Cardano, Gerolamo
Cardanus, Hieronymus (Gerolamo
Cardano) (también Jerónimo Cardan),
nacido el 24 de septiembre de
1501 a las 18h51 HL en Pavía (I) y
fallecido el 20 de septiembre de
1576 en Roma.
Médico, matemático (importantes trabajos, entre
otros, sobre cálculo de probabilidades), físico (suspensión
Cardan) y astrólogo.
Según sus coetáneos, Cardano fue una persona de
carácter extravagante e imprevisible y con rasgos de
genialidad. En su autobiografía, por una parte se
complace de ser un «cabeza de chorlito» y un espíritu
de contradicción que «tiene que salirse de lo normal»
y que, en determinados momentos, debido a su
comportamiento, sus semejantes podían tacharle de
inoportuno, mordaz y malhumorado.
Por otra parte, se alaba sin pudor alguno como un
verdadero genio. Parece como si, con su autobiografía,
hubiera querido demostrar que un genio universal
pudiera ser al mismo tiempo una persona sin razón.
Cardano fue uno de los autores más significativos de
aforismos astrológicos que, hasta el principio del siglo
XIX fueron la forma usual de transmisión de conocimiento
en astrología. Los investigadores y maestros
de astrología formulaban sus conocimientos y
experiencias en sucintos y a veces abstractos aforismos
que los alumnos debían aprender (o memorizar).
Cada autor tenía unos cientos de sentencias.
De Cardano se conocen 233 de tales aforismos, que
están recogidos en la colección Los siete segmentos
de Cardano. Esta obra fue publicada por primera vez
en su traducción al inglés (realizada nada menos que
por Wiliam Lilly, el «padre de la astrología inglesa»)
el día en que se cumplían exactamente 100 años de
la muerte de Cardano.
Además de extraordinarias indicaciones generales
para la aplicación de la astrología con plena conciencia
de la responsabilidad que conlleva, dio reglas
sobre los siguientes temas:
Natividad (interpretación de horóscopos)
Revoluciones (retornos)
Decumbitura; cuerpos y enfermedades
Elecciones (elección de momentos para inicio de actividades)
Eclipses y cometas
Tiempo (clima) y meteoros
Matrimonio y accidentes
Pero estos aforismos contienen una gran cantidad de
reglas deterministas de dudosa validez que, además, están intensamente influenciadas por prejuicios de la
época. Desde el punto de vista de una astrología con
orientación psicológica, sólo hay una o dos docenas
de aforismos que nos pueden dar que pensar. El resto
no tiene ningún sentido para el ser humano moderno.
Como ejemplo, a continuación se incluyen algunas
citas de ambos tipos de Los siete segmentos de
Cardano, según la traducción al inglés de Lilly en
1676:
«Para el astrólogo es mucho peor creer que sabe lo
que no sabe, que ignorar aquello que debería saber».
«Quien afirma cosas que no pueden argumentarse
con la experiencia, se engaña a sí mismo y es orgulloso.
Pero así es siempre – a los que menos entienden
del arte, les gusta afirmar que pueden realizar
cosas imposibles o incluso milagros».
«Juzga siempre las constelaciones de estrellas sólo
con ideas generales – si no actúas así, que sea sólo
en casos verdaderamente importantes y sólo tras
haber recibido una información detallada sobre los
hechos».
«Si un planeta se encuentra a menos de cinco grados
de una cúspide de casa, tiene su efecto en ella
aunque se encuentre antes de la cúspide, en otra
casa».
«La Luna en Acuario o en Piscis hace impopular a
príncipes, nobles y a los diez mil superiores».
«La principal causa de la soltería de un varón es la
combustión de la Luna por Saturno (conjunción Luna-Saturno)».
«Raras veces es bueno que Marte aspecte a Mercurio,
puesto que hace a las personas imprudentes e
indecentes, aunque produzca capacidades poco
acostumbradas para el arte; por eso, a menudo, sucede
que los mejores artistas son las peores personas».
«Nunca dejes mercancía cerca de quien tiene a Marte
en la segunda casa».
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