con la actividad; en otras palabras, los principios filosóficos inherentes a cada uno
de los doce “departamentos de experiencia” básicos son representados por la significación
esencial del signo que está identificado abstractamente con él. Las variaciones de ubicación
de los signos en las cúspides de las casas son asuntos de evolución individual; pero
nosotros podemos percibirlos con mayor claridad si reconocemos que todas las variaciones
son emanaciones - no diferencias - de una base arquetípica.
El cinturón zodiacal alrededor de la parte externa del horóscopo es siempre una
sucesión completa e intacta. La “dispersión” de cada elemento en la formación del trino,
incluyendo la rueda, es el desenvolvimiento espiritual de cada una de las cuatro bases
genéricas por todo el mapa. La confusión experimentada por los estudiantes es que la
sucesión de “cardinal, fijo, común”, está sincronizada con “Fuego, Tierra, Aire, Agua”.
Reconozca ahora si nunca lo ha hecho antes que la aparente “mezcla” de la cruz con trino
es una representación simbólica de una Verdad Cósmica: El Microcosmo nunca está
separado de la Sabiduría Amorosa de su Macrocosmo, o la “Humanidad del Padre-Madre
Dios”.
Piense sobre esto calladamente, profundamente y concentración enfocada. Los
maestros han manifestado esto repetidamente durante muchas épocas a través de la religión
y la filosofía; permita que la realización emane de su conocimiento interno.
Puesto que nosotros como “Ascendentes” somos el microcosmo del Padre-Madre
Dios, la ley de Correspondencia (como es arriba, así es abajo; como es abajo, así es arriba)
se aplica a nosotros de esta manera: nuestras potencialidades para la Sabiduría Amorosa
están en nosotros eternamente, no importa nuestras congestiones, confusiones e ignorancia.
Esta ignorancia de conciencia prueba que la falta de amor y la falta de sabiduría se han
manifestado, pero nosotros mismos somos las fuentes de sus transmutaciones.
Pruebe esta condensación con muchos mapas si usted los tiene a su disposición.
Anote los planetas en cada mapa de acuerdo con la cruz, entonces identifique la ubicación
de sus trinos. Haga “bosquejos de ruedas” utilizando la “dispersión de los decanatos”,
comenzando desde el signo Ascendente para fijar el cuadro en su mente que cada signo es
un poder de conciencia que puede expresarse en más y más altas octavas. De ese modo su
acercamiento total al análisis y síntesis del mapa será simplificado y esclarecido.
***
del libro " Estudios de Astrología IV ", de Elman Bacher
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